Revista Cine

BAFICI 2015: Crítica de El crazy Ché (2015)Dir. Pablo Chehebar y Nicolás Iacouzzi

Publicado el 25 abril 2015 por Proyectorf @Proyectorfant
El crazy Ché (2015)
Dir. Pablo Chehebar y Nicolás Iacouzzi
Sección: PANORAMA

Es difícil pensar que la historia que se presenta en "El Crazy Che" sea real. Pero efectivamente lo es. Es inclusive difícil creerle a su protagonista cuando declara haber actuado por ideología en todo momento. Pero también es lo único que puede explicar lo sucedido.

La imaginación popular indica que los espías son personas completamente entrenadas, nacidas en el seno de una organización gubernamental que logran su posición por merito o escala política. Gaede es el tipo que tira abajo toda esa ilusión. Sobre todo en la forma que una persona común y corriente, en realidad un civil, puede cantarle retruco al FBI, la CIA, los rusos y los cubanos al mismo tiempo. El Crazy Che retrata la historia de Guillermo Gaede, un argentino, simpatizante de las ideas comunistas, que trabajó en Estados Unidos en la empresa AMD, y con su posición privilegiada en el mundo de la computación, decidió tocarle la puerta (literalmente) a la embajada cubana y convertirse en un "espía", liberando información de tecnología de punta perteneciente a una de las empresas más avanzadas del mundo al bloque soviético en su conjunto.

No tiene sentido seguir mencionando el detalle de la alocada vida de Gaede, la película es detallista en las idas y vueltas del espía. El film empieza narrando el momento en el cual los planes del protagonista se derrumban, que es igual de delirante e inverosímil para un espía que quiere enterrar su información. La dramatización de los hechos está realizada en una excelente animación que hace las anécdotas que se narran aún más exquisitas.

El buen trabajo de Pablo Chehebar y Nicolás Iacouzzi repasa la vida del protagonista en entrevistas a familia, amigos, conocidos y aún al mismo Guillermo, y sabe exaltar una historia que hace quedar al contraespionaje de la guerra fría en un ridículo tan profundo que ni siquiera el agente 86 logró llevar. Quizás porque nadie se esperaba ese golpe, entonces fue más difícil asimilarlo. Quizás haya que tomarlo como un asterisco en esa pugna. Nadie se lo vio venir.

Como un antihéroe nos hace amar todo lo que no queremos ser. Este documental glorifica a una persona que derrumba todos los estereotipos de espía que conocimos en nuestra vida, y eso nos encanta.



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