Bonsai, un árbol en maceta

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Anteriormente el cultivo de bonsai era sólo para la élite
Bonsai tienen su punto de partida en la antigua China, donde había dos maneras de cultivar esta planta. En el sur tratado de imitar a la naturaleza mediante la creación de sólo especímenes que se encuentran en las montañas, manteniendo su aspecto natural. Para ello, sólo recurrido a la poda y no usar cables en su transformación. Hacia el norte, sin embargo, tenía la intención de crear formas creativas, independientemente de su distancia a la original.
El bonsai se amplió posteriormente a Japón, donde sus técnicas de cultivo para educar a las ramas, troncos y raíces, se mejoró. Fue diseñado como un objeto de carácter religioso que podría estar más cerca de Dios. Siglos más tarde, el bonsái se expande por todo Occidente.
Contrariamente a lo que muchos piensan, los bonsai no son plantas de interior. Estos árboles en miniatura son propensos al exterior, pero tienen la capacidad de adaptarse fácilmente a la temperatura de una casa o invernadero. Sin embargo, su salud depende exclusivamente del contacto con el entorno natural, con el sol como su principal fuente de energía. Si quieres aprender más sobre el cuidado específico del bonsái, se explica aquí.
El bonsai estéticamente perfecta se considera el que más se asemeja a un análogo en la naturaleza, en su forma y tamaño original. En la antigüedad, el cultivo de bonsai se consideraba elitista; hoy en día, es visto como el arte y sus aficionados, el público en general; muy popular en las grandes ciudades, donde la gente no tiene mucho contacto con la naturaleza.
Este arte del cultivo de bonsai, está estrechamente relacionado con la observación continua. Los cables utilizados para modelar nuestro pequeño árbol también sirven para dirigir el crecimiento de las ramas, no suelen permanecer en bonsai más de ocho meses; sólo hasta que la planta para dar cabida a la posición deseada.