Barreras de coral

No se sabe exactamente por qué, pero hay lugares en los que las barreras de coral son protectoras y otros en los que no necesariamente lo son.

Puede deberse al exceso de pesca, a factores climáticos... el caso es que hay islas en las que no se puede una bañar en la playa porque hay ataques de tiburón.

En realidad las barreras de coral no implican de por sí que vayas a estar segura... pero te gusta pensar que sí.

Luego están los islotes o islas blancas de arena que duele a los ojos. Duele por la fuerza de su color. Casi se diría que brillan.

La arena de esas dunas en medio del mar, que aparecen y desaparecen según la marea, está formada por restos de coral. Corales y conchas muertos arrastrados por las corrientes. Círculos que rodean a la isla, como muros entre el agua y el aire, formados por corales vivos y por montículos de arena. Barreras, una tras otra, que frenan las embestidas del mar y crean un entorno tranquilo, casi de ficción.

De lejos, desde la playa, piensa una en cómo es posible que la naturaleza te regale estas cosas en unos sitios y en otros, sencillamente, te las quite.