Revista Cocina

Boquerones en adobillo

Por Carmenrosa @MicocinaCR

BOQUERONES EN ADOBILLO

El Taró nos invade y envuelve, nos abraza y refresca las mañanas malagueñas,  desde la mar con un suave levante, nos trae su humedad, su olor a salitre, pinta los días de un gris casi plomizo, pesada y lentamente el taró recorre la distancia entre el Mediterráneo y la tierra, para posarse en ella y levantarse a las pocas horas como por encanto. Taró, ésta palabra tan, tan malagueña de origen fenicio, de quien hemos heredado no solo palabras, costumbres y cultura.Los fenicios, los llamados “transportistas” de la Antigüedad, habitaron nuestra provincia, y entre otras ciudades fundaron Malaka (significa saladero de pescado), alrededor del 800 años antes de nuestra Era, aproximadamente 3000 años.  Una curiosa costumbre de los fenicios, era llevar en procesión a la diosa “Malac” desde el santuario del Higuerón, la llamada Cueva del Tesoro situada entre La Cala del Moral y el Rincón de la Victoria, que fue representado también en las monedas, hasta las playas del El Palo, allí introducían a la diosa en el mar para que bendijera las aguas para que la pesca fuera abundante durante el resto del año. La ancestral divinidad conocida también como Noctiluca tenía consagrada una isla en medio de una ensenada donde hoy se encuentra La Cala; la isla desapareció debido al cono de arrastres del río Totalán.   En el santuario se puede ver el ídolo prehistórico, una piedra que debido a la erosión tiene la forma de una mujer envuelta en un manto. Hoy en día, en su paseo marítimo podemos ver también una estatua de Noctiluca realizada por el gran escultor malagueño Jaime Pimentel AQUI PUEDEN VER SU MAGNIFICAS OBRAS  

En ésas playas donde con el paso de los años, mis ancestros, mis antepasados pescaban, donde mi abuelo en su barca, ésa jábega marenga, la Mª del Carmen (que por suerte se conserva en el Museo Maritimo de Barcelona), sacaba en procesión a la Virgen del Carmen cada año y la sumergían en la mar, al igual que la diosa Malac…..siguiendo costumbre “fenicias”, legados milenarios que aún hoy en día conservamos, como conservo en “Mi cocina” la costumbre de las recetas populares malagueñas.En ésta ocasión ”conservando” el pescado frito de un día para otro, adobándolo y pudiéndolo comer varios días después sin que se pierda, calidad y sabor….¿Cómo lo preparo?Se necesitan boquerones fritos, bien en manojitos o sueltos, aqui pueden ver como se hacen en Málaga, en "Mi cocina": FREIR BOQUERONES   Una fritos, si no se consumen al momento, pueden comerlos frios,  de hecho los malagueños solemos decir que el “pescao” frito está más bueno de un día “pá” otro.Si aún así, les queda pescado frito, hacerlo en adobillo siguiendo estos fáciles pasos:En un mortero majar un diente de ajo, una cucharada sopera de pimentón, sal al gusto.Agregar una cucharada de vinagre de vino, dos cucharadas soperas de aceite de oliva virgen extra (uso de Riogordo, malagueño) y tres o cuatro cucharadas soperas de agua.  Remover y mezclar bien.Echarlo en una cacerolita y llevar a ebullición. Retirarlo del fuegoSumergir los boquerones en el adobillo, procurando que “empape” bien todo el pescado.Dejar enfriar.   ¡¡ Disfruten de Málaga, de nuestro mar,  de su gran historia, de su arte, de su gastronomía…. !!

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