Esta mañana del domingo he decidio compartir el entrenamiento con Xalo y Josep, dos compañeros de entrenamiento con los que he coincidido antes de empezar la sesión... Finalmente hemos realizado una salida de Trail Running de 15 km y unos 352 m de desnivel y un par de subidas de las que dejan huella... Sobre todo la segunda, larga y sostenida, para irte "quemando" poco apoco... De todas formas ha habido un final feliz ya que hemos ido regulando el ritmo... Porque estamos aun en la fase de acumulación y hay que ir con el freno puesto...
No se trata de que haya cerrado ningún ciclo y tampoco que esté preparando nada en concreto... Simplemente que las sensaciones a veces traspasan la frontera de lo políticamente correcto y se expandem a través de los poros de la piel como atomizadas por una fuerza invisible y cuando eso ocurre (Lamentablemente no en demasiadas ocasiones) creo que es lícito manifestarlo y reivindicar la existencia de esos buenos momentos....
No no me extenderé demasiado pero llevo 15 días de entrenos ininterrumpidos y prácticamente he perdido la cuenta de los km realizados entre Running, Trail Running, MTB, Road Bike, Natación, RPM... Y lo cierto es que no estoy entrenando para ninguna competición específica, entreno simplemente porque es lo que más me apetece y lo estoy disfrutando en grado superlativo... Sigo experimentado esa progresión, quizás más mental que física, y esas sensaciones se han ido instaurando en mi interior de forma paulatina... Lógicamente este volumen de sesiones y de kilómetros generan una fatiga, un cansancio muscular inevitable pero parece que, de un día para otro, mi estructura molecular está siendo capaz de regenerar en parte ese desgaste y permite plantearme cada día nuevas metas en mis entrenos diarios...
En un palabra, hacía bastante tiempo que mi actitud no entraba en fase "On Fire", en esta especie de nirvana en la que me siento capaz de enfrentarme a cualquier reto, a cualquier aventura y, al menos mentalmente, me veo capaz de plantarle cara a todo aquello que me proponga... Otra cosa es que mis limitaciones físicas (Que evidentemente existen) me pudiesen impedir alcanzar el objetivo propuesto...
Me siento fuerte, me siento en total disposición para lanzarme a la aventura... Sé que puedo recuperarme con rapidez tras un gran esfuerzo y lo que quizás es más determinante, soy consciente de que sea cual sea la meta a alcanzar, tengo el ánimo dispuesto para resistir hasta el final...
Algo en mi está en plena fase evolutiva y esta sensación está empezando a eclosionar hacia el exterior... No voy a batir ninguna marca, no voy a pulverizar mis cronos... Voy simplemente a seguir esa senda de superación personal buscando mis propios límites, voy a vivir más intensamente que nunca cada momento en los entrenos y en las competiciones, creo sinceramente que en este ámbito voy a ser más feliz, voy a disfrutar de las sensaciones que me deparan mis diferentes sesiones de entrenamientos como nunca antes lo he hecho.... Voy a seguir corriendo, pedaleando, nadando con la convicción de que todo ello me hace ser feliz...
Bueno, hoy era un buen momento para decirlo...
Y después de la sesión de Trail Running recibo la visita de Oscar Rodríguez y su flamante Trek Madonne 3.5 (Yo quiero unaaaa....!!!) que viene desde Sant Andreu de La Barca y que está como un niño con zapatos nuevos con su magnifica montura... Estoy con Oscar charlando y compartiendo unas cervezas un buen rato y comentamos las próximas salidas de Road Bike que iremos planificando próximamente... Buena bici, Oscar...!!
El sábado fueron 71,143 km de Road Bike... Este tipo de salidas sin rumbo fijo e improvisando sobre la marcha tienen un encanto especial... Me puse en marcha con el equipo de Castells Bicicletes y mi entrañable Specialized que poco a poco empieza a pedir el relevo... La verdad es que la línea del horizonte que buscaba se me ha quedó un poco lejos y he decidí acortar un poco la salida... No he eché el hígado por la boca pero de los 71 km he rodado algo mas de 30 en subida constante, el desnivel ha sido de unos 700 m y a partir de la mitad del recorrido las piernas han empezado a quejarse... He ido descubriendo nuevos tramos de carretera por los que nunca antes había rodado y me he recreado en el paisaje verde de las montañas que jalonaban mi recorrido... Eso sí, he pasado un momento algo crítico cuando me he introducido en un tramo de autovía y durante 1 km, hasta encontrar la siguiente salida, he ido "acongojado" por la velocidad de los coches que circulaban a mi izquierda... Es la parte menos agradecida de las salidas en Road Bike, la ineludible presencia de coches en las carreteras... Las piernas duelen pero existen....
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