Revista Ciencia

Beneficios y privatizaciones

Publicado el 10 septiembre 2014 por José Luis Ferreira
Beneficios y privatizaciones
Hay mucha incomprensión sobre el papel de los beneficios cuando se debate sobre la conveniencia o no de privatizar o nacionalizar una actividad económica. Son muchos los casos de argumentos falsos, así que me centraré en uno, el que dice que al privatizar, por ejemplo un servicio de limpieza, se introduce la figura de un empresario al que hay que dar beneficios y que por tanto será siempre más costoso. Impecable, ¿no? así le parece al autor de uno de los blogs que suelo leer y que recomiendo sin reservas.
Lo que voy a decir es que ese argumento está mal hecho, no que la conclusión no pueda ser verdad en alguna ocasión. Me explico, que a veces no me entienden: si digo "mañana lloverá porque Júpiter escupirá sobre nosotros" estaré diciendo una falsedad aunque mañana, efectivamente, llueva. Si no sabemos las causas de la lluvia muy mal podremos hablar del tiempo.
La actividad empresarial que consiste en organizar la actividad de limpieza, por seguir con el ejemplo, debe hacerse tanto si la limpieza se realiza por una empresa privada como si se hace dentro de una empresa pública. En el primer caso habrá que remunerar a un empresario, que bien podrían ser los propios trabajadores en régimen de cooperativa, mientras que en el segundo habrá que remunerar a un empleado público (un concejal, un funcionario,...). Lo que hay que considerar es de cómo se realiza la actividad de manera más eficiente. No es distinta a la situación en que yo decido externalizar o privatizar la actividad de fabricar zapatos en lugar de hacerlos yo mismo. Con mucho gusto le pago un beneficio al zapatero para que me los haga, ya que a mí me costaría mucho más.
Hay todavía otra sutileza que pueden esconder los costes de producir cualquier cosa. En muchas actividades el coste de producir unidades adicionales del bien o servicio de que se trate, aumenta con cada unidad. Ocurre, por ejemplo, cuando hay que emplear recursos cada vez menos especializados en esa producción, porque los más especializados se están agotando. Al vender ese producto a un determinado precio, las empresas sacarán al mercado unidades mientras el precio esté por encima del coste. Con las últimas unidades apenas ganarán, pero con las primeras estarán obteniendo un beneficio. Si es mucho, será un incentivo para que entren más.
¿Qué pasaría si una empresa pública se hace cargo de esa industria y produce renunciando a los beneficios? Pues que produciría más unidades que las que vendían las empresas privadas, para que las pérdidas de las últimas unidades compensen los beneficios de las primeras. Esto es un derroche de recursos.
Por supuesto, hay alternativas, como hacer que la empresa pública no produzca esas unidades con pérdidas y obtenga beneficios que revierta a la sociedad. Ahora se tratará de calcular cuántos son esos beneficios y compararlos con lo que se obtiene al privatizar la empresa si de privatizar se trata. O bien de compararlos con lo que cuesta nacionalizar la empresa, si de nacionalizar se trata.
-----------------------------------------------------------------------------------------------------------Hace tres años en el blog: La entrevista de Fuentes a Navarro.Hace cinco años en el blog: ¿Cuánto peor, mejor?-----------------------------------------------------------------------------------------------------------

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