Boyhood o cómo realizar un viaje de ida y vuelta a tu infancia en 2 horas y 46 minutos

Ya he dado una opinión breve sobre Boyhood en una de mis entradas de rumbo al Oscar 2015, pero quería hacer algo más personal explicando por qué me ha gustado tanto. Así pues, a continuación les comparto cinco razones por las que la obra de Linklater ha entrado en la categoría de mis películas favoritas.

1. Lo fácil que es verse reflejado. En este momento tengo la misma edad que el personaje de Mason tiene al final de la película, lo que facilitó que pudiera identificarme con él en más de una ocasión ya que de alguna forma siento que crecí a su lado, logrando también remontarme a momentos de mi infancia que creía olvidados. Durante todo el film me era imposible no hacer conexiones personales con lo que estaba viendo, y eso es algo que pocas películas han logrado hacerme experimentar. Sin mencionar que todo lo relacionado con la cultura pop y las modas de los años en que se fue filmando este proyecto es algo que viví también, y fue una maravillosa experiencia el poder revivirlo.

2. El mensaje. Lo mejor de esto es que no es explícito, no es algo que te digan en un diálogo. Cada quien lo interpreta a su manera y cuando los créditos finales empiezan a correr es cuando te golpea. Y probablemente dependiendo de si eres madre, padre o hijo encontrarás una perspectiva diferente. Pero en general, se podría decir que la idea de la que parte es simple: la vida es corta, y el tiempo en ella se pasa volando.

3. 12 años. Creo que, al contrario de lo que muchos piensan, el hecho y la novedad de que haya sido filmada en periodos durante 12 años no es lo único que hace especial a Boyhood. Aunque claro, es algo que merece ser celebrado y reconocido ya que la dedicación y pasión de todos los involucrados para que esto fuera posible dio un resultado excepcional. Además, tener la oportunidad de ver crecer a los actores frente a nuestros ojos en 2 horas y 46 minutos le brinda un toque singular y especial.
 
4. Es vida, literalmente. Las situaciones que vemos, las experiencia que viven los personajes y los diálogos que les escuchamos decir resultan algo totalmente oridnario. Son momentos típicos de la infancia y la adolescencia los que se nos presentan, experimentados no sólo por Mason, sino también por los que le rodean: vemos lo bueno y lo malo, lo emocionante y lo que consideramos sin importancia. Mostrándonos de esta manera que todos esos momentos, algunos por más pequeños e insignificantes que parezcan, forman parte de lo que somos. Así, Boyhood llega a ser una película "sobre la vida misma", simple y sin adornos.

5. Soundtrack. Apegándose al crecimiento de Mason, la lista de canciones está conformada por algunos de los artistas más escuchados de estos últimos doce años (Coldplay, The Black Keys, Arcade Fire, Gotye) y por clásicos como Paul McCartney y Bob Dylan. Cada canción se fusiona a la perfección con las escenas, dándoles ese toque de nostalgia y logrando evocar recuerdos y emociones. Mi canción favorita -y la que no he dejado de escuchar desde que vi la película- es la que se ha utilizado en los trailers y featurettes. Me refiero a Hero de Family of the Year. Esta canción y la escena en la que podemos escucharla en la película es la combinación perfecta, so many feels.



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