Blancanieves y la Leyenda del Cazador -la olvidé a los cinco minutos gracias a su protagonista

Infeliz de mí. Yo pensaba que Kristen Stewart era inexpresiva en la saga Crepúsculo porque su papel (empalagoso a más no poder) así lo requería. NO, ella es así. O por lo menos así la he visto en esta película, no puedo decir del resto de su filmografía ya que tan sólo la he visto en otra película más, La Habitación del Pánico con Jodie Foster ejerciendo de su progenitora. Con eterno dolor de estómago, rictus facial similar al de Chuck Norris y una interpretación robótica digna de un monolito -el de 2001 al menos impresionaba y tenía presencia, ella ni eso-, no es de extrañar que su presencia se me hiciese indigesta. Menos mal que estaba Charlize Theron para alegrarme el día y salvar la papeleta.

De primeras habría que comentar el “ingenio” que tenemos en nuestro país para traducir los títulos a nuestra manera. Estúpida manera la verdad. Ya que en Estados Unidos la película se titula Blancanieves y el Cazador (Snow White and the Huntsman), mientras que aquí se ha optado por poner Blancanieves y la Leyenda del Cazador. Viendo la película te preguntas qué “leyenda” es esa, pero somos así de originales y jugamos al despiste poniendo cosas intrascendentes y sin venir a cuento.

Un detallito que igual habéis visto en alguna otra reseña, pero me interesaba que lo conociérais la verdad.

Este año ha debido de ser el de la chiquilla de cara pálida y sus amiguetes de corta estatura. Incluso hemos tenido nuestra versión española de la mano de Pablo Berger y protagonizada por Maribel Verdú (titulada Blancanieves). Aunque en blanco y negro, muda y distanciándose de lo visto hasta ahora. La otra película sería la más tradicional con Julia Roberts haciendo las labores de Madrastra y de nuevo en España hemos optado por poner el título que nos ha dado la gana y debajo del mismo el original. Osea, “Blancanieves” pero insertando el original que es el de “Mirror, Mirror” (Espejito, espejito). De nuevo otra curiosidad más de como se trabaja aquí.

Finalmente está la que nos ocupa. La seria y oscura. En la que Blancanieves tiene incluso armadura al final de la película y no le da miedo tomar las riendas de su destino. Ríete tú de la que nos ofreció Disney en su primer largometraje animado, allá por el año

La película en sí tiene momentos muy buenos. Sobre todo, como he dejado patente al principio de esta reseña, los que protagoniza Charlize Theron. Dejando patente que si quiere mostrar un lado malicioso y brutal, lo puede llevar a cabo eficientemente. Prácticamente estás deseando que salga en pantalla y ofrezca descanso ante las caras de mala gana que ofrece Stewart. Incluso tenemos a esa villana con motivación y que se aleja de lo establecido en este tipo de historia.

Luego viene lo “otro”. Si no sientes simpatía -o empatía ya puestos- por el protagonista, difícilmente vas a emprender el viaje con Blancanieves y esperar ansiosamente que llegue a buen puerto ante lo que le va viniendo encima. Es uno de sus puntos negros, para mí el que más.

Siguen estando muchos de los detalles que se han visto en otras adaptaciones de esta historia. El Espejo, la Manzana, los enanos (los cuales son personas de estatura normal, pero retocados digitalmente -o de otras maneras- para simular una menor), el cazador y la madrastra. Todo está sobre la mesa. Incluso el diseño de producción no está mal. Pero por desgracia es totalmente olvidable. Personajes que parecen importantes y no lo son, otros que parece que están por obligación y no por la historia en sí, etc. Hará como una semana que la ví y prácticamente no recuerdo muchas de sus escenas -he tenido incluso que esforzarme para recordar su final-.

Cuando ocurre eso, cuando algo te deja tan poco huella, es por algo. De nuevo sólo podría recomendar la presencia -una vez más recurro a ello- de Theron y sus múltiples registros. No le darán un Oscar por ello, también estaría bueno -aunque cosas más raras se han visto-, pero al menos parece que es la que más se esforzó en su trabajo.

Aunque en líneas generales la he puesto a caer de un burro, tampoco ha estado mal que Rupert Sanders -su director- haya optado por un cambio a la hora de ofrecer esta historia a los espectadores. Pero no es menos cierto que hace unos años (1997) Sigourney Weaver también hizo lo propio (junto con Theron y Roberts) encarnando a la mala de la función. Titulada Blancanieves: Un cuento de Terror o Blancanieves: La Verdadera Historia, aquí la oscuridad y el suspense sí se daban de la mano. Una película para televisión que conseguí ver en su momento en formato doméstico y que no me dejó un mal sabor de boca. Quizás por eso, cuando anunciaron esta película me vino a la cabeza esta otra. Desconozco si la habéis visto, pero si es así os invito a comentar tanto la de Stewart y Theron como la de Weaver. Desde luego yo me quedo antes con la segunda, por razones obvias.

Trailer de Blancanieves: Un cuento de Terror

Fdo: Snake