Revista Cultura y Ocio

Base Histótica de la Leyenda sobre la Proclamación de Alfonso VIII en la torre de San Román

Por Pablet
Resultado de imagen de Proclamación de Alfonso VIIIProclamación de Alfonso VIII en la torre de San Román 
En 1604 publicó ücampo una Crónica General que alcanzó una difusión extraordinaria, por contener aportaciones épicas e incluso novelescas, la mayoría de raíz legendaria (1). 
Una de estas narraciones tiene como protagonista a un toledano famoso, que vivió en la segunda mitad del siglo XII y comienzos del XIII, llamado don Esteban Illán, de linaje mozárabe (2) y el toledano más antiguo del que se conserva un retrato, no sabemos si fiel a su verdadera figura, en la propia Catedral.
Este hombre fue, no sólo contemporáneo, sino también fiel colaborador y amigo del monarca Alfonso VIiI. 
Según las fuentes tradicionales, gracias a su colaboración desde el interior de Toledo, consiguió el rey tomar posesión de la ciudad en 1166 (3), estando hasta entonces dominada por Fernando Ruiz de Castro, miembro de una poderosa familia que, con el apoyo de Fernando 1 de León, tío del heredero castellano, se enfrentaba con la también fuerte familia de los Lara, tutures entonces del príncipe; clan o linaje familiar que, lógicamente, deseaba tener en sus manos, no sólo al rey niño sino a todos los resortes del gobierno. 
Entre ellos la posesión de la fortaleza toledana. Cuenta la citada "Crónica General" (4) que sabiendo los Lara y sus fieles que en Toledo contaban con un fuerte partido que los apoyaba, se acercaron a la ciudad para arrebatársela a su gobernador y enemigo. 
Tras de algunas escaramuzas, Fernando Ruiz se encerró en el Alcázar, confiado en la fortaleza de la ciudad. Pero para acelerar el cambio de gobernante, don Esteban Illán consiguió introducir al rey niño en Toledo y, tras de fortificar la torre de San Román, inmediata a su casona señorial, subió a ella con Alfonso e instaló el pendón real, proclamando a continuación al rey como verdadero y legal señor de Toledo. 
Se tocó a rebato y las gentes armadas acudieron a la torre, prestas a luchar por su rey natural algunos y otros proyectando atacarla; pero a la vista de la enseña regia se retiraron, no quedando al jefe de los Castro otra posibilidad que escapar por el puente de Alcántara (5). 
Como es normal entre las leyendas, ésta cuenta con numerosos datos verídicos, empezando por la existencia real y la enemistad de '{os principales protagonistas y siguiendo por el hecho cierto de que Toledo pasó de manos de la familia Castro a la de los Lara, por presiones de un partido interior de la ciudad; y es casi seguro que entre las figuras principales de este partido figuraba don Esteban Illán. 
Responde a esta toma de postura su relación constante con el monarca, quien lo cita en su testamento de 1204 (6); y las frecuentes menciones de su nombre en los documentos mozárabes de la época (7) acreditan su preminencia en la ciudad, apareciendo a partir de 1166 -fecha de la toma del poder por el Rey en Toledo- su firma como alguacil-alcalde, o sea juez de los toledanos (8), cargo en el que permaneció hasta su fallecimiento en 1208 (9). 
Y no sólo le cita Alfonso VIII en su primer testamento, sino que la reina Doña Leonor le escribe personalmente en 1203 con encargos concretos como a personaje de su confianza (10). Buena parte de sus numerosas propiedades procedían de donaciones regias (11), sin duda donadas por sus servicios al rey, servicios de los que el principal fue, sin duda, ayudarle en la conquista de la ciudad. 
Sin embargo y siguiendo al profesor Julio González (12) parece dudoso el hecho de que, por fuerte que fuera el partido toledano favorable a los Lara, se atreviera don Esteban a comprometer la figura real, de once años de edad tan sólo, en un posible asalto o al menos en un cerco en la torre de una iglesia, poco apropiada para resistir un asedio militar en serio. 
Sí es posible que se alzara en ella el pendón real, por ocu¡Jar un punto muy elevado de la ciudad, muy visible por tanto;y es cierto sin duda, pues consta en los Anales Toledanos, que los propios vecinos expulsaron, ü hicieron huir, a Fernando Ruiz de Castro, es de suponer que contra la voluntad de éste.
(1) J. GONZALEZ: El ,eino de Castilla en Jo época de Alfonso VIII. Madrid', e.S.I.c., 1960, vol. 1, pág. 14.
(2) Para conocer lo que se sabe del per,onoje. consúltese Genealogías mozórabes (Toledo), 1981, Instituto de Estudios Visigótico-Mozárabes de Son Eugenio, tomo 1), especialmente los artículos (Linajes mozórabes d. To/.do en los ¡iglos XII y XIII, de Javier RODRIGUEZ MARQUINA, página 11, y El linaje de don Estebon lIIón, de Julio PORRES MARTIN·CLETO, páginas 65 y ss. del milffiO volumen.
(3) la Crónica d. la población d. Avila, escrito fechado o finales del siglo XIII (véase lo edición de AMPARO HERNANDEZ, Valencia, Editorial ANUBAR, 1966, página 30) es 01 parecer lo primero crónico que menciono o don Esteban lIIón como personoie decisivo, en esto lucho entre facciones nobiliarios que termina con lo conquisto de Toledo por la familia Lora, tufores del rey, menor dEl edad todavía.
(4) Crónica General, edición de aCAMPO, folio 338. También recogen lo leyenda de la proclamación en San Román, PEDRO DE ALCOCER, Hystoria o Descripción de la Imperial Cibdad de Toledo, libro 1, capitulo 76; BALTASAR PORREÑO, Historia del Santo Rey Don Alfonso, manuscrito de las Huelgos de Burgos, copio de 1762 (archivo, legoio número 2), folio 21; Podre JUAN DE MARIANA en su Historia General de España, edición de 1852, tomo 1, página 258; Sido Ramón PARRO, Toledo en /a mono, tomo ti, página 236, entre otros.
 (5) Esta salida forzada la confirman los Anales Toledanos Primeros, pógina 391 de su edición en España Sagrada del P. FLOREZ, tomo XXXIII; "Sacaron (lo que interpretamos por echaron, expulgaron) a Fernan Royz de Toledo en XXVI dios andados Dagosto, dio de Viernes, Era MCCIV" o sea 1166. Siguiendo o esto fuente, aceptada unánimemente como seguro, hay que aceptar que se le expulsó, lógicamente por sus contrarios los partidarios del Rey Alfonso VIII y sus tutores los Lora. (6) Estudio estos sucesos JULIO PORRES en la página 68 de su artículo citado El lina;e de Don Esteban I/lén. Véase nuestra nota l.
(7) Los mozárabes foledanos en los siglos XI/y XIII, Madrid, Instituto Valencia de Don Juan, 1926-1930, cuatro volúmenes.
(8) JULIO GONZALEZ; El Reino de Castilla en la época de Alfonso VIII ya citado, documento 91: GONZALEZ PALENCIA, Los mozárabes toledanos mencionados, documento 94.
(9) Anales Toledanos Primeros, página 394 dela edición de P. ENRIQUE FlOREZ, tomo XXIII de su conocida Historio Sagrada.
(lO) JULIO PORRES: El /ino;e de don Esteban /IIán citado, pógina 71.
(11) El mismo, pógina 75
(12) JULIO GONZAlEZ: El Reino de Cadilla ... citado, volumen 1, paginas 174·175, nota.
Julio  Porres. de Mateohttp://realacademiatoledo.es/wp-content/uploads/2014/02/files_anales_0019_05.pdf

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