Revista Música

Blondie

Publicado el 04 abril 2016 por Perendengon

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Hola Graminoleños.

Hoy le dedico “La Graminola” a otro de esos grupos cuya influencia en la música moderna es más evidente. Uno de los grupos pertenecientes al pun-rock que supo ir evolucionando con el paso de los años hasta abrirse a un público mayoritario, atreviéndose absolutamente con todo. Hablo de los neoyorquinos Blondie.

Hablar de Blondie es hablar de Deborah Harry, su vocalista y auténtica líder. Un clarísismo icono para muchas de las artistas que vinieron después y que tiene en su poder interminables records en el mundo de la música. Una mujer con una personalidad arrolladora y un físico envidiable. Debbie Harry no es solamente una grandísima artista musical sino que en su época fue considerada como un auténtico símbolo sexual.

Todo comenzó en el año 1975 cuando Debbie entabló primero amistad y luego una relación sentimental con el guitarrista Chris Stein llevándoles a formar su primer grupo, al que inicialmente le pondrían el nombre de “Angel & The Snake”, aunque de inmediato, el físico de la cantante haría que fuese sustituido por “Blondie”.

A Debbie y Chris les acompañarían en esta aventura Clem Burke, Gary Valentine y James Destri, dándose a conocer con algunas actuaciones en la por aquel entonces mítica sala CBGB de Nueva York. Su manera de hacer música y el espectacular físico de Debbie Harry que compaginaba su aventura musical con trabajos de camarera y hasta conejita Playboy no pasarían desapercibidos y en el año 1976 llegaría la oportunidad de publicar su primer disco de título “Blondie”.

El disco no tendría demasiado éxito salvo en Australia, donde tuvo bastante aceptación sobre todo con los dos singles que se publicarían. El primero de ellos, la carta de presentación de Blondie sería “X Offender”.

Los comienzos siempre son complicados, por lo que el primer trabajo de un grupo, sobre todo en aquellos tiempos, era inevitable que en muchas ocasiones pasase de puntillas. Afortunadamente para Blondie, otra de las canciones de este disco les daría la oportunidad de seguir intentándolo ya que llegaría al número 2 en las listas australianas. Era el espaldarazo que necesitaban.

Lo curioso del caso es que la canción en cuestión, de título “In The Flesh”, es una de las pocas oportunidades en las que Blondie nos ha deleitado con una balada exitosa, ya que normalmente sus grandes temas han estado cargados de mucho ritmo y vitalidad. Sin embargo, su primer gran éxito sería una canción de amor con ritmos bastante cercanos a los de los años 60.

Gracias a este éxito, en el año 1977 tendrían la oportunidad de publicar un nuevo disco. “Plastic Letters” siguió el camino marcado por su primer trabajo y tuvo en común con él que como álbum no funcionó demasiado bien, pero los dos singles que se publicaron entraron en las listas de éxito americanas, suponiendo que Blondie empezaran ser conocidos también en su país.

Con el primer single apostaron sobre seguro. Decidieron hacer una versión de un clásico de los años 60 del grupo Randy & The Rainbows titulado “Denise”, que ellos titularían “Denis”, dándole un aire bastante más actualizado.

El otro single es un tema al más puro estilo punkrock, que por aquel entonces lideraban bandas como Television o The Ramones (ver entrada https://lagraminola.wordpress.com/2015/12/27/the-ramones/), titulado “(I’m Always Touched By Your) Presence Dear”.

Sería entonces cuando llegaría el trabajo definitivo de Blondie. Sus dos primeros discos habían tenido una aceptación discreta, pero algunas de sus canciones y la personalidad y el físico de Debbie no habían pasado desapercibidos. Además se produciría un cambio en la composición del grupo que resultaría fundamental. Gary Valentine abandonaría la banda y sería sustituido por el guitarrista Frank Infante que se traería de la mano al bajista Nigel Harrison pasando de ser cinco a ser seis los miembros que componían Blondie a partir de ese momento.

Era el año 1978 y aparecía en el mercado “Parallel Lines”, considerado como su mejor disco y que se convertiría de inmediato en un éxito mundial llegando al número uno tanto en Estados Unidos como en media Europa. Blondie se convertía en uno de los grupos de referencia del panorama músical de finales de los 70.

El disco contiene canciones que se convertirían en auténticos himnos y que abordan distintos estilos, mostrando una versatilidad hasta ahora desconocida. Sin abandonar definitivamente el punkrock que les había caracterizado hasta ese momento, Blondie empezaba a moverse con soltura con otros estilos más cercanos al pop. Eso sí, el primer single del disco seguiría estando marcado por su estilo habitual: “Picture This”.

Otro de los temas destacados de este disco llegaría  también al número uno de las listas británicas y estadounidenses. Se trata de otra de las canciones destacadas de la carrera de Blondie. Su título, “Sunday Girl”. A mí me encanta.

Ahora bien, el disco contiene una de esas canciones reconocibles desde el primer segundo. Una de esas canciones que se convierten en el estandarte de un grupo y que se asocian de inmediato no solamente al grupo en cuestión sino que también a una época muy concreta. Una canción que además tiene su historia.

El tema había sido grabado en los inicios de la banda, pero nunca había sido incluido finalmente en ninguno de los discos publicados hasta ese momento. Con un buen lavado de cara se convertiría en el mejor single del año 1978 en Estados Unidos y un éxito total. Inicialmente llevaba un ritmo pausado y cercano al reggae (como veremos más adelante un estilo que Blondie utilizaría en varias ocasiones), algo que sería modificado para incluir esta canción en el disco. No sería ése el único cambio ya que también afectaría a su título, el cual era inicialmente “I Had A Love”. Con todos esos cambios se convertiría en la espectacular “Heart Of Glass”, con Debbie Harry en su máximo esplendor.

Como ya digo el éxito de “Parallel Lines” fue total. De él se publicarían hasta seis singles a cual mejor, convirtiendo a Blondie en una de las bandas más representativas de la época. Lo tenían todo, buena música, una solista espectacular, la crítica de su lado y un público entregado.

Otra de las canciones destacadas del disco es “One Way Or Another”, un tema que ha sido utilizado hasta la saciedad en muchas campañas publicitarias, sin ir más lejos una bastante reciente de una conocidísima marca de cereales, de la que me váis a permitir no haga publicidad gratuita, además de que supongo que todos sabéis a cual me refiero.

Aunque el listón había sido colocado bastante alto, Blondie no defraudaría en absoluto con su siguiente trabajo, en el que seguiría caminando por la senda del éxito, incluyendo canciones que son auténticos iconos de la banda. En el año 1979 llegaría el no menos bueno “Eat To The Beat”.

Si “Heart Of Glass” era un tema estrella de la banda que se convertiría en mítico, en “Eat To The Beat” se incluía otra canción que no tenía nada que envidiarle. Una canción que no necesita más presentación. Con todos vosotros, “Dreaming”.

La verdad es que las canciones de Blondie cada vez tenía más “potencia” con unos primeros compases muy reconocibles y un ritmo espectacular. Esto se podría comprobar también en otro de los temas destacados de este trabajo. Una canción que tiene una parte instrumental bastante amplia y que llena totalmente el ambiente. Posiblemente, en cuanto a calidad se refiere, una de sus mejores interpretaciones.

Me estoy refiriendo a “Atomic”, que aparecería bastantes años después en la banda sonora de la película “Trainspotting”.

Por último, otro de los temas destacables de este disco, que también llegaría bastante alto en las listas, en esta ocasión del Reino Unido, sería “Union City Blue”.

Llegamos pues al inicio de la mágica década de los 80 con Blondie en todo lo alto y triunfando a lo grande. El primer año de la década no se iba a quedar atrás e iba a suponer un gran año para Debbie y los suyos gracias a dos circunstancias.

La primera, no podía faltar el tema cinematográfico, vendría de la mano de la película que supondría el salto definitivo al estrellato de un jovencísimo Richard Gere, titulada “American Gigolo”. Giorgio Moroder, de quien seguiré hablando en otros artículos ya que es uno de esos personajes que como productor ha supuesto mucho para el mundo de la música y del cine, contactaría con los chicos de Blondie para que compusieran el tema central de la banda sonora de la película, a lo que no pudieron negarse.

La canción sería todo un éxito, llegando al número uno y convirtiendose de inmediato en otro de los clásicos de la banda. Efectivamente, estoy hablando de “Call Me”, en el que Debbie nos pide que la llamemos en inglés, en francés y hasta en español. Lástima no haber tenido su teléfono en ese momento.

“Call Me” no sería más que el aperitivo de lo que estaba por venir en ese año 1980, que no era otra cosa que la publicación de un nuevo disco que llegaría al número uno en medio mundo y coparía también el primer puesto de las listas de singles con dos de las canciones que lo conforman. Su título “Autoamerican”.

El primer single publicado de este disco he de reconoceros que es mi canción favorita de Blondie. Antes os comentaba que el reggae se convertiría con el paso del tiempo en una de las influencias de la banda, que utilizaría este estilo para algunas de sus canciones. Eso es lo que sucedería con “The Tide Is High”, una canción que nos lleva desde las calles de Nueva York a los paraísos terrenales jamaicanos. Blondie podía con todo.

Era evidente que Blondie incluía en sus discos distintos estilos, moviéndose a la perfección entre todos ellos. Con “Autoamerican” iban a darle otra vuelta de rosca y dejar boquiabiertos a más de uno.

Ya he comentado al principio de esta entrada que Debbie Harry pasa por ser una de esas artistas que ha batido bastantes records y ha sido pionera también en muchas ocasiones. Con otra de las canciones del disco iba a sorprender a propios y extraños.

La canción de la que hablo es “Rapture”, que no solamente se convertiría en la primera ocasión en la que una mujer blanca se marcaba un rap, sino que además este hito llegaría al número uno en Estados Unidos. Lo habían vuelto a hacer.

En el año 1981, Debbie Harry decidió matar el gusanillo de publicar un disco en solitario, al margen del resto de los miembros del grupo, sin que ello significara intención alguna de abandonar a sus compañeros. El dísco llevaría el título de “Koo Koo”.

Lo cierto es que no pasaria de ser un mero antojo y no tendría demasiada transcendencia ni demasiado éxito, aunque de él se publicarían tres singles, siendo el único destacable el titulado “Chrome”.

Desgraciadamente, un suceso inesperado supondría que a partir de ese momento llegara el declive de Blondie. Parecía increible que tras arrollar totalmente con sus tres últimos discos, y tan sólo dos años después del rotundo éxito de “Autoamerican”, el grupo acabara disolviéndose.

Llegaría el año 1982 y se publicaría el nuevo disco de Blondie, el que iba convertirse en su último trabajo con la formación de siempre. Ese mismo año, Chris Stein, el otro líder del grupo y pareja sentimental de Debbie Harry conocía la noticia de que padecía pénfigo, una grave enfermedad del sistema inmunitario que iba a suponer que tuviera que abandonar la actividad con Blondie. Un auténtico mazazo.

Por este motivo, “The Hunter”, sería acabado con muchas prisas y no estaría a la altura del éxito conseguido con los anteriores discos, lo que sumado a la retirada de Stein supondría el anuncio de la separación de Blondie, ya que Debbie también quería dejarlo una temporada para ocuparse del cuidado de su compañero.

Aún así, el disco contiene buena música, ciertamente no a la altura de trabajos anteriores, pero sí algunas canciones dignas de ser reseñadas, como es el caso del primer single que se publicó, muy en la línea de “The Tide Is High”. La canción en cuestión no es otra que “Island Of Lost Souls”.

Demostrando que si algo no habían perdido era la versatilidad a la hora de tocar diferentes estilos y distintas formas de hacer música, otro de los singles del disco, que tendría un éxito aceptable, se acercaría incluso al sonido discotequero que tanto triunfaba por aquella época. Su título: “War Child”.

Y me váis a permitir un pequeño capricho. Dentro de este disco hay un tema que ni fue publicado como single, ni tuvo la menor transcendencia musicalmente hablando, pero es que a mí me encanta. Es una canción con un ritmo reggae total (una vez más) y que tiene un inicio con la sección de viento que a mí me parece espectacular. Ahí va “Little Caesar”.

Aunque la actividad de Blondie había finalizado y Debbie había decidido apartarse también de la circulación, una vez más, de la mano del cine le llegaría la oportunidad de seguir en el candelero.

Sería en el año 1983 interpretando el tema central de la película “Scarface”, titulada en España “El Precio Del Poder” e interpretada por el grandísimo Al Pacino, cuyo título es “Rush Rush” y en el que la buena de Debbie se desenvuelve bastante bien con un sonido muy discotequero.

A partir de ese momento la actividad de Debbie Harry iría en aumento e iniciaría, ahora sí, su carrera en solitario con la publicación de tres discos en siete años, con desigual fortuna.

El primero de ellos, posiblemente el mejor de su carrera en solitario, llegaría en el año 1986 con el título de “Rockbird” y en él se incluye una canción bastante conocida que muchos piensan que pertenece a Blondie, sobre todo porque es uno de los temas que habitualmente ofrecen en sus conciertos, pero es el éxito más grande que Debbie ha obtenido al margen de la banda. Hablo de “French Kissin’ In The USA”.

En el año 1988 llegaría una nueva incursión de Debbie en el mundo del cine, aunque con menor repercusión que en ocasiones precedentes. Su tema “Liar Liar” sería incluído en la banda sonora de la película “Married To The Mob”, en España “Casada Con Todos”, protagonizada por Michelle Pfeiffer y que no tendría tanto éxito como en sus anteriores colaboraciones con el séptimo arte.

En muchas ocasiones, cuando el solista de un grupo decide publicar un disco al margen de sus compañeros, es difícil diferenciar donde empieza uno y donde acaba el otro porque prácticamente suenan igual. En el caso de Debbie Harry no sucedería esto, ya que su estilo en solitario es bastante más bailable y se acerca más a grupos, por ejemplo, como Bananarama, cuya música sonaba hasta la saciedad tanto en discotecas como radio-fórmulas.

Este cambió se haría todavía más pronunciado si cabe con la publicación en el año 1989 de “Def, Dumb & Blonde”, un nuevo disco en solitario de Debbie repleto de música para bailar y pocas similitudes con el sonido Blondie, de entre las que destacala canción “I Want That Man”.

El éxito de Debbie Harry en solitario, salvo en los casos de un par de canciones concretas que ya hemos mencionado, nunca se acercó ni de lejos al conseguido por Blondie. Su música como solista iba dirigida a otro tipo de público, existiendo mucha competencia por hacerse con éste, lo que provocaría que no acabara de lanzarse a los primeros puestos de las listas.

Pese a ello volvería a intentarlo en el año 1993 con la publicación de “Debravation”, un nuevo disco que seguía la senda de los dos anteriores, tanto en lo que a forma de hacer música se refiere como al poco éxito conseguido. La única canción que tuvo relativa aceptación sería “I Can See Clearly”.

Dado que el éxito no acababa de llegar, Debbie Harry decidió tomarse un respiro y desapareció de la circulación. Sin embargo, apenas cinco años después, en el año 1998 iba a llegar una muy agradable sorpresa. Debbie junto a su querido Chris Stein y otros dos de los miembros fundadores de Blondie Clem Burke y James Destri decidieron regresar al mundo de la música con la publicación de un nuevo disco. Blondie estaban de vuelta.

El título del disco sería “No Exit” y se convertiría en el regreso a lo grande de Blondie, logrando meterse en los puestos de honor de las listas de Reino Unido y devolviendo a Debbie y los suyos a la actualidad. Con un sonido que recordaba plenamente al de toda la vída y con un primer single que arrollaría en media Europa, volverían a batir varios records.

Ya he comentado anteriormente que Debbie Harry tiene en su haber unos cuantos records de esos que la convierten en una artista de las importantes dentro del panorama musical. Pues con la llegada de “No Exit” lograría un par de ellos más. El primero consiste en que se convertiría en la cantante más madura en conseguir llegar al número tanto con el álbum como con el primer single, que se convertiría en todo un pelotazo: “Maria”. Y es que los chicos de Blondie empezaban a tener sus añitos

Otro de los records que hay que destacar, en este caso extensible a todo el grupo, es que se convertirían en la primera banda que sería capaz de lograr algún número uno en tres décadas distintas. Los 70, los 80 y los 90 verían en algún momento un disco de Blondie en lo más alto. “No Exit” lo lograría en gran medida gracias a “Maria”, pero también a otras canciones como por ejemplo este “Nothing Is Real But The Girl”, con un sonido ochentero total. Me encanta.

Habría que esperar hasta el inicio del siglo XXI para que llegaran nuevos trabajos, hasta tres, de Blondie, aunque lo cierto es que ya no sería lo mismo. Tras la frescura del sonido de “No Exit”, los neoyorquinos dieron un cambio de timón a su sonido intentando modernizarlo de acuerdo a los tiempos que corrían, perdiendo de algún modo sus señas de identidad.

El primero de estos tres discos llegaría en el año 2003 y llevaría el título de “The Curse Of Blondie”, significando no solamente un cambio de estilo musical sino también en el aspecto físico de Debbie, que dejaría atrás su atractiva melena rubia para dar paso a un pelo moreno total. Sinceramente no parecían ellos ni musical ni visualmente.

Estos cambios pueden apreciarse bastante bien en el videoclip del único single que aparecería de este disco: “Good Boys”.

Como ya digo, el disco es realmente inclasificable dentro de su carrera, y entre las canciones que lo conforman aparece “Magic (Asadoya Yunta)”, en el que la cantante se permite la extravagancia de cantar hasta en japonés. Lo dicho, no parecían ellos.

Dada la poca aceptación que tuvo este disco, Blondie tardarían bastante tiempo en publicar un nuevo disco. Mientras tanto, se dedicarían a dar conciertos en recintos de aforo medio cantando sus éxitos de siempre, con un pequeñó impás en el año 2007 en el que llegaría el que es hasta el momento último trabajo de Debbie Harry en solitario.

Como el resto de sus trabajos en solitario, “Necessary Evil” no tendría demasiado éxito y pasaría bastante desapercibido salvo en las listas independientes del Reino Unido. Sin demasiadas canciones destacables, me quedaría únicamente con una de las contadas ocasiones en las que Debbie publica un single con una balada. Se trata de “If I Had You”.

En el año 2011 Debbie volvería a encerrarse en el estudio con los tres componentes masculinos de Blondie para grabar un nuevo disco, el que posiblemente sea el más flojo de toda su carrera. La fórmula estaba agotada y con todos ellos cercanos a cumplir los 70 era evidente que los años de gloria ya no iban a regresar.

El título de este disco es “Panic Of Girls” y su presencia en las listas de éxitos es testimonial en el mejor de los casos. El único single que se publicó de este dísco es este “Mother”.

Como puede apreciarse, el sonido de Blondie cada vez se acerca más a los sonidos electrónicos que tanto se llevan en la actualidad, sin acabar de perder totalmente sus señas de identidad. Este viaje hacia la “electrónica” se hace todavía más evidente en el que es hasta el momento su último disco “Ghosts Of Download”.

Para comprobar lo que os comento no hay más que escuchar “A Rose By Any Name”, algo apartado totalmente de lo que todos adoramos de Blondie.

A pesar de este regustillo amargo que nos dejan los últimos discos publicados por Blondie, es de justicia reconocer que estamos ante una de las bandas más influyentes de los años 80 y que se convertiría en un referente para muchos de los grupos que vendrían después. Si a eso le añadimos las espectacularidad que siempre ha acompañado a Debbie Harry, la alegría es completa, ¿o no?

Y ahora llega el momento de preguntarnos que joyita nos dejan hoy nuestras chicas de “Esencia de Trementina”. Pues como siempre una pintura maravillosa.

En esta ocasión de un óleo sobre lienzo con motivos orientales en el que predominan los colores tierra. Haced disfrutad la vista.

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Esto es todo por hoy, Graminoleños. Nos escuchamos en unos días.

JUAN JOSÉ GOMARIZ


BLONDIE

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