Revista Recursos Humanos

Blacky y el arco iris

Por Anécdotas De Secretarias Erika Martin @erikassistant
Mi querido Blacky,

Llegaste a casa, junto con Luna, en una fría mañana de diciembre de 2001. Apenas tenías unas semanas de vida y estabas muy asustado porque tu mama no estaba a tu lado.Blacky en su casitaNos miramos unos segundos y entonces nació un vínculo entre nosotros dos que nunca podrá romperse. Nos convertimos en amigos inseparables.Te cuidé, te protegí y te quise a rabiar. 

La mirada especial de Blacky

2005

Siempre estuviste a mi lado, como un matrimonio: en la salud y en la enfermedad, en las penas y en las alegrías … Me enseñaste el significado de amistad, de amor incondicional, de  generosidad, de protección, de compromiso, de lealtad y muchas más cosas que muchos humanos nunca entenderán. 

Blacky en el parque

2010


Mi querido Blacky, te fuiste dulcemente en mis brazos hace apenas una semana. No puedo parar de llorar. Te echo mucho de menos.Ya no podré acariciarte, abrazarte, besarte ni contarte cómo me fue el día. 

Ya no habrá fiestas de bienvenida cuando regrese a casa de trabajar. Echo de menos tu impaciencia para que te diera tu dentastick mañanero al volver del parque. Echo de menos tus gruñidos a la hora de la comida para que te diera algo de lo que tenía en el plato. Echo de menos esas peleas por el mejor sitio en el sofá. Echo de menos cuando me dabas con la patita para que te hiciera mimos o te rascara la tripita.

Mi gordito, mi bebé, mi ratoncito, me cuesta mucho asimilarlo. Luna y yo nos sentimos perdidas y desorientadas, tu eras el líder de la manada. 


Blacky de paseo por la montaña


Sé que sigues acompañándome desde allí arriba. Me transmites alegría y energía desde el arco iris. Me das calor con cada rayo de sol. Te has convertido en la estrella más brillante y más bonita del firmamento. Sé que siempre estarás conmigo.


Blacky en el parque

En octubre de 2014 se le detectó osteo-sarcoma debajo del ojo izquierdo

Te quiero, te querré siempre y nunca jamás me olvidaré de ti. Te llevo en mi corazón.

Descansa en paz, querido amigo.*****

Mi querida Erika,Llegué a casa muerto de miedo con apenas unas semanas de vida. Me pusiste en tu regazo y me calmaste con esos mimos que a mi siempre me gustaron tanto. ¿Recuerdas cuando me dabas el biberón?

Blacky y el arco iris

12.2001


Me prometiste que sería el perro más feliz del mundo y así fue. Me diste todo tu amor y siempre me trataste como el rey de la casa.

Disfruté mucho en nuestros paseos por el parque y cuando jugábamos con la pelota, el palo o las piñas de los pinos. Hiciera frío, lloviera, nevara o un calor abrasador en verano, siempre me sacabas a dar una vuelta cada vez que te ponía esa carita de alma en pena mirando a la puerta de calle. 

Dejabas cualquier cosa que estuvieras haciendo para ir a dar una vuelta porque tu prioridad era yo, mi bienestar y mi felicidad.

Blacky disfrutando de la nieve

02.2009


Me ponía nervioso cuando por las mañanas te arreglabas para ir a trabajar y tardabas en darme mi dentastick. Pensaba que se te iba a olvidar y me lo dabas justo antes de irte porque te remordía la conciencia por dejarnos en casa a Luna y a mi y no llevarnos contigo a la oficina.

No te imaginas lo contento que me ponía cuando volvías a casa de trabajar. Sabía que sufrías por dejándonos solitos durante esas horas a Luna y a mi. Aunque comprendí que era para ganar dinero y comprarme mis chuches, mi comida y mis juguetes.Alguna vez a tu regreso, incluso me hice pipi. Nunca me regañaste por eso. Siempre fuiste compresiva conmigo. Sabías que era de la emoción de volver a verte.

Me ponía nervioso cuando se te iba acabando la comida del plato. No sé porqué, pues siempre me guardabas algo para el final. Pero yo te ponía caritas y/o gruñía por si acaso.


Blacky y el arco iris

2013


No me hacía ninguna gracia que me metieras en la bañera. ¿Te acuerdas de cómo intentaba escaparme? Sin embargo, cuando comenzaba a caer el agua caliente y tu empezabas a darme masajes por todo el cuerpo con el champú, me quedaba bien quieto. Después no quería salir de la bañera. ¡Qué cosas!

Lo mejor eran los achuchones que me dabas cuando me secabas con la toalla. Nunca te lo dije pero esos baños eran un auténtico placer perruno.

Me gustaba hacerte de rabiar, tumbándome a lo largo del sofá, sin dejarte sitio. Más de una vez te tocó sentarte en el suelo. Aún así me echabas una mantita por encima en invierno y me dabas las buenas noches con muchos besitos.

Blacky, el dueño del sofá

2006


Cuidaste de mi, me protegiste y me diste todo tu amor. Yo solo te estaba correspondiendo porque los perros damos todo por nuestros amos. Nosotros no sabemos qué es el egoísmo.

El verano pasado empecé a sentir molestias en la cara. Aquel bultito fue creciendo y creciendo cada vez más a lo largo de estos últimos meses. 

Sabes que estos días ya estaba muy malito y que no podía quedarme más tiempo a tu lado.

El último paseo de Blacky

01.09.2015


Cuando llegó mi hora de partir, estuviste conmigo acariciándome, abrazándome, besándome y diciéndome cosas bonitas al oído hasta mi último suspiro. 

No llores más, no me gusta verte triste.
Estoy en el arco iris. Aquí te espero y te añoro rodeado de todos los colores que a ti tanto te gustan. Nunca te dejaré. Recuerda que estoy en tu corazón. 


Blacky iluminado por los rayos del sol

01.09.2015

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La leyenda del Puente de Arco IrisCuenta la leyenda que cuando una mascota se va, no sube al cielo directamente, sino que se queda esperando en el puente del arco iris a esa persona que tanto amó y tuvo que dejar atrás. La añora y espera para recibirla y cruzar juntos el puente e ir al cielo juntos.

Mientras llega ese momento, las mascotas son felices en el arco iris. Allí tienen la alegría de los colores y el calor del sol.

Las que estaban heridas o enfermas o eran más mayores, recuperan su salud y vitalidad. Vuelven a estar fuertes, tal y como las recordamos las personas que las queremos.

En el arco iris hay valles, colinas y ríos donde todas juegan y corren juntas. Hay prados con hierba mullida para que duerman y descansen cómodamente. Tienen su comida favorita y también sus galletitas.
Un día una de las mascotas se detiene repentinamente. Se queda mirando fijamente al horizonte. Su olfato percibe un olor familiar. Sus ojos se abren al máximo y se iluminan con un brillo especial. 

Deja al grupo con el que estaba jugando y empieza a correr cada vez más y más rápido en dirección a lo que vio a lo lejos. Se podría decir que incluso vuela sobre la hierba verde. Siente mucha alegría y el corazón le late acelerado.

Es a su amo a quien vio en el horizonte. Por fin llegó después de tanto tiempo esperándole. 

Cuando ambos se encuentran, se funden en un abrazo. Los besos, las caricias y hasta las lágrimas de felicidad no faltan en este momento tan mágico.

Los dos se miran emocionados a los ojos. Estuvieron separados un tiempo pero nunca ausentes en sus corazones. Saben que ya nunca más volverán a separarse.
Entonces los dos cruzan el Puente del Arco Iris.

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