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Black Mirror: Hated in the Nation

Publicado el 27 octubre 2016 por Jimmy Fdz
Black Mirror: Hated in the Nation
Creador: Charlie BrookerDirector: James Hawes
¿Nunca se les ha ocurrido, a veces, abandonar internet para siempre? ¿Dejar de depender de ella para conseguir libros, cómics, series, películas (que es lo que me mantiene siendo usuario, básicamente)? ¿Qué motivaría tal decisión: un ansia de libertad o miedo a ver lo que no se quiere ver? Encontrarse en esos rincones oscuros que, en efecto, son tan malos como dicen (y lo dice alguien que no se ha metido por ahí... ni loco), o toparse por accidente con tamañas monstruosidades en sectores supuestamente iluminados y seguros, y peor (como si pudiera ser peor, por dios), en formatos tan banales como los que el hoy ofrece... Y me topo con eso justo el mismo día que veo las fechorías de Negan y la discusión que suscitó en las redes sociales: que si fue necesario, excesivo, que si se cruzó el límite... En primera instancia no le di importancia a lo de Negan, simplemente me llamó la atención lo crudo de la escena y, sobre todo, lo fiel al cómic, pero luego de ver tan aberrante GIF y leer opiniones sobre lo visto en "The Walking Dead" (imposible no relacionarlos), tal escena me comenzó a afectar de la misma manera en que lo hizo el GIF, con esa violencia tan brutal, innecesaria y arbitraria, desplegada sin el más mínimo arrepentimiento; un verdadero y maldito sinsentido, tan sólo un instante desafortunado (de entre todo un mar de instantes) sufrido por un ser vivo al azar... ¿no les parece aterrador?, ¿realmente aterrador? Lo es. Y no hay nada que se pueda hacer, pues está ahí afuera. Y no, no es consuelo que la serie de AMC sea ficción, pues el GIF no lo es... No es que recién haya descubierto que el mundo es una mierda (lo vengo afirmando desde antes que este blog naciera), pero uno no puede quedar impasible ante tamaña maldad, ¿no? A veces uno debe soltar unas palabras, aunque no es que me sienta mejor.
En realidad Charlie Brooker no profundiza tanto sobre la condición humana, tan sólo reprocha puerilmente unos cuantos comportamientos socio-políticos, a todas luces molestos y ridículos, surgidos gracias a los actuales avances tecnológicos, a través de historias que, a lo más, llegan a ser ingeniosas o correctas, pero que apenas rasgan muy por sobre la superficie del estado de las cosas, dejando que la complejidad de personajes e ideas brille por su ausencia (lo cual ha ido aumentando con el paso de las temporadas... y de la atención mediática, el "éxito"). Es por eso que "Black Mirror" no debería hacer historia ni ser considerada visionaria o incluso vanguardista, pues sólo es un caricaturesco guiño a un grupito de personitas pertenecientes a un efímero y aburrido período de la Historia. Los episodios de esta serie no son más que inofensivos caramelos que dejan indiferente a tu paladar, apenas unas débiles caricias que causan risa en comparación con los puñetazos que te propina la humanidad. Claro que en estos días para muchos (demasiados, de hecho) un par de débiles caricias son como una patada en los testículos, por lo mismo no me extraña el éxito de esta bazofia de serie. Con todo, ahora estamos en la mitad buena de esta tercera temporada: "Hated in the Nation" es la historia de dos detectives mujeres que se encuentran con un extraño caso que puede ser el comienzo de una curiosa seguidilla de muertes (o asesinatos) en donde el rol de las redes sociales adquiere importancia capital. Así, se hacen críticas en contra de la falsa moral y del absurdo comportamiento que la gente tiene en las redes sociales, exacerbados por la ilusión de seguridad y desinhibición que genera la existencia online. También se critica la desvergüenza con que los grandes gobiernos vigilan a la población. Claramente, esta historia no habría sucedido sin twitter ni tecnología avanzada o capitalismo: un genio el buen Brooker. Más allá de lo anterior, "Hated in the nation" es una correcta y solvente historia de detectives, estructurada como el típico relato que progresivamente se complica lo suficiente como para que un golpe de gracia lo resuelva todo (viejo, ni siquiera explican cómo se logró el golpe de gracia, es increíble). Tiene momentos, pero se nota que quien dirige ha trabajado sólo en televisión (por no mencionar al brillante guionista y creador)... lo digo por la sosa puesta en escena. Considerando la magnitud del daño causado por el antagonista y su discutible moral e intenciones, el episodio tiene un tono de lo más inocuo e impersonal, ejecutado bajo someros enunciados que no aportan mucho más que los sesudos (¡y hasta graciosillos!) análisis tuiteros. Charlie Brooker no es más inteligente que Seth Rogen y compañía, ni siquiera lo supera en incorrección, pero vaya que se da importancia y se precia de sí... El día en que Netflix le dé una oportunidad a Veiko Ounpuu será el puto final. Y como dato que espero tomen en cuenta: "Hated in the Nation" dura 89 minutos. Ustedes saben con certeza que en noventa minutos pueden ver algo mejor. ¿Conclusión? No sean como yo: no se equivoquen...
Black Mirror: Hated in the Nation

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