Revista Historia

Auge y caída de los dioses

Por Que_historia
De las revoluciones atlánticas a las guerras civiles Europeas.
Auge y caída de los dioses
Este libro, se podría también titular “De Paris a Nueva York” o “De Londres a Washington”. Por qué, se preguntará el lector. Este cuarteto de capitales ha sido el eje central de la actividad cultural y política en los últimos doscientos años –período de tiempo en el que transcurre una buena parte de este ensayo- siendo Francia la cuna del enciclopedismo y la revolución, la moda y el arte de vanguardia, como Inglaterra lo fue del liberalismo, el comercio y el imperialismo. Estos rasgos se trasladaron –al acabar la II. ª Guerra Mundial- a los epicentros de Nueva York –sede de la ONU y meca del arte, el periodismo y todo lo fashion actual, mientras que Washington es la capital de un nuevo orden mundial basado en la democracia, el control de los mercados y su fuerza militar. ¿Qué pasó para que Paris se trasladara a la Gran Manzana y Londres, de las orillas del Támesis a las del Potomac?
En Auge y caída de los dioses, se pretende plasmar el desarrollo cultural, político, social y económico que llevó al dominio del mundo, por parte de una Europa orgullosa de sí misma, hasta el suicidio colectivo que supusieron las dos guerras civiles del viejo mundo. Una Civilización que se olvidó de sus raíces y se encontró sola frente a sus propios monstruos, que la llevaron a la destrucción y al paso a un segundo plano en la esfera internacional.
Sinopsis
Este libro titulado Auge y caída de los dioses. De las revoluciones atlánticas a las guerras civiles europeas del Dr. Juan Ignacio Vargas Ezquerra, pretende algo muy osado, como tratar de explicar la historia del mundo en sus dos últimos siglos. Precisamente aquellos que han conformado el sustrato más cercano a nuestra realidad actual. Pero el resultado ha sido sobresaliente, y especialmente por el estilo pedagógico, fruto de sus años como docente, que de forma sencilla explica al gran público. Un periodo, en el cual los principales hechos históricos que se describen son lo que construyeron la complejidad en la cual vivimos. El autor ha sabido seguir bien las enseñanzas de sus maestros.
La Historia es el análisis de los hechos de manera que, a partir de ellos, comprendamos la naturaleza de los elementos que intervienen en los mismos. Se trata de conocer y comprender los hechos en correspondencia con la realidad, y de ahí extraer la razón de la Historia, en expresión de Ortega y Gasset. Por eso la Historia, a pesar de lo que se escucha en demasiadas ocasiones, es una disciplina de carácter eminentemente objetivo: porque se trata de desentrañar la naturaleza real de lo que ha ocurrido en el pasado, no de interpretar ese pasado en función de una idea arbitraria o de una mera visión subjetiva del mundo.
El historiador es una persona que de forma continuada, como los niños pequeños, se pregunta ¿por qué? Ya Herodoto en la lejana Grecia emitió la razón de la historia, cuyo objetivo era conservar el recuerdo de las hazañas de los griegos y los bárbaros, pero también decir la causa de sus luchas. Para los historiadores contemporáneos, “es la ciencia que estudia cierto tipo de acontecimientos; es la ciencia de las sociedades humanas y de sus cambios en el tiempo; es la narración de hechos que han ocurrido; es el estudio del pasado; son las huellas que ha dejado nuestro pasado; es una sucesión de acontecimientos; es la sucesión de todos los hechos que configuran el pasado del hombre; son todas las vivencias que experimentó la humanidad en su conjunto”. Cada maestro ha querido dejar su concepto, desde el gran Lucien Febvre, que designaba la historia como un estudio de las diversas creaciones de los hombres; al británico E.H. Carr, que la definía como un proceso de la investigación en el pasado del hombre en sociedad; o el holandés Johan Huizinga, que mostraba la historia como una cultura que rinde cuentas de su pasado.
Sin embargo, después de tanto reflexionar, se suele imponer la opinión más sencilla: “la historia, que no es otra cosa que la vida de los hombres y por tanto vida en el tiempo, tiene como sentido último que el hombre, en su seno, en el mecerse de su ritmo, llegue a ser hombre. Que cada hombre llegue a ser lo que tiene que ser. Es claro que todas estas afirmaciones presuponen la realidad de un Dios que es Creador (ha hecho al hombre de una forma determinada) y providence (marca las pautas esenciales a las que habrá de ajustarse el hombre para llegar a ser lo que tienen que ser).
En este aspecto, el Dr. Vargas nos ha sabido relatar cómo –desde finales del siglo XVIII hasta mediados del XX-, la sociedad europea se enfrentó al reto de una modernidad que transformaba el mundo material y socialmente. Por un lado, un capitalismo emergente, dentro de un liberalismo político, que defendía un individualismo radical e independiente de toda visión trascendente del mundo. Por otro lado, un socialismo transformador que desembocaba en la búsqueda de una sociedad ideal ordenada por un Estado omnipresente, pero donde el hombre formaba una partícula lo suficientemente pequeña para no poder alterar el ritmo de la sociedad perfecta, si se equivocaba. La revolución rusa de 1917 sustituyó a la francesa como icono de los revolucionarios, donde un nuevo modelo social sin Dios se hacía presente. Del mismo modo, la tentación del totalitarismo racial vinculado a un nacionalismo surgido en el orgullo de una nación que miraba por encima a sus vecinos y que arreó las dos grandes guerras civiles europeas de 1914 y 1939, pasando el testigo político y cultural de Londres a Washington y de Paris a Nueva York, respectivamente Un libro que recomendamos que lean con deleite, porque es una obra narrativa donde se intenta explicar, con gran sentido de madurez, la línea argumental de la historia de la humanidad. Una obra hecha para disfrutar, aprender y, con ella, saber entender el presente de la realidad que nos rodea.
Sobre el  autor
Gerente Cultural y Doctor en Historia, Juan Ignacio Vargas Ezquerra se licenció y doctoró en Filosofía y Letras (Universidad de Navarra y Universidad de Zaragoza), es miembro ordinario de la Asociación Española de Americanistas y de la Asociación Española de Amigos de los Castillos Participante en congresos y simposios internacionales, publica numerosos ensayos históricos y artículos culturales en diversos medios. Amante de las redes sociales 2.0 (@jivargase), dirige la bitácora cultural ¡Averígüelo Vargas! y es autor de Auge y caída de los dioses (2012) y Un hombre contra un continente (2010), así como coautor de Las cortes de Cádiz, la Constitución de 1812 y las Independencias Nacionales en América (2011), Una crisis atlántica (2010), Orbis Incognitus (2008) y Cánovas y su Época (1999).
El próximo martes  29 de Enero de 2013 tendréis la oportunidad de acudir a la presentación de este libro en Fnac L'Illa de Barcelona a las 20:00h, ¡no os lo perdáis!
VARGAS EZQUERRA, Juan Ignacio, Auge y caída de los dioses.De las revoluciones atlánticas a las guerras civiles europeas, Madrid, Every View, 2012
ISBN 978-84-938650-7-8

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