La ciudad de Buenos Aires tiene seis líneas de subte (metro), pero hay una que es mi preferida. No porque sea más linda, más grande, más moderna o más rápida. Sino, simplemente, porque es la que más significado tiene para mí. Ese significado no está dado porque hayan pasado cosas maravillosas en su interior, sino porque es la que más usé durante mi vida. Al ser la que más horas me tuvo bajo tierra es la que presenció más ideas, enojos, frustraciones y alegrías. Y es a la que le tomé un cariño especial. Esa línea es la B, la roja, la que se extiende desde el barrio de Urquiza, en la estación Juan Manuel de Rosas hasta el microcentro, en la estación Alem.
Desde que comenzamos con nuestro cambio de vida en 2010, el subte no es el transporte urbano que más utilizo, pero como vivo lejos del centro, cada vez que tengo que ir allí me lo tomo.
Unos días antes de emprender el viaje por casi siete meses por Europa como familia viajera tuve que ir al centro para hacer algunos trámites. Cuando bajé en la estación Lacroze (la antigua cabecera de la línea B) mis ojos se hicieron una fiesta. Las paredes de las estaciones estaban llenas de arte. No es la primera vez que hay arte en las estaciones del metro de Buenos Aires, pero en ese viaje me di cuenta que habían embellecido casi todas las estaciones con producciones de artistas nuevos y a lo mejor no tan conocidos. Algunas me parecieron, sinceramente, hermosas.
En ese momento tomé un par de fotografías, pero no tenía tiempo para bajarme en todas las estaciones y fotografiar todas las obras. Por eso me prometí que a mi regreso lo haría.
Después de dos semanas de llegar a la ciudad les presento este nuevo rincón de Buenos Aires y los invito a que se tomen el subte para observarlas mejor.
No solo van a encontrarlo en la línea B, pero esta es mi preferida.
Una de las estaciones que más me gustó fue ÁNGEL GALLARDO. Me sorprendió su arte urbano. Dejé pasar un tren antes de seguir el recorrido porque quería seguir mirando. Está basado (y dedicado) a Los Nadies, el texto de Eduardo Galeano. ¿Lo conocen? Lo pueden leer en la pared, al lado de la escalera (o en la siguiente foto).
Otra de las estaciones que más gustó fue la de Pasteur, hoy llamada PASTEUR-AMIA. Se la denomina Estación de la Memoria y todo su arte es un homenaje a las víctimas del atentado a la Amia ocurrido en 1994, a las 9:53 de la mañana del 18 de julio (como indica el reloj que se ve en la última foto).
La estación DORREGO me sorprendió con este primer cartel, un homenaje a tres chicas que fueron asesinadas en situaciones que conmocionaron a la sociedad.
Una de las cosas que me gustó de esta movida artística en el subte es la presencia de este tipo de carteles explicando de qué se tratan los murales.
Otro detalle que me encanta de esta estación es la imagen de los árboles, sus flores y sus pajaritos, que a veces se salen de cuadro. Además, en este caso como en otros, me gusta que los dibujos se integran con los nombres de las estaciones o con los diferentes inmuebles que hay en la estación. En este caso, los árboles llegan la techo y salen de los molinetes.
En la estación MEDRANO, parece que el motivo que domina es el baile, el movimiento. Y por eso las imágenes que podemos ver son como estas.
La estación URUGUAY me pareció muy colorida con esos hermosos dibujos que envuelven los bancos y el fondo negro donde las personas sentadas completan el cuadro. Y también tiene murales con sus correspondientes explicaciones. Es para leerlo y observarlos con tranquilidad.
“Animales fantásticos y personajes que remiten a los pueblos originarios”. Así se presenta el tema de las obras en uno de los andenes de la estación FEDERICO LACROZE. Los colores son intensos y llamativos, como para que mires todos sus detalles. Además, también hay murales con su correspondiente explicación.
La estación PUEYRREDÓN cuenta con varios murales (y sus explicaciones) junto con coloridas líneas que envuelven los asientos y demás mobiliario. Además, si hacen combinación con la línea H van a descubrir un mural muy colorido.
Esta estación es una de las que tienen un degradé de colores en las columnas que dividen las vías. Me encanta.
En la estación CARLOS GARDEL no podían faltar los murales relacionados con el tango, el abasto y el cantaautor.
La estación que menos me gustó, a lo mejor por sus colores oscuros o temática, fue la de MALABIA – O.PUGLIESE. Pero como sobre gustos no hay nada escrito, les muestro algunas imágenes y ustedes me dirán.
Las dos últimas estaciones, FLORIDA y LEANDRO N. ALEM presentan pocos murales y obras en las paredes (hay más publicidades), pero lo lindo es que, al igual que en otros casos, las intervenciones artísticas no se quedan solo en las vías y los andenes, sino que también ocupan otros espacios, como las escaleras.
¿Les gustó? Les propongo un juego.
Los invito a que un día se suban al subte sin un destino fijo y comiencen a recorrer las distintas líneas. Pueden hacer las combinaciones que quieran. Una vez bajo tierra, pueden bajarse estación por medio o pueden elegir al azar en un mapa las estaciones en las que se vayan a bajar. O, sino, simplemente pueden mirar un poco en el momento en que el tren se detiene y ahí mismo, en esos pocos segundos que permanece detenido, decidir si se bajan o no. En el camino, pueden tomar muchas fotos.
Si tienen alguna foto que quieran compartir, los invito a que me la envíen a [email protected] y la subimos al post con su nombre. ¿Les gusta la idea?
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