Revista Bares y Restaurantes

Auténtico Bizcocho casero: Receta y Errores comunes

Por Carlos @gastrocriticval
Auténtico Bizcocho casero: Receta y Errores comunesLa repostería y la cocina aunque pertenezcan a la misma rama pueden ser mundos y profesiones
completamente distintas. Es complicado encontrar cocineros que realmente sean expertos en ambas materias, por lo que habitualmente suelen especializarse en una de las dos para poder sacar su mayor potencial.
Echando un vistazo al blog, me he dado cuenta que no suelo escribir mucho sobre la repostería, así que he decidido hacer una pequeña entrada para, lo que yo considero, una de las elaboraciones principales y que más usos se le da en la repostería. Estoy hablando ni más ni menos que del bizcocho.
Existen infinidad de recetas de bizcocho, y estas son utilizadas para llegar a otras más avanzadas o bien como elaboración única. ¿A quién no le gusta un bizcocho casero para desayunar y mojar con la leche o el café?
Pues bien, aquí os voy a dejar una receta básica del bizcocho o más bien conocida en repostería como bizcocho ligero, pudiendo utilizarla tanto para esos desayunos estupendos como para hacer deliciosos pasteles.
Antes de empezar con la receta, debéis recordar que el bizcocho ligero o básico de repostería lleva solo 3 ingredientes: Huevos, Azúcar y Harina. Cualquier ingrediente utilizado en otras recetas o elaboraciones son añadidos que transforman la receta original en otra, que puede estar igual de buena o mejor, pero ya no se consideraría un bizcocho básico. Así que con este pequeño apunte empecemos con la receta.
Ingredientes:
  • 4 Huevos (Evitar que estén fríos)
  • 120 gr. Harina
  • 120 gr. Azúcar

Elaboración: 
 
  1. Precalentar el horno a 180º.
  2. Preparar el molde, engrasándolo con mantequilla y enharinándolo ligeramente.
  3. Montar los huevos junto con el azúcar.
  4. Dejar de batir cuando la mezcla haya triplicado su volumen.
  5. Retirar la varilla e incorporar la harina (tamizada previamente) poco a poco en forma de lluvia, mezclando delicadamente con la mano abierta, girando a la vez el recipiente. 
  6. Verter la masa en el molde, llenando tres cuartas partes.
  7. Cocer el bizcocho durante 20-25 minutos aproximádamente, procurando no abrir la puerta del horno hasta que esté ligeramente dorado. Recordar comprobar su cocción con un elemento afilado, si este sale limpio es que ya estará listo.
  8. Dar la vuelta en caliente sobre una rejilla y dejar enfriar.

Aunque parezcan muchos pasos, luego es mucho más fácil de lo que parece. En lo que más deberíais prestarle atención es a la hora de mezclar la harina con la masa de huevos y azúcar, ya que en ese momento es cuando más aire puede perder y dependerá mucho la esponjosidad del resultado final.
Con estos pasos ya tendréis vuestro bizcocho preparado y listo para el uso que vosotros queráis darle, pero no quiero terminar el post de hoy sin solucionar algunos de los errores o preguntas comunes que suelen producirse durante la elaboración.
  • ¡¡¡Me ha salido una brecha!!!: Esto puede producirse debido a la alta temperatura del horno. Aunque hayas seguido al pie de la letra los pasos, cada horno funciona de forma diferente, así que si este es tu caso tendrás que pillarle el truco a tu horno e ir jugando un poco con la temperatura.
  • Se me hunde la parte interior del bizcocho: En esta ocasión ha podido ser por la baja temperatura o porque has abierto la puerta del horno durante el proceso de horneado, dejando entrar aire frío. En las elaboraciones de bizcocho con mantequilla (aunque no es nuestro caso) puede ser por el exceso de esta.
  • Mi bizcocho está muy seco: Principalmente suele producirse por tres motivos, la temperatura del horno es muy baja y has tenido que dejarlo más tiempo de cocción, te has pasado añadiéndole harina o se ha removido en exceso la masa antes de hornear.
  • El bizcocho no se ha dorado bien: También suele ser culpa de una temperatura baja. En el caso de que hayáis utilizado varios moldes y estén demasiado juntos, la temperatura puede no haber pasado correctamente a través de ellos.
  • Se me ha quemado por la parte superior y en los lados, pero no por el centro: Aquí la culpa la tiene una temperatura excesiva o por haber estado demasiado cerca del techo del horno. No te preocupes, si el centro del bizcocho no está quemado puedes salvarlo recortando esas partes quemadas y dándole otro uso al bizcocho, por ejemplo cubriéndolo con elaboraciones pasteleras y creando una deliciosa tarta.

Ahora si que si, ya hemos llegado al final de este post. Espero que os haya sido útil esta receta y sus truquillos. Os animo a preparar algún bizcocho y me contéis que tal os ha ido.

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