Avance Deus Ex: Mankind Divided

El pasado 30 de junio, Koch Media nos invitó a sus oficinas a jugar y probar el primer acto de Deus Ex: Mankind Divided, la secuela de Deus Ex: Human Revolution, uno de los Action-RPG de mayor calidad de la pasada generación de consolas. Así pues, encantados de recibir dicha invitación, acudimos allí. Tras unas breves palabras de dos de los miembros del equipo de Eidos Montreal, a modo de introducción sobre el juego, y algunas necesarias advertencias sobre posibles bugs y fallos propios de una versión aún no definitiva, iniciamos nuestra partida.

Si sois de los que habéis estado siguiendo la distinta información que ha ido saliendo de Deus Ex: Mankind Divided, es probable que ya sepáis las premisas argumentales de esta nueva entrega, si no es el caso, procedemos a explicaroslas. Eso sí, sin entrar en ninguna clase de destripe que pueda estropear vuestra futura experiencia con el juego.

Los acontecimientos del juego serán posteriores a su predecesor, pero anteriores a los del primer Deus Ex, aparecido hace ya largo tiempo. Atrás ha quedado entonces la revolución de los aumentos, y ahora, después de lo sucedido en el final de Human Revolution, los aumentados sufren un apartheid. Es decir, los ciudadanos con aumentos son discriminados y tratados como ciudadanos de segunda, sus derechos violentados y sus libertades mermadas. Esto es algo que puede verse casi en cada rincón de Praga, una de las ciudades que pudimos visitar en nuestras horas de juego. Basta deambular unos metros por sus calles para ver carteles que llaman a la revolución o policías que arrestan sin motivo a ciudadanos aumentados. Pero no seremos únicamente espectadores de estos abusos, sino que los sufriremos en nuestras propias carnes, pues Adam Jensen, que repite como protagonista, es un aumentado. Por ello la policía nos pedirá nuestra identificación frecuentemente, nos prohibirán utilizar las zonas dedicadas a la gente <<normal>>, o nos encontraremos con desalmados que busquen aprovecharse de nosotros y nuestra condición de ciudadano sin derechos. Esto nos pareció un profundo acierto por parte de Eidos Montreal, pues nuevamente nos enfrentaremos a conflictos y situaciones en el que no será sencillo decidir qué es lo correcto. Como víctimas de dicho apartheid, nos resultó muy complicado no entender y comprender los motivos de los terroristas que perseguíamos, por lo que la toma de decisiones se volvía especialmente complicada.

Hay que decir, para aquellos que jugaran la anterior entrega, que Deus Ex: Mankind Divided continúa desarrollando las tramas que quedaron sin cerrar, como las conspiraciones que hay detrás de todo lo que sucede. También pudimos ser testigo del regreso de algún que otro personaje de Human Revolution, pero nos pidieron que no desveláramos su identidad a ser posible, y vamos a respetarlo para no estropear sorpresas. Otro que también retorna es el actor que puso la voz a Adam Jensen en español, puesto que el juego nos llegará completamente en nuestro idioma.

A nivel jugable, por lo que pudimos experimentar, Deus Ex: Mankind Divided mantiene las señas de identidad por las que la saga ha recibido tantas alabanzas, esto es, libertad de acción a la hora de resolver los objetivos. Como ya sucediera en anteriores entregas el modo que utilicemos para cumplir los objetivos planteados depende enteramente de nosotros. Dependerá de nuestro estilo de juego, de qué aumentos decidamos adquirir o potenciar, de qué equipo llevemos en nuestro inventario o de cuánto tiempo estemos dispuestos a invertir en el juego, entre otros factores.

Por ejemplo, en un momento de nuestra partida, se nos pedía que acudiésemos al taller secreto de un contacto para poner a punto nuestros aumentos. Para nuestra mala suerte, el sitio estaba siendo asaltado por criminales que nos impedían el paso al llegar allí. De haber querido, podríamos haber desenfundado nuestras armas y haber iniciado un tiroteo allí mismo, pero optamos por una solución menos peligrosa para nuestra integridad física. Explorando, descubrimos que había un acceso trasero al emplazamiento. sin embargo un control policial nos impedía el paso a no ser que <<pagásemos>> o adquiriésemos nuevas autorizaciones. Dado que estábamos sin blanca, acudimos a la guarida de los criminales que podían proporcionarnos los papeles. Allí decidimos hacer uso del sigilo, saltando por tejados, pirateando terminales y noqueando a los guardias que se nos interponían. En lugar de obtener los permisos, acabamos cumpliendo una serie de misiones secundarias que se nos abrieron al haber optado por este camino, y desmontamos la turbia operación de dicho control policial. Ahora teníamos vía libre para entrar por la parte de atrás que daba al taller de nuestro contacto, con más sigilo y habiéndolos cogido desprevenidos, acabamos eliminando a todos los asaltantes.

Esta es solo una muestra de cómo pueden afrontarse los conflictos en Deus Ex: Mankind Divided. En otros momentos de la partida también pudimos hacer uso de la labia de Adam Jensen, de rutas alternativas abiertas gracias a códigos descubiertos en ordenadores hackeados (se mantiene el minijuego de Human Revolution), etc. En este sentido, y como ya hemos dicho, no parece que esta secuela vaya a modificar en gran medida lo ya visto en la anterior entrega. En su lugar lo potencia con nuevos añadidos, puesto que hay toda una nueva serie de implantes que proporcionan habilidades de lo más potentes, como el Pirateo Remoto. Todos estos nuevos juguetitos vienen con un gran inconveniente, que es el consumo de energía. El cuerpo de Jensen sólo podrá aguantar un número determinado de implantes, por lo que habrá que desactivar algunos, para poder hacer uso de otros. Ya no habrá que gestionar solo en cuáles invertimos puntos de praxis, sino cuáles llevamos activos y cuáles desconectados.

Que la jugabilidad de Deus Ex: Mankind Divided va a ser uno de sus puntos fuertes parece fuera de toda duda. No obstante, uno de los apartados más flojos de Human Revolution fue su calidad gráfica. Aunque no era pobre, quedaba lejos de ser un título puntero en este aspecto al momento de ser lanzado. Deus Ex: Mankind Divided, parece que ha solventado ese pequeño traspiés con un apartado visual de gran calidad, si bien tampoco es soberbio. El diseño artístico es una gozada, y los escenarios vuelven a rendir a un gran nivel. Los modelados de los personajes, especialmente los principales, están muy trabajados y tienen muchos detalles, pero aún así hay otros que nos parecieron que no estaban tan mimados. No vamos a entrar en muchos más detalles a este aspecto, puesto que la versión que jugamos estaba aún en desarrollo y es más que probable que algunos errores y fallos que vimos no estén en la versión final.

Dónde no había fallos era en la banda sonora. Una vez más se encarga de su composición Michael McCann, pero esta vez con la ayuda de Sascha Dikiciyan, también conocido como Sonic Mayhem. Ambos reputados y galardonados compositores, que nos brindan una excelente banda sonora, que recuerda mucho a la que ya escuchamos en Human Revolution.

En resumen, las primeras seis horas de Deus Ex: Mankind Divided nos parecieron excelentes. Se nos viene encima un Action-RPG con multitud de posibilidades y una historia de lo más absorbente. A la espera de jugar la versión final el próximo 23 de agosto en PlayStation 4 y otras plataformas, de momento, y a tenor de lo probado, Deus Ex: Mankind Divided mejora y potencia lo que hizo grande a Deus Ex: Human Revolution, a la par que intenta solventar los puntos más flojos de aquel. Ya queda menos para echarle el guante, y a nosotros se nos está haciendo eterna la espera.