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Bicentenario del pronunciamiento de Rafael de Riego

Por Manu Perez @revistadehisto

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Bicentenario del pronunciamiento de Rafael de Riego

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Se cumplen doscientos años del primer pronunciamiento de Riego contra el rey Fernando. El 1 de enero de 1820, el teniente coronel Rafael de Riego, en la localidad sevillana de Cabezas de San Juan, dirigió un alzamiento contra el rey Fernando vii a consecuencia de su gobierno absolutista y despótico.

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El pronunciamiento tuvo éxito y dio paso a un periodo de tres años en los que el monarca tuvo que aceptar la Constitución de Cádiz, creada el 19 de marzo de 1812 y permitir una monarquía constitucional en España. Esta etapa, desarrollada entre 1820 y 1823, se la conoce como el Trienio Liberal.

Bicentenario del pronunciamiento de Rafael de Riego

Desde su regreso a España, tras finalizar la Guerra de Independencia, Fernando vii se destacó por ser un monarca tiránico y despótico que había regresado al absolutismo del Antiguo Régimen. Había rechazado la Constitución de Cádiz y a partir de 1814, inicio su reinado absolutista, llevando a cabo una dura política de represión y persecución de los afrancesados y liberales. No fueron pocos antes que Riego los que intentaron derrocar al rey Fernando, si no del trono, por lo menos de su gobierno absolutista. Algunos ejemplos son el de Diez Porlier (1815), el de Lacy (1816) o el de Vidal (1819), que además de acabar en fracaso, supuso la ejecución de todos ellos.

Rafael de Riego nació en 1784 en Asturias. Pertenecía a una familia de hidalgos de la región y desde muy joven, nada más estallar la guerra contra los franceses, se unió al ejército para combatirlos desde 1808 con el grado de capitán. Al poco tiempo de empezar este conflicto, fue hecho prisionero por el ejército francés y llevado a Francia. Allí fue donde entró en contacto con las ideas liberales y masonas que defendería posteriormente durante toda su vida. Tras viajar por otras ciudades europeas,  regresó a España tras acabar la guerra y llegó a jurar la Constitución de Cádiz, aunque fue derogada por el rey Fernando a su regreso a España.

A finales del año 1819, Riego tenía el grado militar de teniente coronel  y recibió el mando de un batallón con el encargo de ir a las colonias americanas para sofocar las insurrecciones que se estaban desarrollando prácticamente desde el regreso del monarca al trono. Con la ayuda de otros militares, como fue el caso del coronel Antonio Quiroga, que apoyó el golpe desde Cádiz, Riego proclamó la Constitución de 1812 y se rebeló contra el Conde de Calderón, quien estaba al mando de toda la expedición que debía embarcarse para América.

En Cabezas de San Juan, Riego arengó a sus hombres para que lo apoyaran en el alzamiento. Estos lo seguirían en aquel levantamiento. Sin embargo, Riego no recibió una respuesta favorable por parte del ejército en otros puntos del país y tímidamente, sus tropas marcharon durante esas semanas por Andalucía para encontrar tropas que se unieran a la causa. No encontró muchos apoyos y parecía que este pronunciamiento iba a terminar de la misma forma trágica que todos los anteriores.

A finales de febrero, el movimiento de Riego estaba casi disuelto al no ser secundado por otras unidades militares y él, junto con algunas de sus tropas, se refugió en las montañas extremeñas. Sin embargo, a finales del mes de febrero, estalló en la Coruña, después en Vigo y Ferrol, una insurrección liberal que se fue extendiendo por toda España. A comienzos de Marzo, en la capital, los insurrectos rodearon el Palacio Real y Fernando vii no tuvo más remedio que someterse a la voluntad de la nación y juró la Constitución de Cádiz.

El pronunciamiento de Rafael de Riego no debe verse como un caso aislado ni en España ni en Europa. Ese éxito de comienzos de 1820, fue como una mecha que se extendió por otros países europeos. Desde la caída de Napoleón en 1815, las naciones europeas habían querido regresar al Antiguo Régimen, pero el germen del liberalismo, fruto de la Revolución Francesa, estaba demasiado presente y era imposible que el absolutismo pudiera mantenerse.

Así, tras la insurrección llevada a cabo por Riego, en Portugal se produjo otro alzamiento para que la familia real portuguesa regresara desde Brasil y aceptaran la nueva constitución portuguesa, parecida a la de Cádiz. Lo mismo ocurrió en Italia con Nápoles y el Piamonte. Hubo conatos de rebelión en Francia y Rusia y en Grecia se produjo la guerra de independencia contra el Imperio Otomano.

Volviendo a España y al Trienio Liberal, la popularidad de Riego no se quedó solamente en el pronunciamiento. El gobierno liberal lo nombró general y mariscal de campo. Su popularidad durante estos tres años fue en aumento y participó en los asuntos de la vida política del país. En 1822 siendo diputado, llegó a presidir las Cortes del gobierno liberal más exaltado.

A pesar de que Fernando vii, aceptó este gobierno constitucional, de forma clandestina contactó con potencias absolutistas de Europa y en 1823, tropas francesas, al mano del duque de Angulema, denominados los Cien Mil hijos de San Luis, invadieron España y fueron poco a poco restaurando el poder absoluto para el monarca español.

Durante esta invasión, Riego tuvo que huir a Andalucía, pero fue finalmente capturado. Riego sería trasladado a Madrid y pidió clemencia el rey Fernando, ya completamente restaurado en el trono, de forma absolutista. Sin embargo, el monarca no tuvo clemencia y lo declaró traidor, siendo ahorcado en Madrid en 1823.

La andanza de Riego no duró mucho, pero su leyenda y la popularidad de su alzamiento han perdurado durante la historia, recordándole siempre como un héroe nacional y que luchó por la libertad, convirtiéndose como un mártir de la causa liberal tras su ejecución. A pesar de que Fernando vii regresaba al absolutismo, ya España nunca sería una nación del antiguo régimen. La Revolución Francesa primero, y el pronunciamiento de Riego, fueron el germen para la transformación política que vivió España durante el resto del siglo xix.

Autor: Danny Móstoles para revistadehistoria.es

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Bibliografía

LA PARRA, E.: Fernando vii. Un rey deseado y detestado. Barcelona: Tusquets, 2018.

RUIZ JIMENEZ, M.: El liberalismo exaltado. La confederación de comuneros españoles durante el Trienio Liberal. Madrid: Editorial Fundamentos, 2007.

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