Aumentan un 36 por ciento las bandas desarticuladas en Castilla y León
- El robo con fuerza es la principal actividad de las organizaciones delictivas en la región
Robo, tráfico de droga, blanqueo de capitales y estafa. Estas son las actividades delictivas que sientan en Castilla y León las bases del crimen organizado. Unas estructuras entre las que priman los integrantes españoles, con importante presencia de rumanos y colombianos y en las que se están colando con fuerza nigerianos e indios. En 2011 fueron treinta los grupos desarticulados en la Comunidad, una cantidad que supuso que en ese ejercicio se incrementará en un 36 por ciento el volumen de colectivos desenmascarados en comparación con aquellos cuya actividad cesó en 2010.
«La criminalidad organizada no tiene un nivel de influencia significativo en el índice de criminalidad de la Comunidad», según se explica en la Memoria de la Fiscalía en 2011. Sin embargo, Castilla y León no es ajena a estas bandas y aunque son mucho menores a las de otros territorios, la región fue en 2011 la quinta con más grupos conocidos. En total eran 47, al igual que en Galicia y las Islas Canarias. Por encima se encontraban Andalucía (225) , Cataluña (191), Comunidad Valenciana (169) y Castilla-La Mancha (73), pero de entre aquellos territorios en los que no destaca especialmente este tipo de estructuras, la región cobró protagonismo sobre otras como a La Rioja, que sólo contabilizó nueve en dicho ejercicio.
La evolución de los últimos años muestra una tendencia a la baja de los grupos criminales conocidos en la Comunidad, según recoge la memoria del Centro de Inteligencia Contra el Crimen Organizado (CICO), y que se han reducido en un 18 por ciento desde 2009. Al mismo tiempo, la investigación ha mejorado notablemente sus resultados y la tasa de desarticulación respecto al total de bandas ha aumentado. Y es que si en dicho año se había desenmascarado a un sesenta por ciento de las organizaciones, en 2010 este índice de efectividad se redujo al 45 por ciento y en 2011 se elevó, desmantelándose el 63 por ciento de las bandas conocidas, mientras que otro 31 por ciento también recibió un toque policial con resultados, en este caso, parciales. Así, sólo un cuatro por ciento continuaron activas e intactas al concluir 2011.
Viviendas
La radiografía del crimen organizado de la Comunidad señala al robo con fuerza como principal actividad delictiva. Esta modalidad concentró entorno a ella el 31 por ciento de los grupos organizados en 2011, casi el doble que las bandas que se dedicaban al blanqueo de capitales, la estafa o el robo con violencia e intimidación. Destacan, por ejemplo, algunas operaciones policiales relacionadas con robos y hurtos en la provincia de Burgos, siendo «especialmente alarmantes los producidos en centros de transformación eléctricas o viviendas unifamiliares», señalan desde la Fiscalía.
El robo como seña de identidad de las bandas ha cobrado protagonismo en los últimos años y ha desbancado al tráfico de drogas como la líder del crimen organizado. La comercialización de cocaína cambió en 2011 la tendencia de los tres años anteriores en los que ésta actividad había sido la más popular. No obstante, su segundo puesto no le releva a la desaparición, ya que el 19 por ciento de las estructuras delictivas tenían en 2011 esta dedicación.
Así, en 2011 destacan actuaciones aisladas en León y operaciones importantes en Palencia como fueron la desarticulación de una organización criminal internacional de tráfico de cocaína, con la detención de 10 personas en dicha provincia, y también en Burgos y Valladolid, la aprehensión de 8,6 kilogramos de droga que procedente de Colombia era introducida en España a través de el aeropuerto de Sondica (Vizcaya) y la desarticulación de un laboratorio dedicado a la transformación y corte de la droga que actuaba desde Madrid.
«Neutralizada enseguida»
En otras provincias, sin perjuicio de algunas actuaciones ocasionales, «no se producen manifestaciones de compartimientos delictivos atribuibles a grupos organizados», señala la Fiscalía. Es el caso de Segovia, Soria, Ávila, Valladolid y Zamora. Distinta es la situación en Salamanca, donde la delincuencia organizada no se asienta porque «es enseguida localizada y neutralizada» por las fuerzas de seguridad. Por ello, destaca la inexistencia de grupos españoles o extranjeros que tengan su base delictiva en dicha provincia, aunque si se produjeron en 2011 actuaciones aisladas como la detención de 10 personas por tráfico de hachís o de 19 personas de nacionalidad rumana por numerosos robos con fuerza en las cosas.
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