Autoengaño

Nada hay más absurdo que el autoengaño de domingo por la tarde. Ya contaba Prosperaenmedio hace unas semanas el horror de sus domingos. A la pereza de su relato incorporo las mentiras que una se profesa a sí misma; y les juro que me creo durante un rato los planes que me aseguro que cumpliré y que semana tras semana incumplo. Sobre todo, aquellos que me programo para después de dormir a las niñas. FALSO. Todo falso. Y lo peor es que superado el tiempo de creencia ciega en esos propósitos, al segundo sé que no lo voy a hacer. En mi descargo, siempre hay una eximente que me lava un poco la mala imagen que me doy mí misma -menos mal que no se lo prometo a nadie salvo a mí-: el cansancio nivel Dios que me ahoga los findes, sí, esos que se inventaron para descansar.

Anoche me dije: "Me tumbo unos minutos con una de #lasgolfiantas en su cama para que se duerma y me levanto rapidito a escribir el post de mañana que tengo pendiente". Bien, pues pasó una hora, tres intentos de levantarme a escribir estas líneas y acabé metiendo a la niña en mi cama y pasando de hacer nada porque no me aguantaba dos minutos más en pie 😩.

Confirmado el autoengaño de otro nuevo domingo por la tarde-noche, hay que buscar nuevos recursos para no fallar a la cita periódica con Siempreenmedio. Mientras una manita se empeña en llevar la mía a su espalda para que le haga cosquillitas, con la otra desarrollo habilidades nunca imaginadas, como la de escribir estas líneas en las notas de mi móvil con una sola mano y no cejar en el empeño al minuto y medio. TE sale un txto lleno de erratas, clro, q luego t ves obligda a corrwgir y pasr a limpio, cmo decíamos en el onstituto.

Así las cosas, creo que los lunes no son buenos días para el blog, porque si lo dejo para el domingo anterior pueden salirme churros como este. "Pide disculpas, Naima, no te queda otra", pienso. Así que ¡mis disculpas a todos! No son ustedes culpables de mi autogaño.

*Foto de portada, http://www.gestionvitalhoy.com