Revista Sociedad

Bandas callejeras

Publicado el 12 marzo 2010 por ArÍstides

LA VIOLENCIA ES EL ÚLTIMO RECURSO DEL INCOMPETENTE de I. Asimov

El Sol saldrá a las 6.07 h. y se pondrá a las 18,13 h.

Comienzan a ser un peligro y están organizados. Pululan por nuestras calles armados, realizando robos con violencia que causan lesiones. Últimamente están siendo imputados por coacciones y homicidios dolosos. Se multiplican en grupo y siembran el caos en reyertas callejeras entre bandas. Disponen de ritos violentos de iniciación; así, los Dominican Don´t Play aplican 113 latigazos al novato; los Mara 18, descargan patadas y puñetazos durante 18 segundos, por 13 que aplican los Mara 13.

Generalmente se organizan por países de procedencia; así, los Trinitarios, DDP y los Black Panthers suelen ser dominicanos, mientras que los salvadoreños lo hacen en la Mara 18 o la Mara Salvatrucha. Por otra parte, los Ñetas y los Lating king son más heterodoxos.

Lucen expresivos tatuajes característicos y aplican símbolos propios con los que se saludan. De la misma manera, los DDP visten de los colores de la bandera dominicana: azul (lealtad), rojo (sangre) y blanco (luz). En el caso de los Trinitarios, bajo el lema de “Dios, Patria y Libertad”, tienen al color verde como indumentaria.

Normalmente, se financian con cuotas obligatorias y hacen uso del robo y la extorsión. Poseen tendencias fuertemente machistas, constituyendo la lucha por las chicas y el control del territorio uno de los motivos de enfrentamiento entre ellos. La adhesión al grupo es muy intensa y se fortalece mediante jerarquías que garantizan la obediencia mediante amenazas y castigos. Las bandas representan para muchos jóvenes latinoamericanos recién llegados un lugar de acogida en el que protegerse de la soledad.

Uno piensa en esa prevención que falló y en cómo revertir una situación que se hará sin duda más peligrosa con el tiempo. De la misma forma, intuye que detrás de su violencia no hay más que un vacío estúpido debido a la carencia de alternativas y una gran soledad.

 


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