Baby you're rich man

El niño de clase media tiene todo lo que quiere y más, tiene el respeto de su gente si lo consigue, si les faltan el respeto a sus padres progenitores, ó tutores legales en su caso, herman@s, abuel@s y demás familia. Y es que son unos niños ricos.
Tiene todos los avances tecnológicos en sus manos, tiene un arma cibernética que da la vuelta al mundo, tiene todo y no sabe de nada de la vida.
Es llegar a la meta antes que empezar a correr, cuando todavía se aprende a andar, cuando nuestro camino está empezando a abrise, cuando todo empieza, él ya ha llegado, con sus premios por adelantado, sin nada por en medio, sin ningún trabajo, por que nuestro hijo es el mejor del mundo, porque lo va a aprobar todo, cuando ya empieza a frecuentar más los bares y cafeterías que la bibliotecas, cuando pierden la virginidad y la vergüenza, el respeto y la cordura, antes de aprobar la ESO.
Y es que son unos niños consentidos. Cuando un perfil de una página social que da la vuelta al mundo, es más importante que ir a ver a tu madre, a ver si le pasa algo o si necesita reconocer a su hij@, no nos damos cuenta, pero podemos estar perdiendo una generación, a la cual, alguien, más acertado o menos, ha catalogado de NI-NI. No hay nada, solo vacío.
Yo diría, fuera ya de matices superficiales, mi propia reflexión. Está claro desde tiempos inmemoriales que el dinero no nos va a dar la felicidad, aunque sí nos castiga, nos pinta la vida de colores, nos da sus caprichos, nos limpia la conciencia, por eso el dinero ha ido cogiendo cada vez más protagonismo, ha sido el artista que empezó de figurante en la función de la vida, pero poco a poco, dando poder a quien mejor le trata, adora, adula, ha ido creciendo su imagen, hasta constituir una sociedad capitalista, llena de engaños, para luego, hundirle en la miseria e irse con el ego hinchado y la música a otra parte, a silbarle su canción a otro con tal de llenar su orgullo y su prepotencia, de tal palo tal astilla se puede aplicar en este momento, el dinero nos transforma, nos vuelve estúpidos, en esclavos superfluos de la función de la vida. Esta de la cual, quizá sí el dinero, sepan el guión. Nadie más lo sabe.
El dinero es el vehículo de los monos triunfadores, una vez más los monos atacan, vuelven a la carga, con adulación, engaño, falacia, mentira bien pertrechada. Libérate de este poder de colores falsos, creados por el engañado ser humano, con tal de gobernar la mente humana, el mundo, y calmar su hambre de protagonismo y poder. Ha sido olvidado que el dinero no puede comprarnos Amor, no puede hacer pagarme tus besos, tu cariño en los malos momentos de tormenta, durante la revolución mental o física, que son los cambios de la vida diaria.
El dinero nos ciega y nos impide observar las pruebas de la vida, las trampas de los monos triunfadores, que utilizan el engaño del dinero, para darnos en la cara con sus zarpas peludas, llenas de falsedad. El dinero nos cambia, nos da otra forma de pensar, nos da sed de poder, de tener más y más, de ser una especie de cavernícolas con traje de Armani y lengua bípeda, pues te ofrezco una visión parecida, pero a su vez, diferente.
El equilibrio era perfecto, cuando el ser humano se dedicaba a vivir de la naturaleza, cuidándola, sin pensar en el dinero, no era lo importante, no existía, hasta que el hombre empezó a tener envidia de algo que parecía ser, el poder de la iglesia, la misma que se inventó un dios, con tal de vivir del pobre, a base de adulación y respeto.
El mismo pobre también se intentó revelar sobre el opresor, pero murió en el intento, por no usar las armas apropiadas, esas que el dinero no puede comprar. Ni un ejército puede extinguir jamás, ni un dictador o religioso, pueden hundir jamás.
Plantar cara al sistema, si lo prefieres así, no es quemar bancos y sucursales enteras, si no saber usar el poder del dinero en algo que el dinero no pueda comprar. Por ejemplo el amor, por ejemplo el cariño, por ejemplo el bien, por ejemplo la verdad. No puedes comprar un diamante a quien no le dices te quiero.
Eres un niño prepotente. Intenta guardar tu dinero en una cárcel o dónalo a una buena obra, como en tus amigos o familiares, quédate solo con lo imprescindible, actúa según la oferta y la demanda, conoce a la gente que te rodea, conócelos a fondo, y usa tu dinero para que ellos sean felices, usa el veneno del dinero en una buena obra, cambia tu karma, cambia tu mentalidad, tu visión del mundo, amplía la forma de entender el mundo, de amar al mundo, a todos los seres humanos, cada vez que abusas del dinero, estás sustrayendo la felicidad de alguien que quizá no es tan afortunado como tú, eres un niño engañado.
Vamos a usar a partir de ahora, de dinero, nuestro amor, nuestro cariño. Aprende a reciclar tus papeles, no compres por comprar, ahorra para cuando falte la felicidad, en los tuyos, en tu entorno, escribe versos en los oídos de la amada, o de la herida, alguien te lo agradecerá si los monos triunfadores, no te superan y amargan. Por eso, ahorra la fortuna, quédate con lo suficiente para vivir, lo demás amortízalo en tus sentimientos, en buscar y conseguir los besos y el cariño que nos falta en la vida, por el cual empieza todo.
Todo se siente y se sufre, el dinero metal solo complica y empeora las cosas, porque de él nace el peor de los intereses, el propio. O difunde esto al mundo, y espera que el mundo te responda, quizá algún día la crisis haya acabado y todos seamos ricos de emociones, tanto que podamos quemar ya el dinero, y vivir del amor de todos los seres humanos que poblamos la tierra, usando el famoso trueque de toda la vida. Ya sabes. Si quieres puedes. Power to the people. Registrado en Safe Creative