La edad y los méritos pasados han permitido a Bob Dylan embarcarse y triunfar en proyectos creativos en los que, en otras circunstancias, y con otro apellido, habría sido uno más. Con la pintura le ocurre algo parecido, aunque he de reconocer que sus obras tienen algo que las salva de la quema.
Así, a modo de crónica de sus viajes por el continente asiático, nacen las “The Asia Series”, una colección de pinturas y dibujos que podrá verse hasta el 22 de octubre en la neoyorkina Gagosian Gallery y que incluye obras creadas a lo largo de su gira por Japón, China, Vietnam y Corea del Sur. La muestra tiene a su vez algo único, pues es la primera vez que Dylan expone en New York, no sé si por falta de ofertas o por decisión expresa del artista. En cualquier caso, para ser su primera vez, le ha tocado bailar con una de las más guapas.
En la exhibición encontraremos (palabras de la organización) “descripciones de primera mano de gente, arquitectura, paisaje y escenas urbanas”, aunque, “más allá del paisaje y el retrato, también encontraremos pinturas crípticas con títulos como Gran Hermano, Opio o LaBelle Cascade, que pese a evocar a Le Déjeuner sur l’Herbe de Manet, vendría a ser la foto-oportunidad de un turista escenográfico en una sala de juegos en Tokyo”.
Así, ya sean mimos al maestro o méritos artísticos, vale la pena descubrir a un Dylan menos conocido, alejado de la comodidad de sus pasadas rentas.
Fuente: Exhibition of Bob Dylan Paintings Will Be Shown at Gagosian Gallery in New York
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