Blanc y Sabella, por la misma senda

Argentina se encuentra en un proceso de reestructuración símil al de Francia con Laurent Blanc. La principal idea era que Sergio Batista sea el encargado de llevar esa bandera, aunque con el tiempo quedó demostrado lo que desde un principio se sospechó: no estaba preparado para semejante cargo.

Blanc llegó a la selección gala tras ser campeón con el Girondins de Bordeaux en la liga francesa y tras un escandaloso Mundial Sudáfrica 2010. A diferencia de Argentina, esta renovación significó grandes modificaciones y la limpieza pasó desde el excéntrico Domenech hasta muchos históricos.

Alejandro Sabella llega por la misma senda. Salió campeón de la liga argentina y sumó la Copa Libertadores en el 2009. El borrón incluyó jugadores como Tevez y a Diego Milito, pero la renovación de nombres no parece ser su desvelo (de hecho volvió a convocar a Verón y a Riquelme, dos añejos).

La comparación viene más que nada, relacionada a los plazos. En una entrevista concedida a la web de la FIFA, Blanc deja bien claro, un discurso que para una selección parece ser el mejor: el día a día. “Lo único que me importa es lograr la clasificación para la Eurocopa”. Si bien resulte un tanto bilardista, sus equipos lo han desmentido

Agrega avalando el proyecto: “Tratamos de ir avanzando paso a paso. Estamos creando un núcleo, efectivamente, pero lo más importante es ir ganando partidos, porque eso hace que se aceleren las cosas.” Y de una manera deliciosa concluye con algo que parece pasarle a la selección Argentina desde hace años: “Construir un equipo lleva mucho tiempo. ¡A veces, incluso, lleva tanto tiempo que no te da tiempo a formar uno!”

Queda clarísimo. No hay que volverse loco con formar algo que puede no llegar a un punto máximo. En las excusas siempre hay un después. Que la Copa América es previa al Mundial, que los amistosos son amistosos y que las Eliminatorias son clasificación. La realidad (Batista y Basile lo demuestran) no es así y los partidos del día a día pueden llegar a matar todos los ideales. En ese sentido, la primera convocatoria de Sabella, es un punto final a los ciclos anteriores.

Blanc y Sabella tampoco son atados a los esquemas de juego ni a jugadores específicos. Lógicamente tienen preferencias y así lo demuestran, pero son versátiles, saben preparar los partidos de manera puntual y al no tener un discurso complejo, los dos o tres días de entrenamiento por mes y la materia prima de cada uno en las respectivas selecciones, deberían alcanzar.

Por último, creo que la selección local es lo único que atrasa. Futbolísticamente no sirve y quedó demostrado (para bien o para mal) en la última convocatoria de la Copa América 2011. Podrían convocar jugadores de “acá” para que jueguen los partidos importantes, pero dividir a la selección y plantear el nuevo debate, es inútil. Si los jugadores son buenos, seguramente en unos meses estén del otro lado del Atlántico, es el presente económica mundial. Blanc es un afortunado: esa situación no la vive, todos son y juegan en Europa.

Francia y Argentina intentan resurgir de manera parecida. Con una refundación desde el micrófono (“No queremos ser el Barcelona”) hasta los nombres. Discursos simplistas, perfiles bajos, conductores y ganadores en sus ligas, son algunas de sus características pero principalmente el REALISMO, el saber qué tienen y apostar a armar un colectivo de estrellas es lo que los hace diferentes. O igual entre sí.