Revista Talentos

Aretxondo: cerramos el círculo

Por Theblackcity @Theblackcity

Mis padres flipan un poco con esto del blog. No porque su hija se meta en un jardín más de todos los que tiene abiertos (no los enumero, que seguro que os canso), están acostumbrados a que mientras estudio una carrera, me dé por trabajar, ir a natación, al gimnasio o a patinaje, que además me apunte a un curso de lo que sea, mientras escribo en dos blogs, y encima me da tiempo para dormir y ver a J. No, lo que flipan es que tengamos reserva para Aretxondo, y que al llegar nos espere Ricardo Asua, dueño de Aretxondo para darnos la bienvenida, y enseñarnos un pequeño secreto de su restaurante, desconocido para la gran mayoría: su bodega. Un rincón pequeñito, donde la temperatura y la humedad se mantienen ajenos al clima exterior, y donde las capas de minerales y roca se aprecian a las mil maravillas. Y entonces es cuando me viene a la memoria esa hoja de inscripción en la UPV, donde mi primera opción era ingenieria industrial electrónica (sí, tengo un punto friki), y donde mi segunda y preferida opción era geología. Pues nada, al final, acabé en marketing, ya ves tú las vueltas que da la vida. 
Aretxondo: cerramos el círculo.
Aretxondo: cerramos el círculo.
1. ¡Empezamos!Normalmente no suelo tomar vino tinto, chica, alguna tara tenia que tener: familia riojana, abuelos que han tenido viñedos, una prima enóloga, y a mi, que sólo me gusta el blanco (ahora que no nos oye mi prima, os confieso, que tanto a mi hermano como a mi, nos encanta el Lambrusco. Lo sé, es la mayor mierda de vino, pero vaya, que nos va el riesgo). La ocasión lo merecía, así que brindé con el Solozabal por un año más. La espera se nos hizo menos larga mientras picábamos las croquetas que nos sirvieron y el pan con semillas.
Aretxondo: cerramos el círculo.
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2. Lomo de sardina ahumada sobre esponja de cebolleta blancaNo sé qué manía le tienen los chefs a las pobres sardinas, que apenas aparecen en las cartas. Tiene un gran sabor, es un producto de calidad, de nuestra zona, y oye, menuda mala fama que tiene. Me alegró mucho encontrar este entrante, el sabor a sardina ahumada me encantó, con ese panecillo crujiente y la famosa esponja de cebolleta, la cual no sé si por ser un entrante frío, o por el gran sabor de la sardina, apenas apreciaba su sabor. 
Aretxondo: cerramos el círculo.
3. Cigala crujiente de corteza de trigo en su jugoSin duda, plato estrella de la carta de Aretxondo, de hecho elegimos este menú sólo por la cigala. Una cola tersa, con una costra de trigo, crujiente y sin exceso de aceite que nos supo a poco, ¡estaba deliciosa!
Aretxondo: cerramos el círculo.
4. Begihaundi con yema de caserio a la plancha y aroma de azafránQuizás no es el plato más bonito, ni el que combina mejor los colores, pero desde luego a sabor no le gana nadie. La yema de huevo es un acierto, a todos nos encantó, ese sabor a yema, que recuerda a los huevos fritos que comía de pequeña en el pueblo, a yema de verdad. 
Aretxondo: cerramos el círculo.
5. Paletilla de cordero asada a baja temperatura con jugo de tomate naturalLlegados a este punto, ya empezábamos a estar llenos, pero es que con los menús degustación, siempre nos pasa lo mismo. Y da igual, plato tras plato, nos vamos emocionando más, como cuando llegó la paletilla, la cual se deshacía simplemente con el tenedor, las patatas apenas las mirábamos de lo concentrados que estábamos con el cordero. Que por cierto, ¡menuda ración! 
Aretxondo: cerramos el círculo.
6. Torrija de coco caramelizada con helado de mango. Aizian, Aretxondo y Andra Mari son tres restaurantes que muestran cada uno de ellos su particular visión de la cocina. Sin embargo, hay algo que los une, y es el postre de torrija, la cual me encantó en Andra Mari, me conquistó en Aizian, y en Aretxondo me ha sorprendido al darle una vuelta de tuerca con esos sabores tropicales de coco y mango. 
Aretxondo: cerramos el círculo.
7. Irlandés deconstruido: vainilla, chocolate, whisky y café.Una mezcla de texturas, de sabores, que todo junto se convertía en un auténtico irlandés. No soy muy fan de este postre, pero desde luego esta versión, sí que la comí a gusto. 
Aretxondo: cerramos el círculo.
8. Bonus track: petits foursY si lo anterior pensabáis que era poco, con el café nos sirvieron unos petits fours, galletas, unas tartaletas deliciosas, y lo mejor, unos frutos secos (cacahuetes creo que eran) garrapiñados, adictivos! 
Aretxondo: cerramos el círculo.
ARETXONDOwww.aretxondo.comBarrio Elexalde, 16. Galdakao
Me faltaba Aretxondo para completar el trio de "Gure Sukalkintza", tras probar la cocina de Zurine García y Josemi Olazabalaga, quedaba pendiente la de Guillermo Revilla, y sin duda, no defrauda. A todos nos encantó, eramos cinco personas muy distintas, y todos salimos la mar de contentos. Una cocina tradicional, con platos versionados, pero manteniendo la esencia del slow food, de los buenos productos, y sobre todo de ingredientes de la zona. Y no solo merece mención la cocina, sino también el servicio, muy parecido al de su primo hermano Andra Mari, vamos, de lujo. Gracias a Ricardo por enseñarnos la bodega, y hacernos sentir en su casa como si fuese nuestra. 
Menú Aretxondo, 55,40€+IVA



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