La cirugía de aumento de mamas se realiza en un quirófano, dentro de una clínica u hospital. Suele ser preciso el ingreso, dándose el alta al final del día o al día siguiente, en función de cómo se haya realizado la cirugía y de la paciente. La cirugía de aumento de mamas se realiza bajo anestesia general, permaneciendo la paciente dormida durante la operación.
Se considera ayuno, no ingerir líquidos ni sólidos. Es muy importante dejar pasar un cierto número de horas desde la última vez que se ingirió algo de comida o bebida, ya que si han pasado pocas horas, se pueden producir vómitos abundantes que pueden complicar la intervención.
En pacientes sanas se considera que es necesario ayunar un periodo mínimo de 4 horas para líquidos claros (agua, zumos sin pulpa, infusiones…) y 6 horas para sólidos. Estos son los tiempos mínimos. En pacientes diabéticos, con problemas digestivos (p.ej. hernia de hiato), embarazadas, obstrucciones intestinales, etc., estos tiempos tienen que ser mayores, ya que el vaciamiento gástrico está enlentecido y los mecanismos antirreflujo no funcionan adecuadamente.
Si el procedimiento de aumento de mamas va a tener lugar por la tarde, como mínimo la última ingesta para líquidos claros será 4 horas y para sólidos 6 horas, teniendo en cuenta que cuanto más tiempo haya pasado desde la última ingesta, menos riesgos habrá.
Qué implantes se eligen para el aumento de mamas
Recientemente se ha descrito una disminución general en el tamaño de los implantes que se están utilizando en las operaciones de aumento de mamas. Esta actitud puede ser interesante y beneficiosa para las pacientes por varios motivos: en primer lugar las mamas más naturales son aquellas que tienen un tamaño más armonioso y acorde al cuerpo de la persona. La desproporción entre el tamaño de la mujer y el de la mama puede dar aspecto de obesidad.
Además, los aumentos moderados permiten a la mujer tener unas formas más femeninas sin que “se note” que se ha operado.
En segundo lugar, las mamas de tamaño moderado suelen aguantar mejor el paso del tiempo. Las mamas más grandes y pesadas tienden a caer más con los años, mientras que las más pequeñas tienen más probabilidades de conservar su forma.
Además, la piel que se ha estirado mucho sufre cierta atrofia, por lo que el resultado es menos natural y la prótesis se nota más, tanto visualmente como con el tacto.
En tercer lugar, con el paso de los años es posible que se requiera alguna intervención por rotura del implante, o porque se haya perdido la forma inicial de las mamas. La re-intervención pasados unos años suele ser más sencilla cuando los implantes tienen un volumen más pequeño, ya que la evolución a la “caída de los pechos” (ptosis) puede resolverse hasta cierto punto aumentando el tamaño de los implantes mamarios. De cualquier forma, recomendamos siempre utilizar los implantes indicados por el fabricante para cada paciente en función de sus medidas, minimizando así el riesgo de complicaciones después de la intervención de aumento de mamas.
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