Así se incentiva a los propietarios para que alquilen en este país

Ser propietario está mal visto, como también lo está ser empresario. En definitiva, todo el que sobresale de la abrumadora mediocridad está mal visto. El otro día leí un artículo interesante sobre lo equivocado del término «compartir» aplicado a los niños. Se nos llena la boca diciendo que hemos de enseñar a los niños a compartir… y eso está muy bien, pero cuántas veces se confunde «compartir», con la obligación de ceder lo que es nuestro para que sea otro quien lo disfrute en nuestro lugar. Eso no es exactamente compartir. Pero bueno, hoy no quería hablar de eso, aunque tiene un cierto paralelismo con el tema a tratar: Una inquilina que se pasa meses sin pagar el alquiler y el propietario, además, tiene que hacerse cargo de los gastos de los suministros. El propietario, harto de tanta tomadura de pelo (la inquilina además tiene una vivienda de su propiedad) y de tantos inquilinos anteriores que lo han dejado colgado, en un arrebato cambia la cerradura de su propiedad. Resultado: Ha acabado detenido. Así se incentiva a los propietarios para que alquilen en este país.

Así se incentiva a los propietarios para que alquilen en este país. Dándole todos los derechos al inquilino

Así se incentiva a los propietarios para que alquilen en este país. Habrá que pensárselo.

«Tengo setenta años y una trayectoria intachable. Y mira por dónde, a mí me han llevado al calabozo y tengo los papeles manchados, mientras que ella se queda en mi vivienda». Esas fueron las palabras del propietario. «No hay derecho a que esta mujer lleve cinco meses sin pagar el alquiler, y casi un año sin abonar la luz y el agua, y sea yo quien acabe detenido».

El contrato, firmado en diciembre de 2014 estaba «avalado» por la pensión del padre de ella, aunque eso no parece haber servido para nada.

«Me iba diciendo que estaba pasando una mala racha, que ya me lo pagaría. Yo sé que hay gente pasándolo mal y que hay que ayudar, pero esto es diferente. Tiene una casa en Toledo, pero ocupa la mía».

«Los propietarios tenemos una indefensión total, porque al final los declaran insolventes y tú tienes que pagar abogado, procurador… Te acaba costando el dinero que no cobras por el alquiler y lo que tienes que pagar para que se vaya».

Motivos de la detención: Coacciones y apropiación indebida del bien propio.

Ahora la inquilina continúa sin pagar y ha cambiado de nombre la luz y el agua y sigue viviendo allí. ¿O deberíamos decir que sigue «okupando» la vivienda?

Ramón Cerdá