Revista Comunicación

Aún no

Publicado el 24 julio 2011 por Moniruki
La energía que uno derrocha siendo niño, esa energía que uno cree inagotable, se escapa entre los dieciocho y los veintidós años reemplazada por algo mucho menos brillante y más falso. No es nada notable porque no aparece de un momento al otro, con un estallido. Y eso es lo que da miedo. El hecho de que uno NO deja súbitamente de ser niño. Ese niño que llevamos dentro se escurre poco a poco, tal como el aire de un neumático pinchado. Y un día, al mirarnos al espejo, nos encontramos con la imagen de un adulto. Puedes seguir llevando vaqueros, asistir a conciertos de rock, puedes teñirte el pelo, pero la cara del espejo seguirá siendo la cara de un adulto.
Tal vez todo esto ocurre mientras dormimos, como la visita del ratoncito Pérez cuando se lleva los dientes de leche.
¡No quiero hacerme mayor! aún no. Aún no...
Aún no

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