Revista Educación

Así llegó mi Halloween

Por Noelia-Golosi @ElBlogDeGolosi
Una semana me ha costado, si es que no doy para más. Y porque me he cogido de las orejas y me he dicho que ya está bien, que esto de ser blogger lleva implícita una responsabilidad y tango que publicar. Cómo puede ser que el post sobre la fiesta de Halloween lleve dormido tantos días? Y los Placeres y Desahogos de estas dos últimas semanas? Pues anda que no tengo cosas que contar! Mirad, voy a jugármela dejándolo escrito, pero a ver si así lo hago: hoy publico sobre Halloween, mañana publicaré los Placeres y Desahogos atrasados. Hala! Ya no hay vuelta atrás.
El miércoles pasado por la noche (hace una semana exactamente, sí) celebramos Halloween, esa costumbre tan americana que a algunos repatea por eso mismo, mientras que a otros nos encanta... porque nos encanta celebrar, sea lo que sea. Y sobre todo desde que hay niños de por medio.
Hace casi dos meses que decidí que este año organizaría la fiesta de Halloween para los amigos. Menos mal que tenemos un local alquilado todo el año en el que nos reunimos, porque meternos todos en una casa es misión imposible, así que problemas de espacio... para nada. En cuanto tomé esta decisión, poco premeditada por cierto, reservé la fecha en el local y avisé para que los demás la reservaran en su agenda: "fiesta para todos!". Ya desde ese preciso instante cientos de ideas rondaban mi cabeza, y desde entonces me he dedicado a ir recopilando otras, tanto en mi Pinterest como en mi bolso (libreta, impresiones, notas desperdigadas...).
Guirnaldas, toppers, disfraces, letreros, calabazas, galletas, comida... un montón de cosas por hacer, un montón de cosas que aprender antes - os recuerdo que mi carrera crafty es nula -, un montón de cosas de las que encargarme. Y mis amigas preguntando qué tenían que hacer mientras yo no habría la boca. "Ya os iré avisando", les decía. Y ellas se impacientaban y yo tan tranquila, "que ya os diré a cada una, no os preocupéis".
Durante este tiempo he probado a hacer galletas de Halloween decoradas con fondant; he asistido a un taller de galletas de Halloween, en el que "aprendí" la técnica de la decoración con glassa; he dado rienda suelta a mi fiebre compradora de cositas kraft; compré los disfraces de Miss y Míster después de desechar la idea de hacerlos yo misma (sí, un estado de locura transitoria me hizo pensar que yo podría hacer los disfraces); seguí insistiendo a mis amigas en que no compraran nada de decoración; hice docenas de listas planificadoras, y continué acumulando ideas y más ideas.
Y llegó el lunes, el lunes 29, y aun no tenía nada claro. Ni la comida, ni la decoración, ni lo que tenía que hacer cada una de mis amigas. Estaba así como en estado de shock, que no podía centrarme, descolocada, con cientos de ideas en la cabeza pero que no lograban coger forma. Por la noche envié whatsapps a mis amigas encargándoles algunas cosillas para comer, pero aun quedaba pendiente la decoración. Y así me levanté el martes, sin saber qué hacer para decorar algo mono el local y con una única cosa clara: tendría que improvisar a última hora. Con la de ideas chulas que había encontrado en Internet y almacenado en mi Pinterest... para qué?
Pero el martes al quedarme sola en la oficina... tachánnnn! Tecleando en el buscador de Google "imprimible truco o trato" - no lo había hecho antes? -, me topé, como colgado en ese preciso instante para mí, con el blog de Vicky Alcalá, con unos imprimibles de banderines, toppers y bolsas de chucherías ideales para niños, nada tétricos, que me encantaron. Y gratis! Y así, en medio minuto, después de haber estado casi dos meses ideando sin fruto alguno, tuve clara la decoración; sencilla, pero acorde al fin y al cabo. Y me la daban mascadita; sólo tenía que hacer trabajo manual, dando descanso a mi cabeza por fin. Así que imprimí los banderines y las etiquetas redondas y por la noche, después de cenar, acostar a los niños y preparar en la cocina algo de comida y dulces, me puse a recortar, pegar, decorar botes, hacer toppers con palillos y una guirnalda de 5 metros con los banderines. Si queréis verlo, podéis hacerlo aquí.
Quedé tan satisfecha del resultado y orgullosa de mí misma - qué pasa? Una con el ego subido, que para mí esto tiene su mérito - que a la mañana siguiente, ya miércoles Día H, imprimí también las hojas para hacer las bolsa de las chuches y las recorté y monté en el trabajo.
Había citado a la gente en el local a partir de las 19.30 h. y para entonces yo ya quería tenerlo todo montado, pero imposible. Menos mal que mis amigos, que ya me conocen - y me quieren con mis defectos y virtudes -, se pusieron manos a la obra siguiendo mis indicaciones. Unos envolvían los bocatas en papel de seda naranja y morado, otras hacían fantasmas con los chupachups, dos poníamos las guirnaldas en la pared sobre la mesa y en el faldón del mantel, una cortaba la tortilla de patata con forma de calabaza y fantasma, otros envolvían en bolsas de celofán las mandarinas monstruosas, otros colgaban la decoración de fieltro que compré en el Lidl, varias ponían el cordón a las bolsas de chuches, otra me ayudaba a pegar ojos a los vasos, otros se encargaban de que los niños no enloquecieran y mantuvieran la paciencia y el hambre a pesar de las horas que eran. Todos colaboraban.
La mesa quedó algo llena, demasiadas cosas, yo que pensaba que haríamos corto. Si lo hubiese preparado con antelación habría tenido tiempo de reacción y habría podido montar una segunda mesa y que así se apreciara todo mejor, pero vamos, si una vez todo puesto se me ocurre decir que se desmonta algo me echan, jeje. Así que dulces y salados todos en un mismo espacio, sin orden ni concierto; momias de salchicha en una bandeja y calaveras de chocolate en la de al lado, o las calabazas en los pocos huecos libres que quedaban.
Y como una imagen vale más que mil palabras - a que no lo habías oído nunca? jeje - y, qué narices!, yo tengo ganas de enseñaros cómo quedó, aquí cuelgo una foto. Bueno, varias en un mosaico, mi primer trabajo de apaño fotográfico (gracias a PhotoScape), un campo en el que soy pez por completo. No tienen mucha calidad ni hay mucha variedad, pero la cámara falló en los momentos clave - y el fotógrafo tampoco estuvo muy acertado en los detalles, ejem... -.

Así llegó mi Halloween

Lo mejor, mis niños. El resto, podéis ver de dónde copié las ideas en mi Pinterest


De todo esto he aprendido muchas cosas, he cometido errores que seguro me harán mejorar y me he divertido mucho. Ya estoy pensando en la fiesta de Navidad.
Miss y Míster Golosina en Facebook

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