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Autoestima, el motor que nos impulsa

Publicado el 22 abril 2016 por Doloronline
Autoestima, el motor que nos impulsaLa percepción que tenemos de nosotros mismos es lo que se conoce por autoestima, constituye un factor determinante en lo que será la vida de cada individuo. Contar con una autoestima positiva es producto de la interacción de factores como las creencias, valores así como la posibilidad de cumplir los sueños y proyectos de vida, constituyendo el mejor camino a la felicidad.

Desde nuestro nacimiento tenemos un plan, pero más allá del concepto divino de una misión en la vida, se trata más bien de lo que nuestros padres han soñado que sea nuestra vida y de lo que nosotros mismos soñamos, logremos realizarlo o no.

Cuando ambos planes se encuentran alineados probablemente todo irá bien y ambas partes se verán realizadas, pero cuando las ideas divergen cambia el panorama y con seguridad alguna de las partes no logrará cumplir sus sueños. Ambas situaciones tendrán una enorme repercusión en la conducta futura, así como en las emociones del individuo para consigo y para con su entorno.

Durante la crianza además de inculcarse valores, creencias, hábitos y modelos conductuales, se comienza a dar forma a lo que quizá es el sentimiento más importante que una persona puede tener, su autoestima. Se trata de la actitud y creencias hacia uno mismo, que determinará la forma en que nos relacionaremos con nosotros y con los demás, es una percepción que va a definir qué tan lejos podemos llegar en el camino de la vida.

Tener una buena autoestima es un motor que impulsa el crecimiento y desarrollo personal, es una fuerza que ayuda a resistir y afrontar las dificultades, adaptarse al entorno, ser más perseverantes así como manejar los ataques y la información negativa de terceros sobre uno mismo de forma crítica. Una baja autoestima por su parte es el mayor freno y el mayor obstáculo que se pueda tener.

Otro aspecto sobre el que la autoestima tiene un gran impacto es sobre el estado de salud. Muchos trastornos de la mente se sustentan en una baja autoestima, como es el caso de enfermedades como la depresión, algunos trastornos de la personalidad e incluso condiciones como los trastornos alimenticios.

Más allá de la esfera mental, debemos recordar que los pensamientos generan emociones, que cuando se basan en la frustración, la ira y la tristeza son capaces de llevar al desarrollo de conductas poco saludables, pudiendo además constituirse en factores que causen perturbaciones químicas que desencadenen enfermedades físicas como infecciones a repetición, trastornos autoinmunes o incluso el cáncer, terreno muy bien estudiado por la Psiconeuroinmunología.

De la autoestima individual a la autoestima grupal

Un factor que contribuye a fortalecer la autoestima es la pertenencia grupal, el sentirse aceptado y parte integrante de un grupo refuerza los sentimientos de autovaloración y autoaceptación, en especial si se tienen una posición más favorable que otros miembros del grupo, o bien si se tienen fallas que el grupo acepta y brinda el apoyo para poder superarlas.

A su vez, la interrelación con el grupo fortalece los lazos sociales así como el sentido de pertenencia, al tiempo que es una fuente de valores fundamentales, que en la medida que se asemejan a la percepción de sí mismo se convierten en un factor potenciador y reforzador de la autoestima.

Debemos trabajar en nuestra autoestima

Autoestima, el motor que nos impulsa

Como vemos la autoestima no es un simple concepto más de la psicología, es lo que nos mueve, lo que permite que una persona se defina a sí misma afectando profundamente la forma de ser, de estar, de sentirse y relacionarse lo que finalmente influirá en la forma de afrontar el día a día, de lograr los objetivos e incluso la posibilidad de alcanzar el más grande anhelo, la felicidad.

Mantener y fortalecer niveles altos de autoestima es el camino a lograr el desarrollo pleno del ser, sin embargo no se logra con verse al espejo y darse una palmadita en el hombro, no es tan fácil; tampoco se trata de un estado narcisista en el que la visión distorsionada de quien lo padece lo lleva a ocultar los defectos aparentando ser un cúmulo de virtudes. La autoestima es algo que se construye, basándose en la búsqueda del equilibrio entre virtudes y defectos, llegando a aceptar y a convivir con ambos por igual, muchos autores han propuesto una relación directa entre la autoestima y el ego.

Este equilibrio no siempre es algo sólido, más bien es algo que cuesta mantener ya que diariamente son muchos los embates que enfrentamos en las distintas situaciones cotidianas capaces de derrumbarlo si no estamos atentos. Tal es el caso de los conflictos interpersonales, la competitividad de entornos como el laboral, los problemas en la pareja, dificultades económicas y la presencia de trastornos limitativos como la discapacidad física, entre muchos otros.

Como fortalecer la autoestima

La autoestima es una herramienta que nos permite enfrentarnos al mundo cada día, y como tal debemos calibrarla y mantenerla en las mejores condiciones que sea posible.

Quizá la clave en todo esto es partir de un conocimiento profundo de uno mismo, con los aspectos favorables y desfavorables en relación al modelo idealizado de lo que queremos llegar a ser, este conocimiento además debe contar con la autoaceptación o capacidad de aceptarnos a nosotros mismos. A partir de este punto es posible trazar la ruta desde lo que somos a lo que queremos llegar a ser con la finalidad de mejorar como personas.

Además de esta conciencia es necesario evaluar las conductas, ya que las actividades que se llevan a cabo son capaces de retroalimentar las percepciones y reforzar la autoestima. Por esta razón es posible fortalecer la autoestima a partir de intervenciones conductuales tanto en pro de uno mismo como en pro de los demás, lo cual describiremos a continuación.

Fortaleciendo la autoestima a través del cumplimiento de objetivos

Luchar por un objetivo puede ser una tarea ardua, las personas con una baja autoestima pueden enfocarse en ver las dificultades a lo largo del camino y sus posibles consecuencias llegando a deseperanzarse y dejar de lado su búsqueda, lo que lleva al fracaso y a la creación o reforzamiento de una imagen negativa que terminará por darle un duro golpe a una autoestima bastante pobre.

Por suerte no todas las personas actúan de esta manera, muchas otras son capaces de ver la búsqueda por realizar, o el objetivo a cumplir, como una tarea que puede ser ejecutada y lograda. Estas personas son capaces de afrontar el estrés y la ansiedad de forma proactiva, lo que aumenta las posibilidades de éxito, convirtiéndose así en una fuente de gratificación. Muchas veces esto se logra al concientizar el problema a solucionar y evaluar el mejor curso a seguir, tomando en consideración los posibles escenarios que puedan presentarse y el camino a seguir en cada caso.

De esta manera uno de los senderos a la construcción de un estado de autoestima positiva y robusta es el planteamiento de metas seguido por el enfoque a en cumplimiento, evitando las distracciones y el desánimo. La consecución de los objetivos producto de la constancia, la perseverancia son elementos potenciadores de la percepción favorable de uno mismo, convirtiéndose en un potenciador de la autoestima, lo que creara las condiciones de confianza y seguridad para continuar llevando a cabo la consecución de nuevas metas y objetivos.

Fortaleciendo la autoestima a través de la ayuda a otros

Autoestima, el motor que nos impulsa
Otra forma de reforzar y aumentar la autoestima es mediante la potenciación de valores como la bondad, la solidaridad y el amor por los demás.

Apoyar a otros es una forma de reivindicarse con uno mismo y mejorar nuestra propia percepción, así como la forma en la que nos ven los demás. Hacer algo por otro es un acto altruista que brinda satisfacción, además es una forma de reforzar nuestros propios valores lo que finalmente mejora la autoestima.

Por otra parte, desde un punto de vista evolucionista, ayudar a otros permite que seamos socialmente más aceptados, lo que redundara en una mayor sensación de confianza y pertenencia. Esta aceptación se basa en el hecho de que la cooperación favorece la supervivencia, que es uno de los objetivos de la creación de los grupos sociales.

Soy más feliz cuando tus logros son también mis logros

Una tercera opción para mejorar la autoestima es combinar ambas formas de fortalecerla, es decir, logrando nuestros objetivos y ayudando a los demás, lo que puede alcanzarse al lograr las metas propias siendo una de esas metas ayudar a los demás.

Este tipo de acciones humanistas hace que no solo aumente la autoestima sino también la felicidad, ya que preocuparse y ayudar a otras personas es una de las acciones más gratificantes que existen.

En el camino a ayudar a otros, sin darnos cuenta nos ayudamos a nosotros mismos, cuando esta ayuda se hace de forma sincera y desinteresada, crecemos como personas, mejoramos nuestra autopercepción y experimentamos una sensación de bienestar que se convierte en un gran impulsor hacia la consecución de nuevos logros.


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