Las retiradas de Xabi Alonso y Philipp Lahm, esta última inesperada en la entidad bávara, deberían haber marcado el verano en cuanto a incorporaciones. Parecía evidente que el club debía acometer importantes movimientos en el mercado futbolístico. Dos pesos pesados del plantel de Carlo Ancelotti decidían dejar abandonar los terrenos de juego y el Bayern no es de esos equipos que pueden permitirse el lujo de afrontar temporadas de transición.
El peso específico de ambos en la plantilla muniquesa está fuera de toda duda. Probablemente se trate de dos de los futbolistas que, a nivel mundial, mejor conocen el juego y mejor lo han sabido plasmar sobre el césped. Sobrios en la ejecución de sus ideas, los fallos apenas aparecerán en sus brillantes historiales. Sustituirlos no será tarea fácil, a todos los niveles.
El club dirigido por Karl-Heinz Rummenigge anunció sus primeros fichajes bastante rápido. Sebastian Rudy y Niklas Sulle llegaron del Hoffenheim, y al poco anunciaron la compra definitiva de Kingsley Coman. Después han llegado Corentin Tolisso, del Lyon y James Rodríguez del Real Madrid. Mención aparte merece Serge Gnabry, uno de los jugadores más prometedores del fútbol alemán, que procedente del Werder Bremen jugará cedido en el Hoffenheim.
Todos ellos son buenos futbolistas, pero ninguno alcanza el nivel de estrella mundial. Se trata de buenas piezas para ensamblar un buen conjunto pero ninguno de ellos, sobre el papel, llega para liderar. Tal vez ese papel pueda estar reservado para el colombiano James Rodríguez pero su rendimiento es una incógnita. Su último curso en el conjunto merengue no ha sido bueno y está por ver su adaptación a la Bundesliga y a su nuevo club. Particularmente creo que su fichaje se debe a una oportunidad de mercado y a las ganas de minutos de calidad del colombiano en año de Mundial. Tiene calidad y cuenta con el aval del técnico. Habrá que esperar
Con estos ingredientes Carlo Ancelotti ya trabaja en la nueva temporada. El italiano ya contaba con la salida del centrocampista vasco y no creo que la decisión del hasta ahora capitán del equipo varíe demasiado sus planes. La gran revolución en la plantilla no se ha dado ni creo que se de en un futuro cercano y en el Bayern continúan con el guión establecido. Los planes de Carletto pasan por dar más responsabilidad a los jóvenes valores de la plantilla.
Joshua Kimmich, Renato Sanches o Kingsley Coman no contaron demasiado en el tramo final de la temporada pasada y están llamados a tener más protagonismo en esta campaña. Sin los dos futbolistas que han sido sus apéndices dentro del verde es hora de reinventarse y buscar nuevos referentes dentro de la plantilla. Tal vez el bueno de Carlettoya tenga en su propia casa ese hombre que de un paso al frente y se haga notar ahora que los pesos pesados no están.
A ojos de algunos analistas la salida de Douglas Costa y los fichajes de Jamesy Tolisso pueden dar a entender un cambio en el estilo de juego, buscando más las combinaciones por el centro que el juego directo por las bandas, aunque todavía el técnico italiano cuente con futbolistas con desborde como Arjen Robben o Kingsley Coman. Particularmente opino que el libreto de entrenador de Reggiolo no variará demasiado.
No debemos olvidarnos de la calidad de la plantilla del Bayernde Munich, capaz de luchar por cualquier título. Lejos de los focos de los grandes traspasos veraniegos, en Munich se trabaja para afrontar la nueva temporada con las máximas garantías. Sin estridencias pero con paso firme. La transición tranquila está en las mejores manos: las de Carlo Ancelotti.
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