Azul y no tan rosa (2012)

Esta es la historia de Diego (Guillermo García), un joven fotógrafo de éxito que vive entre el glamour de las pasarelas de moda y al que le gusta cometer todo tipo de excesos. Pero, de repente, un trágico accidente le hace dar un cambio de timón de 180 grados: su socio está en coma. Diego debe hacerse cargo de su hijo Armando (Ignacio Montes), quien desconoce que su padre es homosexual.
Calificación: 7,293.
Tráiler de la Película

Ficha:
Título Original: Azul y no tan rosa.
Director: Miguel Ferrari.
Guionista: Miguel Ferrari.
Intérpretes: Guillermo García, Ignacio Montes, Hilda Abrahamz, Carolina Torres, Alexander Da Silva, Sócrates Serrano, Elba Escobar, Beatriz Valdés, Daniela Alvarado, Mauricio Gomez Amoretti, Aroldo Betancourt, William Goite, Ivan Gonzalez Roa, Juan Carlos Lares, Arlette Torres, Juan Jesús Valverde.
Productores: Rodolfo Cova, Miguel Ferrari, Antonio Hens Córdova.
Fotografía: Alexandra Henao.
Música: Sergio de la Puente.
Montaje: Miguel Angel Garcia.
Diseño de Producción: Marcelo Pont Vergés.
Diseño de Vestuario: Patricia Busquets.
Países: Venezuela, España.
Lugares de Rodaje: Madrid (España); Caracas (Venezuela).
Fechas de Rodaje: De 20-06-2011 a 01-11-2011.
Año: 2012.
Duración: 114 minutos.
Edad: No recomendada para menores de 16 años.
Género: Comedia, Drama.
Estreno: 25-04-2014.
Distribuidora: Kiss Comunicació, S. L.
WEB Oficial: Web Oficial de la película en España, Sitio Oficial.
Espectadores: 0.
Recaudación: 0 €.

Crítica:
30-04-2014 – ANTÓN MERIKAETXEBARRIA
Amor de hombres
El cine de temática gay se normaliza al ritmo que exige la sociedad actual, con lo cual las películas protagonizadas por homosexuales y lesbianas se expanden a lo largo y ancho de la gran pantalla. En "Azul y no tan rosa" le toca el turno a Venezuela, con un asunto nada baladí, las relaciones afectivas de una pareja de sarasas, situados en un tenso entorno familiar y en un momento particularmente conflictivo en el devenir histórico de la patria de Simón Bolívar. Como era de prever, la vertiente reivindicativa es lo más meritorio de la película, porque desde un punto de vista estrictamente cinematográfico es muy poquita cosa.
La tolerancia y la elección sexual son, por tanto, los elementos distintivos de este honesto y bienintencionado esfuerzo creativo, en el que participan hombres dispuestos a colmar sus impulsos sexuales, mujeres maltratadas, pintorescos transexuales y machismo galopante. Incluso en un momento determinado del filme, una de las protagonistas expresa su manera de pensar de la forma más brutal que quepa imaginar, cuando afirma: "Prefiero tener un hijo delincuente que maricón". Así pues, los estereotipos priman en esta ocasión sobre cualquier otra consideración.
Una película que nos remite a la película cubana "Fresa y chocolate" (Tomás Gutiérrez Alea y Juan Carlos Tabío, 1993), puesto que se pasa revista a una manera de entender la sexualidad, característica no sólo de Venezuela, sino de toda América latina. Una sexualidad, en general, que es una cuestión de piel, también mental, muy misteriosa, próxima y cálida, hasta el punto de que en muchos lugares es fácil comprobar cómo se comparte el gemido con la música. En fin, como decía Woody Allen sobre la bisexualidad, "inmediatamente dobla tus oportunidades para una cita el sábado noche". "Azul y no tan rosa" fue premiada con el Goya a la mejor película latinoamericana.
0 visitas