Revista Diario

Atención temprana

Por Arielac
El lunes teníamos cita en atención temprana, hace unos meses fue la médico rehabilitadora la que vio a Valeria, lo conté aquí. Esta vez era la psicóloga la que la iba a valorar.
Nada más entrar a la consulta, Valeria se volvió loca de alegría con la cantidad de juguetes que tenían. Iba de un lado a otro, primero fue a una mesa donde tenían animalitos y peluches y luego a la pared de enfrente, donde tenían un cochecito con una muñeca, le encantan las muñecas que simulan ser bebés, tiene una en casa, se llama Nina y cada muñeca parecida que ve la coge y dice "Niiiiinaaaaaa".
Mientras ella jugaba y correteaba, la psicóloga me hizo algunas preguntas. Que si ya andaba, le dije que sí, si bien gatea prácticamente todo el tiempo porque llega antes a los sitios. Me preguntó si decía alguna palabra y cuáles, y salió una lista bastante larga! Dice: Mamá, Papá, Hola, Agua, globo (o algo así), mira (cuando algo le llama la atención), Tita (para llamar a mi hermana Olaya) y me parece que alguna más que se me escapa. Me dijo que está súper bien, que para la edad que tiene son muchas palabras y que eso es muy bueno.
Me preguntó si se hacia entender. Cuando quiere algo, señala con el dedo. Si quiere comer dice aaaam. Si quiere agua, la pide.
También si entendía. Le dije que algunas cosas parecía que sí, por ejemplo, si le preguntas dónde está la nariz, se la señala (y se mete el dedazo XD) o cómo hace el perro (dice guau) o la vaca (muuuu). Si le dices que diga hola, saluda con la mano. Sin embargo, le comenté que cuando le decía que algo NO se hacía (tocar la basura, tirar la comida al suelo, etc) no tenía muy claro que me entendiera, porque no me hace caso. También le comenté que me preocupa que se meta todo en la boca, incluyendo zapatos, propios y ajenos si los pilla (tiene una fijación) y por supuesto su altísimo nivel de nervios, que me dificultaban mucho enseñarle cosas porque normalmente no me presta atención.
Le comenté también lo de los problemas de sueño, y lo de las gotas. Me dijo que en algunos casos, hay que tomar este tipo de medidas si nada más funciona, porque si el niño no descansa se compromete su desarrollo y que ella pensaba que como medida puntual y dadas las circunstancias, era correcto dárselas.
Tomo nota de todo y entonces empezó a interactuar con ella. Se sentó en una mesita diminuta y llamó a Valeria, le pidió que fuera a jugar. Valeria dejó la muñeca, pero no se acercaba, la miraba desde la otra punta de la habitación, toda seria, sin entender muy bien por qué esa señora que ella no conocía, la llamaba con tanta insistencia. Al cabo de un par de minutos, la psicóloga se acercó a ella, le ofreció la mano, Valeria se la dio, y la llevó andando hasta su sillita. Ella se sentó en otra y a mí me pidió que me sentara en la que quedaba libre, para que Valeria estuviera más cómoda.
Le puso un folio delante y sacó una pintura. Pintó un poco y se la dio a Valeria, le pidió que pintara ella, todo de manera muy clara, con muchas onomatopeyas y exclamaciones. Valeria hizo el amago de hacer lo mismo que hace en casa, que es meterse la pintura en la boca y pasar de todo, pero la psicóloga la recondujo y al cabo de 5 minutos Valeria estaba haciendo borrajetas en el papel, no me lo podía creer!! Yo en casa no lo había logrado, y en 5 minutos la tenía allí pintando, obviamente no mucho ni muy fuerte, las rayitas que hacía ni se veían casi, pero al menos entendió para qué sirven las pinturas.
El siguiente juego fue de meter y sacar unas piezas en un cubo. Eso lo tiene controlado, así que lo hizo sin problemas.
Lo siguiente, fue discriminar objetos. La psicóloga sacó, de uno en uno, una pelota, una cuchara, un peine, un caballo de plástico y un bebé pequeño de plástico. Cada objeto que sacaba se lo dejaba a Valeria, se lo enseñaba, y se lo nombraba. También le enseñaba la funcionalidad y hacía mucha onomatopeyas (me explicó que a esa edad, es lo que se les queda más fácil). Por ejemplo, con la cuchara, guiaba la mano de Valeria a la boca con la cuchara y decía: "a comeeeer. ñaaaam, ñaaaaam". Con el caballo, lo movía como si cabalgara y hacía "tacatán, tacatán". Luego puso los 5 objetos uno al lado del otro Valeri quería cogerlos todos, pero la contuvo. Valeria se enfadaba, pero ella le mantuvo la atención, le sujetaba la cara y le hablaba despacio haciendo contacto visual "Valeria,  ¿dónde está la pelota?" Y la cogió, No me extrañó, porque es uno de sus juguetes favoritos y entre las 5 opciones que tenía, para ella era la más golosa, así que pensé que era casualidad. Sin embargo, le preguntó por la cuchara y la cogió también!! Y la definitiva fue cuando le pidió el caballo y también lo supo coger. No logró darle el peine, cuando se lo pedía Valeria cogía el caballo, o la pelota, pro creo que es porque eran los que más le gustaban y ya estaba cansada, de hecho protestaba. Ella quería coger el caballo y la psicóloga se lo quitaba y le pedía el peine y la pobre me miraba con una cara de regañada que me partía el alma...
La psicóloga me dijo que estaba muy bien, que para la edad que tenía había discriminado muy bien.
En el siguiente juego, sacó una botella pequeña de agua que tenía unas bolitas de madrea dentro. Sacó una bolita y luego la metió, la volvió a sacar y le pidió a Valeria que lo hiciera ella. Y lo hizo, lo cual está muy bien, porque indica que va muy bien en motricidad fina, que entiende lo que se le pide y que intenta imitar.
Y el siguiente juego era de poner un círculo de madera en su hueco en un puzzle, pero Valeria no quería saber nada, ya estaba cansada, si tenemos en cuenta que estuvo más de media hora sentada, que es todo un record...
En cuanto al ¡no!, cuando Valeria fue a tocar unos cables, la psicóloga le dijo no y Valeria se paró, pero no parecía entender muy bien. La psicóloga me explicó que aún es pequeña y que aún no entiende qué es lo que no puede hacer, si bien por el tono percibe que debe parar pero no acaba de entender qué es lo que en cada caso se le dice que no haga, con lo que es normal que una vez pasada la sorpresa inicial del ¡no! vuelva a intentar hacer lo que se le ha pedido que no haga.
Lo de llevarse cosas a la boca, me dijo que es una tendencia que tiene cuando no sabe muy bien para qué es un objeto, entonces ella tiende a experimentar llevándoselo a la boca... que en esos casos le enseñemos para qué sirve el objeto y en teoría dejará de llevarlo a la boca. No estoy muy de acuerdo con esto, porque sabe de sobra para qué son los zapatos pero ella insiste en chuperretearlos y morderlos, es una fijación que no entiendo y no sé cómo evitar...
Por lo demás, que está muy bien, más cerca de la edad cronológica que de la corregida. Que le preocupa que lo inquieta que es le impida aprender y que la citará en unos meses a ver cómo sigue.  Que su inquietud, aparte de por carácter, es muy típica de prematuros y que el apgar tan bajo que tuvo Valeria la pone aún más en grupo de riesgo, que no tiene por qué pasar nada, pero que prefiere hacerle un seguimiento.
Así que estamos más que satisfechos por ahora.

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