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Automedicación animal

Publicado el 23 enero 2015 por Acercaciencia @acercaciencia

¿Alguna viste a un perro comer hierba o pasto? Si tu respuesta es , entonces fuiste testigo de un tipo de ‘automedicación’ animal. Se piensa que el perro se sacaría el malestar digestivo al comer hierba, la cual luego puede provocarle un vómito o eliminarla en las heces.

Este post trata sobre ciertos animales que utilizan ‘medicinas’ disponibles en la Naturaleza para prevenir o curar sus dolencias.

El ‘botiquín’ de los animales

Hay animales que ingieren plantas que les hacen sentir mejor, que son preventivas para ciertas enfermedades o que los desparasitan o mejoran su digestión.

La rama de la ciencia que estudia la automedicación animal es llamada zoofarmacognosia (zoopharmacognosy en inglés) y deriva de las palabras griegas ‘zoo’ (animal) ‘farma’ (grogas) y ‘gnosi’ (saber). Si bien los mecanismos fisiológicos y ¿psicológicos? (si fuese el caso) de esta práctica no están muy claros, incluye a todo comportamiento animal no humano que involucre el uso (ingesta sobre todo) de materiales disponibles en su entorno que mejoren o prevengan sus dolencias.

Chimpancé (créditos  Joel Shurkin et al., 2014)

Chimpancé (créditos Joel Shurkin et al., 2014)

Generalmente estas ‘medicinas’ provienen de plantas y la premisa fundamental de la zoofarmacognosia es que los materiales que se utilizan como medicina sean compuestos secundarios y no nutricionales de estos vegetales.

Por ejemplo, la corteza y la madera son sumamente fibrosas, muy lignificadas e incluso pueden resultar tóxicas, poco digeribles y contienen pocos nutrientes. No obstante, se ha observado que en determinadas ocasiones poco frecuentes son ingeridas por chimpancés y gorilas.

Aunque la evidencia puede resultar circunstancial aquí van algunos otros casos registrados de ‘automedicación’ en animales:

-Osos, ciervos, alces, así como también los grandes simios, son conocidos por consumir plantas medicinales.
-Algunas lagartijas, para responder a la mordedura de una serpiente venenosa, consumen ciertas raíces para contrarrestar el veneno.
-Los primates babuinos en Etiopía comen las hojas de una planta para combatir los gusanos planos que causan la enfermedad parasitaria de esquistosomiasis.
-Guacamayas rojas y verdes, junto con muchos animales, comen arcilla para ayudar a la digestión y matar a las bacterias.
-Los monos choro araña hembras en Brasil, consumen plantas en su dieta para aumentar o disminuir su fertilidad.
-Las primates lémures preñadas de Madagascar pican hojas y corteza de tamarindo e higueras para ayudar en la producción de leche, matar a los parásitos, y aumentar las posibilidades de un parto exitoso.
-Las elefantas preñadas en Kenia comen las hojas de algunos árboles para inducir el parto.

Los grandes simios

En la década de los 60s distintos investigadores registraron el siguiente comportamiento en simios: tragaban, sin masticar, hojas enteras de ciertas plantas que eran poco frecuentes en sus dietas. La interpretación fue, si no las mastican, pierden su valor nutricional y entonces… ¿por qué lo hacen?

En 1966, el biólogo estadounidense Michael Huffman sugirió por primera vez que ciertos primates se automedicaban. A esta conclusión llegó al observar que un chimpancé estreñido y con parásitos se mejoró completamente al otro día de ingerir hojas de plantas que no estaban dentro de su dieta habitual. Se percató de que su dieta incluía ciertas hojas de plantas que eran también utilizadas, con un fin medicinal, por los hombres lugareños.

Actualmente Huffman es profesor asociado de la Universidad de Kyoto y durante años trabajó en el Instituto de Investigación de Primates de la misma universidad.

Vernonia amygdalina (créditos  Ijeh and Ejike 2011)

Esquema (izquierda) y foto (derecha) de Vernonia amygdalina (créditos Ijeh and Ejike 2011)

En su charla  TEDxOsaka del año 2012 menciona el caso particular del arbusto africano Vernonia amigdalina. Esta planta es utilizada por varias tribus africanas para tratar dolencias como malaria, fiebre y parásitos. Paradójicamente, esta planta también es utilizada por ciertos primates de la zona.

Estructura química de algunos fitocompuestos de V  amygdalina (créditos Ijeh and Ejike 2011)

Estructura química de algunos fitocompuestos de V amygdalina (créditos Ijeh and Ejike 2011)

Este arbusto es la planta medicinal más utilizada dentro del género Vernonia y se ha demostrado que tiene propiedades farmacológicas como antimicrobiano (antibacteriano, antifúngico, antiplasmodial etc), anti-cancerígeno o antioxidante.

De las hojas del arbusto se han podido aislar ciertos compuestos químicos que serían los que le confieren estas propiedades. Por ejemplo, se ha identificado el Vernodalol, que es un antibiótico, o la luteolina que es un antioxidante.

Se piensa que estos fitocompuestos podrían actuar individualmente o sinérgicamente y serían los principios activos que le confieren a la planta estas propiedades ‘medicinales’.

¿Comida o medicina?

A la hora de hablar sobre ‘automedicación’ en animales no humanos me surge la duda de si lo que está ingiriendo el animal realmente forma parte de su dieta o si puede ser un comportamiento circunstancial.

Huffman, luego de años de estudios y análisis ha establecido ciertos criterios para juzgar si realmente el animal se está automedicando:

1. La planta no puede ser de consumo habitual.
2. La misma debe aportar poco o ningún valor nutricional.
3. Debe ser consumida en épocas de mayor incidencia de infecciones o enfermedades.
4. No la consumen otros animales del grupo, solo los afectados.

Los científicos que investigan casos de zoofarmacognosia están convencidos de que los seres humanos pueden aprender de los animales, sobre todo en la búsqueda de nuevos medicamentos. Parte de la medicina popular probablemente venga de observar a los animales automedicarse, pero ojo y cuidado con los engañapichanga.

Bibliografía consultada

Ifeoma I. Ijeh and Chukwunonso E. C. C. Ejike. “Current perspectives on the medicinal potentials of Vernonia amygdalina Del..” Journal of Medicinal Plants Research 5, no. 7 (2011): 1051-1061.

Joel Shurkin News Feature: Animals that self-medicate. PNAS 2014 111 (49) 17339-17341; doi:10.1073/pnas.1419966111

Huffman, M. A. (1997), Current evidence for self-medication in primates: A multidisciplinary perspective. Am. J. Phys. Anthropol., 104: 171–200. doi: 10.1002/(SICI)1096-8644(1997)25+3.0.CO;2-7

Automedicación animal
por Emma O’Brien

Bióloga comprometida con la educación y divulgación de las Ciencias.
@emma_obrien_e

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Por  Angel Rafael Quispe Zare
publicado el 26 mayo a las 21:38

muy interesante, me gustaria ser parte de una investigacion en el futuro cercano.

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