Balance de tercero y despedida estival

Tercero acabó hace ya unos cuantos días. Sin embargo, aún no he podido descansar al cien por cien de este curso que ha sido un no parar de experiencias, tanto personales como profesionales, además de estudiantiles (evidentemente). Digo que no he podido descansar del curso porque hasta hace pocos días estaba esperando algunas notas. Y ahora que tengo todas las notas en mis manos, puedo decir que, por fin, ha sido un curso positivo. Y ha sido positivo en muchos aspectos.
Uno de ellos ha sido que este ha sido, sin duda, el curso de la traducción. Durante este año, hemos podido descubrir los diferentes tipos de traducción que nos podemos encontrar una vez hayamos terminado. Estoy segurísimo de que el hecho de que las hayamos visto todas en un año nos hace saber qué nos ha gustado más y que nos ha gustado menos, e influirá en la vía que tenemos que elegir el año que viene.
Otro aspecto positivo es que por fin hemos conocido la otra cara de la moneda en esta carrera: la interpretación. Aunque al principio me gustó muchísimo (y, de hecho, todavía me gusta),  me temo que no podrá acompañarme en mi futuro académico inmediato, ni, por lo tanto, mi futuro profesional. Sin embargo, me gustaría que siguiera acompañándome dentro de poco.
Durante este curso también he tenido la oportunidad de estrenarme como ponente, por decirlo de alguna manera, en una serie de charlas que ofrecí a los alumnos de segundo, en el marco de la asignatura de Documentación Aplicada a la Traducción y a la Interpretación, en las que les hablé sobre blogs de traducción e interpretación, qué podían sacar de ellos y mi caso concreto: por qué empecé a escribir en este blog, qué he conseguido, cuál es mi trabajo que desempeño escribiendo en Diario de un futuro traductor...
El último de los aspectos positivos que han hecho que este curso haya valido la pena es que, por fin, después de tres años, tendré el verano libre para mí y solo para mí, ya que he aprobado todas las asignaturas de este curso, y algunas con bastante buena nota. Ha sido un curso en el que he decidido superarme, y creo que lo he conseguido, con mejores resultados de los que esperaba, para ser sincero. 
Y después de estos resultados, y de un año positivísimo, toca descansar. La verdad es que no todo lo que quisiera, porque tengo unos proyectos que me van a tener ocupado todo el verano, pero sí me toca despedirme de estas páginas del diario hasta el mes de septiembre, en el que volveré con muchísimas sorpresas (y, seguramente, resultados de los proyectos en los que trabajo).
Espero que paséis un buen verano y que disfrutéis del descanso o que lo aprovechéis al máximo. Pero, sobre todo, espero que todo os vaya genial.