Una tarde de otoño hace algo más de un año ya, quedé en una cafetería con una pareja para conocer los detalles de su boda e intentar enamorarlos, con el fin de que confiasen ese día tan especial en nuestras manos. Lo que sucedió a continuación es que ellos me enamoraron a mi.
Sonia y David se describieron como un poco frikis, con una historia de casualidades y una gran lucha para estar juntos llena de idas y venidas, ternura y fortaleza y, finalmente, resultaron ser una pareja, no frikis (como me quisieron vender), sino románticos y detallistas. Tímidos, sobre todo Sonia, pero siempre sonriente, y David con un corazón de oro como pocas veces encuentras en las personas.
Con una boda íntima, que resultó más íntima por circunstancias de la vida, pero divertida como pocas, y con unos familiares respondiendo con todo su cariño a las muestras de ternura y amor que inculcaron en su boda, os presento la boda de David y Sonia en Aranjuez.
David se preparó en un hotel cercano, ya que la mayoría de su familia venía de fuera de Madrid, por lo que se alojaron en Aranjuez desde el día anterior. Guapísimo con un chaqué azul que le daba un toque de elegancia y distinción.
Sonia, por su parte, se vistió en una habitación especialmente acondicionada para ella y su familia en el Palacio, de donde salió como una auténtica princesa de cuento, con un vestido romántico y un peinado maravilloso.
En el palacio todo se organizó con mimo y con muchos detalles para hacer del día un verdadero sueño. Rincones de firmas, guirnaldas de fotos, cámaras y atrezzo para que los invitados lo pasaran en grande, carteles… ¡100% romanticismo!
La ceremonia, en la que los novios estaban delante de un enrejado que se decoró entero con flores fue emotiva ¡y con dos madrinas!
El seating realizado con un marco antiguo y los carteles con el mismo motivo de las invitaciones de la boda y los números de las mesas, todos ellos creados por la novia.
El interior del palacio, espectacular de por sí, se decoró aún más con bodegones de flores, jaulas y jarrones vintage
El rincón de los regalos así como la mesa dulce también fueron creados de forma totalmente personalizada para ellos
El baile en la acogedora discoteca del palacio, fue todo un éxito
No faltó de nada, Sonia incluso tiró su ramo ¡para ver quien era la siguiente afortunada!
Y el paseo de los novios en el que derrocharon amor a raudales por el palacio y los alrededores de Aranjuez nos regaló una sesión de fotos tan bonita como la que os muestro
Una boda romántica y elegante en la que pusimos desde el comienzo, hasta el más pequeño de los detalles, todo nuestro corazón, porque esta pareja, sin duda alguna, lo merece.
¡Que seáis muy felices Sonia y David!
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