Betis mostró el camino

A pesar de perder por 4 a 2, el equipo de Pepe Mel logró lo que pocos conjuntos habían conseguido en los últimos años: molestar al Barcelona jugando con una idea propia. En lugar de marcar y destruir, la premisa planteada por el entrenador nacido en Madrid aplicó las restricciones suficientes para que sus jugadores reduzcan el margen de error ante la circulación blaugrana, pero en ningún momento los privó de construir y generar juego.

Con pautas básicas como limitar los controles orientados, tapar las alternativas de pase -y también las válvulas de seguridad (centrales)- y mantener la paciencia para sostener los emparejamientos individuales hasta los últimos metros, Betis logró redondear una actuación casi perfecta.

La victoria no logró ocultar la incomodidad que sufrieron los culés a lo largo de los 90’. En lo que va de liga, apenas Athletic había conseguido jugarle de igual a igual al Barcelona de Guardiola, que había resignado puntos ante otros rivales siendo superior en el juego pero ineficaz a la hora de traducir esa diferencia en goles.

Ni siquiera con el 0-2 los de Mel parecieron dudar de su estrategia. Las apariciones de Alexis Sánchez estaban dentro del partido planeado por un técnico que horas antes había halagado la calidad de su rival. El nivel de presión ejercida por los visitantes logró poner al Camp Nou nervioso. Betis supo defender con inteligencia y aprovechó al máximo cada una de sus posesiones, utilizando la cantidad justa y necesaria de efectivos para llegar hasta el arco de Víctor Valdés, quien volvió a demostrar que no existe otro arquero como él en la competición.

Con un poco más de puntería Betis hubiese cerrado una performance histórica, aunque el hecho de mostrar el lado humano de jugadores como Busquets y Cesc ya sienta una pauta para el resto de los equipos. Pensando en la Copa del Rey, Barcelona no debería llegar presionado por esta presentación, puesto que los últimos clásicos lo tuvieron como único protagonista serio a partir del máximo rendimiento de un grupo de jugadores que no se conforma con lo conseguido y saca lo mejor de su repertorio en los momentos más calientes de la temporada.

La historia del miércoles podría cambiar si Mourinho aprende del planteamiento de Pepe Mel, que sin contar con un plantel de figuras de primer nivel logró jugarle de igual a igual a los de Pep, minimizando la base de su juego y confiando en sus propias armas para crear ocasiones de peligro. Hasta el momento Barcelona escribió una historia inigualable por ser fiel a su identidad sin pensar en el rival. Por lo general, todos los fanáticos del fútbol disfrutan del Pep Team, con excepción de aquellos hinchas del rival de turno. Diferente situación vivieron el domingo los aficionados del Betis, quienes observaron con orgullo como su equipo supo ser protagonista ante el campeón del mundo.

“Betis es un gran equipo, probablemente uno de los mejores que hemos enfrentado”. “El encuentro ha sido fantástico”. “Betis ha jugado con mucha intensidad”. Las declaraciones de Guardiola no corresponden al partido del domingo sino al 5-0 que los suyos le habían propinado a los de Pepe Mel hace un año. Aquellas palabras demuestran que lo que se observó en el Camp Nou no fue casualidad, ya que el propio Pep destacó tras esa goleada que “Betis ha tenido muchísimas ocasiones de gol y me ha causado más que una buena impresión”.

“Cada vez que jugamos contra el Barça le metemos en muchos problemas, estoy muy orgulloso de mis jugadores”, dijo Mel al terminar el encuentro. Razones le sobran, el partido de sus dirigidos fue más que digno y llamó la atención de varios, aunque no de Guardiola, quien ya consideraba al Betis como un rival de cuidado.