Boca volvió al triunfo con una victoria por 2 a 0 frente a San Lorenzo. Tres puntos que le permiten escalar un poco más arriba en la tabla de posiciones aunque no se tapa la pésima campaña que viene realizando. Fuera de todo eso, hay varios aspectos que se pueden remarcar de la victoria frente al Ciclón de Boedo. Hubo un gran desempeño de Juan Román Riquelme, otro gol del gran goleador Palermo y se empieza a notar lo bien que le vino al equipo el cambio de aire con la llegada de Roberto Pompei al cargo de entrenador.
Román volvió a ser clave al tirar el centro para el posterior cabezazo de Matías Giménez cuando solo iban dos minutos de juego para poner el 1 a 0. Luego se vieron sus toques de calidad y su habilidad para manejar el partido con la pelota en sus pies. Pero faltaba un condimento más que fue importante y del que seguramente se hable bastante por todo lo que ocurrió en el partido frente a Arsenal: Asistió a Palermo para el 2 a 0 definitivo. ¿Hubo festejo? Sí, esta vez sí. El Titán se saludó con el 10 tras su gol en una imagen que demuestra que a pesar de las diferencias pueden convivir dentro del campo de juego con la idea central de que es lo mejor para Boca, el club de la camiseta que defienden.
Por otra parte, a esta altura se puede decir que Tito Pompei fue un gran estabilizador para el tormentoso clima que se vivía en la Ribera. Provocó que los jugadores tengan un ambiente más renovado, lo que les permitió a la mayoría mejorar su nivel. Ya se pudo ver en el 4 a 0 frente a Arsenal, el día del debut del DT interino. Y la semana pasada, a pesar de la derrota frente a Gimnasia en el Bosque, la actuación fue digna en todo momento. Y hoy se volvió a dar un paso firme en la recuperación que todos los hinchas (y obviamente los mismos jugadores y seguramente dirigentes) aspiran para volver a ser el gran equipo que se supo ser hace no mucho tiempo.
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