“Estaba paralizado”, recuerda la familia del hombre sobre lo ocurrido esa noche de noviembre de 2011.
En casa de los Hadden, una familia de South Carolina, Estados Unidos, nunca olvidarán aquella llamada de emergencia en noviembre de 2011. Era de noche y Marc, bombero de profesión, tuvo que salir rápidamente a atender la emergencia.
En esos momentos, poco sospechaba lo que sucedería después y tampoco se imaginaba la serie de acontecimientos que le cambiarían la vida.
La llamada era de una mujer a punto de dar a luz, quien no podía ser llevada a tiempo a un hospital. Al no haber otra opción, Marc tuvo que ponerse manos a las obras en la ambulancia en la que viajaban y trajo al mundo a una hermosa bebé.
“Estaba paralizado. ¿Quién trae un bebé al mundo sin no es doctor?”, recuerda sobre esa noche la mujer del bombero, Beth Hadden.
Dos días después del nacimiento, la madre puso a la pequeña en adopción y la familia Hadden lo tomó como una señal, por lo que hicieron lo imposible para llevar a Grace a casa.
“Es mi mejor amiga. Tenemos un vínculo increíble”, confesó Marc a Mirror, justo cuando se cumplen cinco años desde el primer encuentro y desde el momento que la niña se convirtió en pieza clave en su familia.
Antes de Grace, la pareja ya tenía dos hijos y estaba en planes de adoptar, ante la imposibilidad de tener otro. Así que la repentina de la menor fue tomada como una bendición por todos, desde el primer momento.
La misma niña está consciente de esto y conoce perfectamente sus orígenes. “Si le preguntas, te dirá que papá la dio a luz en la parte trasera de una ambulancia”, remató Marc, cuyos dos hijos mayores, Will y Parker, también se implicaron con todo su amor.
Fotos: Reproducción Mirror
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