Todo empieza con un hombre Howard Inlet (Will Smith) que es el corazón de una empresa de éxito, sus tres socios (Michael Peña, Kate Winslet y Edward Norton) son partícipes de este sueño y éxito. Pero algunos años después la repentina y trágica muerte de su hija hace que todo su mundo se desmorone. El conseguir superar esa pérdida se vuelve un obstáculo imposible para poder seguir adelante, lo cual afecta a todos los miembros de su círculo más cercano.
Para poder conseguir que Howard salga de sí mismo y acepte la pérdida sus compañeros de trabajo deciden llevar a cabo una acción arriesgada, contratar unos actores que hará realidad lo que parece una de las alucinaciones de Howard, darán forma física a una serie de conceptos abstractos para que se abra y pueda reconstruir su vida, pero lo que es más importante para ellos, no acabe con el sueño de la empresa que tienen en común.
Los tres conceptos abstractos (Amor, Muerte y Tiempo) que habían sido la base del modo de vida de Howard se convierten en la base de su decepción y autodestrucción, no ya del personaje de Will Smith sino, sin saberlo, de cada uno de sus socios los cuales a su vez tienen problemas con los conceptos en que en cierto modo se "emparejan". La verdad en que en ese aspecto el desarrollo de la historia es compleja y original, dando buenas oportunidades a todos los miembros del gran elenco de actores para brillar.
El director David Frankle es conocido por películas de poca carga dramática ("Sexo en New York", "El diablo viste de Prada" o "Una pareja de tres") y eso se nota, la película es demasiado profunda de manera artificial, intenta conseguir la intensidad y para ello utiliza unos diálogos densos que a veces funcionan pero otras veces no. El poseer un grupo de actores tan brillante es posible que sea en este caso un lastre, ya que en todo momento se intenta darles a todos mucha carga en la historia y mostrar la emoción utilizando en muchos casos giros fáciles y lacrimógenos, lo cual es una pena.
Los actores están irregulares, los que más sobresalen son Will Smith y Helen Mirren, así como el sorprendente Jacob Latimore en el papel de "el Tiempo", mientras otros personajes no llegan a transmitir ni mucho menos lo que deberían, Edward Norton sigue actuando con un preocupante nivel de desgana. En cualquier caso el nuevo intento de Smith por asaltar los Oscars se queda bastante lejos de otras grandes obras como "En busca de la felicidad" o "Siete Almas".
En resumen, una película distinta que no acaba de convencer por su exceso de intensidad, intenta mantener un nivel de emoción y drama durante demasiado tiempo, lo cual acaba por lastrarla de manera definitiva. A pesar de ello es una película disfrutable y diferente que nos permitirá encontrar un grupo de buenos actores en plena faena. En resumen, una historia que aunque sencilla acaba siendo en cierta forma satisfactoria, lo cual nos proporciona buen rato en el cine.
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- ##check## Lo bueno
- El trabajo de la mayoría de los actores, sobre todo Will Smith y Helen Mirren.
El planteamiento es original y proporciona algunos muy buenos momentos en duelos interpretativos. - ##times## Lo malo
- La historia es demasiado simple y está tratada buscando la lágrima fácil.
Todo es demasiado intenso, durante demasiado tiempo lo cual provoca que llegue un momento que no nos sorprenda ni emociona.
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- Ambientación 6.0
- Una ambientación correcta pero que no sorprende.
- Desarrollo de Personajes 6.5
- Los personajes se van conociendo poco a poco, aunque no tienen demasiada complejidad.
- Argumento / Guión 5.0
- Un guión simple, el giro final es lo único sorprendente de un guión muy previsible.
- Banda Sonora 7.5
- Muy bien integrada y actual.
- Entretenimiento 6.0
- Puede tener interés para cierto público.
- Montaje / Innovación técnica 6.0
- No es su fuerte.
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- Puntuación Total 5.5 / 10
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