Revista Cultura y Ocio

Ashbury. “Mystery Man”

Publicado el 08 julio 2016 por Raúl Rn

Es evidente que el disco, como formato, no tiene hoy en día la importancia que llegó a tener durante las décadas de los setenta y los ochenta; a pesar de lo que nos quieran hacer creer, esta situación perjudica más a la industria discográfica que a los propios artistas, al menos a los más modestos. De hecho, ante la imposibilidad de seguir publicando álbumes al modo tradicional, estos músicos han recuperado su independencia y capacidad de maniobra, y proponen a su público un nuevo modelo basado en la difusión a través de internet, la autoedición, la economía colaborativa ( crowdfunding) y una mayor presencia en los escenarios. Las grandes figuras, al igual que las discográficas, pierden con este nuevo orden; sin embargo, los artistas menos célebres tienen más opciones de darse a conocer de las que tuvieron la mayor parte de grupos de los setenta y los ochenta, que nunca llegaron a triunfar debido a las rigideces y los intereses de quienes hacían y deshacían a su antojo en el mundo de la música. Hoy os quiero hablar de Ashbury, una de aquellas bandas que nunca recibieron el apoyo que merecían, y que se vieron abocadas a su desaparición con apenas uno o dos discos en su haber. Esta formación estadounidense se creo en 1980; consiguieron publican un disco, "Endless Skies" (1983), con la siguiente formación: Rob Davies (voz), Randy Davis (bajo, guitarra, sintetizadores y voces), Jerry Van Dielen (piano), John Watts (percusiones), Johnnie Ray (percusiones) y Tony Allmendinger (bajo). Tal y como nos cuentan en su página web, Randy y Rob Davis continuaron escribiendo canciones aunque no lograron darlas a conocer hasta el año 2004, en el disco titulado "Something Funny Going on". Volviendo a "Endless Skies", a pesar de ser un trabajo de 1983, tiene un estilo muy setentero, en el que confluyen géneros como el folk-rock, el rock sureño o el rock progresivo. Las influencias procedentes de grupos como Jethro Tull, Wishbone Ash o Dire Straits, son más que evidentes; el tono folk-rock guarda ciertas similitudes con las dos bandas citadas en primer lugar, por no hablar del timbre de Rob Davies, muy similar al de Ian Anderson; por otra parte, la guitarra se parece en ocasiones a la de Mark Knopfler, especialmente en el tema que destacamos en esta entrada: "Mystery Man", que nos hace recordar a " Sultans of Swing". Otras canciones interesantes son " The Warning", " Madman" o " Endless Skies", la composición más progresiva del álbum. En cualquier caso, os recomiendo que escuchéis el disco entero porque, de verdad, merece la pena.


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