Las mollejas son una parte del sistema digestivo del pollo y cuentan con una gran cantidad de proteinas, vitaminas (A, B2, B12 y C) y minerales (hierro, zinc, selenio, potasio y fósforo) aunque, al ser vísceras, también aportan bastante colesterol. Esto quiere decir que, puedes tomarlas de vez en cuando, no de manera habitual.
Ingredientes
1 cebolla grande
500 grs. de mollejas de pollo
4 vasitos de arroz arborio por persona
1 litro de caldo de pollo
1 vasito de coñac
Laurel
1 pellizco de azafrán
Sal
Aceite de oliva
1 guindilla
Notas sobre los ingredientes
- Aunque en la pollería te venderán las mollejas bastante limpias, te aconsejo que las repases antes de cocinarlas; lavándolas bien y eliminando la grasa sobrante que tengan. Puedes añadir un chorrito de vinagre y, después, enjuargarlas bien.
- Pon las mollejas a macerar con 1/2 vasito de coñac durante al menos 1 h. Si no te gusta el coñac, puedes usar vino especiado para cocinar, también queda muy rico.
- Si no te gusta el picante, elimínala de los ingredientes. Si quieres, puedes poner un poco de pimienta negra para darle un poco más de sabor.
- Si el caldo de pollo es casero, la receta gana mucho más.
Preparación
Como en cualquier receta, se comienza por el principio: se pela una cebolla y se pica finamente. Un clásico, vamos.
Unta una sartén antiadherente con un poco de aceite y añade las mollejas. Deja que se doren bien y, cuando estén listas, retíralas y reserva.
Pon a dorar la cebolla en la misma sartén en la que has hecho las mollejas y, mientras tanto, pon a calentar el caldo en un cazo.
Cuando la cebolla tenga un tono doradito, añade el arroz. Pon un poquito más de aceite y remueve hasta que haya tomado un tono translúcido, entonces añade el 1/2 vasito de coñac que tenías reservado y el que sobró de macerar las mollejas. Deja que el alcohol se evapore.
Pon las hebras de azafrán en un mortero, májalas y vete añadiendo algo de caldo muy caliente. Cuando esté bien disuelto, añádelo al arroz e incorpora las mollejas. No te olvides del laurel.
Vete añadiendo caldo poco a poco, cuidando de que esté muy caliente. Remueve y sigue añadiendo caldo según te lo vaya pidiendo el arroz.
Cuando el arroz esté en su punto, déjalo reposar 5 minutos con una tapa y ya puedes servir.
Y, ahora, a disfrutar...