Revista Ciclismo

Balances 2014 (II). El top-5 de lo peor

Por Elpedalnoticias.com

Si todo año tiene hechos positivos que recordar, también hay algunos malos que meditar. El Pedal trae algunos de ellos… en esta ocasión con mucho aroma británico.

Froome 2014 UCI

1. Chris Froome (Sky). Del cielo al suelo.

Las circunstancias mundanas cambian incesantemente. Quienes alguna vez estuvieron debajo, en un futuro pueden estar encima y viceversa. Quizás con la excepción del mundo económico -donde el juego tiene escueto sitio- en el resto de ordenes de la vida, lo dicho suele transformarse en axioma. Si tanto es así, ¿cómo iba a ser excepción el mundo del pedal y más específicamente Froome, la “niña bonita” de la temporada 2013?

Si hace un año El Pedal congratulaba desde estas páginas la performance del keniata al vencer sin compasión a todo aquel que se interpusiera en sus objetivos -sea Alberto Contador, Joaquim ‘Purito’ Rodríguez, Alejandro Valverde, Vincenzo Nibali, Nairo Quintana y tantos otros- ahora debemos recordar dolorosamente algunos de los episodios que hicieron del 2014, un año para el olvido. Algo similar, sin dudas, le había sucedido a Bradley Wiggins en relación a su excelente 2012 y pésimo 2013 (parece que los sucesivos líderes del Sky están condenados a encarnar el mencionado axioma).

Froome no comenzó el año con el pie izquierdo. Se impuso en Omán y más importante aún, en Romandía. Las primeras semanas de competencia presagiaban que él, junto a Contador y Valverde, protagonizarían los grandes momentos de la temporada. Sin embargo, mientras el pinteño y el murciano sí lo hicieron, el de Sky estuvo lejos.

No se pudo imponer en Dauphiné tras un desfallecimiento en la última etapa y debió abandonar el Tour de France tras caerse tres veces en dos etapas consecutivas (4ta y 5ta). Gran parte del calendario fuera de las rutas debido a diferentes aflicciones de la salud, el de Sky pudo redimirse en la Vuelta. Allí fue segundo tras ser ampliamente superado por Contador.

2. Sky. Año en blanco.

Sky ha pasado de ser el equipo más temido del pelotón, a finalizar un año sin victorias de mérito. Algo de responsabilidad ha tenido Froome. Pero sólo una parte, probablemente menor. Un equipo está formado por más de una veintena de corredores y similar número de directores, técnicos y colaboradores. Por ello es necesario recordar una obviedad: cuando se triunfa la responsabilidad es de todos y cuando se pierde, también.

Tras mandar con autoridad en los años 2011, 2012 y 2013 (donde el equipo clasificó 2do, 1er y 2do respectivamente en el sistema UCI), el 2014 lo tuvo con la cola entre las patas (9no clasificado). Tras ganar de modo consecutivo (e inapelable) el Tour de France (y con diferentes líderes de equipo) en 2012 y 2013, al igual que la París-Niza, el Tour de Romandía y el Critérium de Dauphiné (algo realmente impresionante) el 2014 fue más esquivo: continuó fracasando en las Clásicas de Primavera más relevantes (gran cuenta pendiente del Sky) y no pudo quedarse con ninguna grande.

Es más, del calendario UCI World Tour sólo ganó una competencia en todo el año: el Tour de Romandía.

3. Mark Cavendish (Omega Pharma-Quick Step). Acostumbrándose a ser segundo.

Si el velocista de la isla de Mann eligiera un año para olvidar, quizás sería el 2014. Abandonó el Tour de France, fue superado por Marcel Kittel (Giant.Shimano) cada vez que lo enfrentó y mayormente cosechó victorias de etapa en competiciones de segundo plano (Tour de California, Vuelta a Turquía, Tour de Poitou-Charentes, por ejemplo). Para muestra, un botón: de las 11 victorias que consiguió en el año, 4 fueron en el marco de la gira turca (algo indudablemente pobre para un hombre que lleva 43 victorias de etapa en las tres grandes vueltas ciclistas).

Hay que remitirse a sus primeros años como profesional, en Sparkasse y T-Mobile (2005/2007), para encontrar resultados tan magros en el palmarés de Cavendish.

4. Cadel Evans (BMC). Antes del retiro, temporada modesta.

Sabor a despedida para el australiano, aunque sabor a poco: el 2014 no ha sido uno de sus mejores años. Excepto el Giro de Trentino y algunas victorias de etapa en competiciones poco significativas (el preparatorio Tour Down Under y el más que modesto Tour de Utah), fue un año en blanco para Evans. Ni siquiera pudo quedarse con el campeonato australiano contra el crono, donde fue superado por Simon Gerrans (Orica-GreenEdge).

En las grandes poco que agregar: tras casi una década de participaciones ininterrumpidas no fue de la partida en el Tour, como gregario de Samu Sánchez fue 52 en la Vuelta a España y en el Giro d’Italia consiguió la 8va plaza.

En el mundial de ruta (aquel laurel que consiguió en 2009) también abandonó.

5. Dopaje.

Sin dudas, continúa siendo la nota negativa de cada año. Un flagelo de múltiples y heterogéneas causas que sigue perjudicando la salud de los pedalistas y de la competición.

El 2014 comenzó con la sanción y expulsión del ex-campeón mundial de ruta Alessandro Ballan (BMC) y finalizó con cuatro positivos por esteroide y EPO en Astana (equipo del actual campeón del Tour de France). En el intervalo, más ciclistas involucrados en el proceso judicial contra el dopador profesional Michele Ferrari, irregularidades en pasaportes biológicos (entre ellos, el del gregario de Contador, Roman Kreuziger) y positivos de algunas revelaciones (Diego Ulissi -Lampre- tras un excelente Giro).

Mes a mes se confirma lo obvio: Lance Armstrong no era el único que recurría a prácticas dopantes, pero sí fue (gracias a la inagotable hipocresía de la UCI y la prensa) quien pagó la inmensa mayoría de platos rotos.


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