Revista Cómics

Black Gas

Publicado el 02 diciembre 2010 por Juancarbar

Jueves, 2 de diciembre de 2010

Black Gas
Hace un tiempo nos adelantamos a la edición que acaba de publicar Glènat de Crossed, el último trabajo de Garth Ennis, con un análisis en profundidad de este notable comic. Pero, ¿cuántas historietas más de este jaez puede soportar el público lector? ¿Cuántos relatos apocalípticos de infecciones misteriosas y destripamientos tremendistas? Con la reciente moda de muertos vivientes que parece haber retornado, da la impresión de que todavía quedan ganas de nuevos, y no tan nuevos, comics de huidas, mordiscos y entrañas al aire. Black Gas es el padre de todos, el primero de una larga estirpe que se inspira en películas como The Crazies, un film de 1973 de George A. Romero que recientemente ha visto una nueva versión, y 28 Días Después, largometraje de 2002 de Danny Boyle. La premisa en todo este tipo de historias es sencilla. Un extraño virus causa una enfermedad que convierte a los pacíficos ciudadanos en bestias sedientas de sangre, con una pulsión irresistble por matar, destruir y violar. Un pretexto para que los americanitos impresionables fans de Jackass, Kick-Ass y Loquesea-Ass, tengan su ración de risotadas, pero un ya agotado recurso facilón que cansa a las tres páginas.

Black Gas
Publicado por Avatar entre 2006 y 2007 en dos arcos argumentales de tres números, y escrito por Warren Ellis, Black Gas cuenta la peripecia de una pareja que llega hasta la isla de la costa nororiental de Estados Unidos en que nació el chico para que sus padres conozcan a su novia. Un terremoto causa un escape de un siniestro gas negro, y por toda la localidad se desata el caos. Los habitantes se convierten en una especie de zombies que sirven para que el guionista de rienda suelta a su más perversa imaginación. La pareja tendrá que intentar cruzar la isla perseguidos por una horda salvaje que intenta devorarlos. No hay más. La única intención de Ellis es pugnar por conseguir el ir aún más allá en la mera exhibición. Pretende ser desagradable y lo único que consigue es aburrir al lector. Max Fiumara se encarga, por su parte, de poner en imágenes todo tipo de perversiones sexuales, cabezas reventadas y sesos desparramados con un dibujo ajustado, pero rutinario.

En la segunda serie de Black Gas la infección se extiende al continente. Ellis obtiene con ello más excusas para seguir mostrando cuerpos machacados y burricie extrema. Es evidente que, igual que Black Gas surge de la idea que inspira The Crazies y 28 Días Después, poco después Garth Ennis retomaría el mismo planteamiento para crear Crossed apenas disimulándolo. Una impresión reforzada por el hecho de que el ilustrador de Crossed fuese Jacen Burrows, quien se encarga de las portadas en Black Gas haciendo ambos comics a duras penas distinguibles. Pero donde Ellis se limita a regodearse en la brutalidad y la acción desenfrenada, Ennis demostraría mayor enjundia dotando a su historia de unas reflexiones y una profundidad psicológica que lo convierten en algo más que una mera lectura de evasión. En este caso el copión supera al copiado. Lo pueden comprobar en la edición que la semana pasada puso Glènat en las librerías. Y si quieren profundizar algo más en el tema, echen un vistazo a The Crazies, la película, y los comics que surgieron a raíz de ella.

Fran G. Lara


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