Brillante Soraya

He fundado cuatro foros permanentes en mi vida y he organizado también más de un centenar de conferencias y jornadas. Esa tarea profesional me ha convertido en experto en debates y me ha obligado a asistir a más de un millar de conferencias en mi vida, pero ayer escuché, probablemente, la mejor de todas. La pronunció la portavoz parlamentaria del Partido Popular, Soraya Saenz de Santamaría, en Sevilla, invitada por el periódico "El Correo de Andalucía", próximo al socialismo gobernante. Fue una intervención brillante, solvente, valiente, clara, imaginativa y precisa como un rayo laser. A muchos de los asistentes nos puso los vellos de punta con sus acertados diagnósticos sobre la España sufriente del presente. Algunos de los recelos y miedos que yo tenía sobre el PP los disipó esta muchacha, dotada de un cerebro con inflación de neuronas. Su conferencia de ayer fue mejor que las que le he escuchado a Bill Clinton, Felipe González, Al Gore, Jose María Aznar y a otros muchos "príncipes" del foro. Felicidades, Soraya.

El proyecto de gobierno del Partido Popular resultó creible y atractivo, gracias a su exposición. Sus palabras sembraban la esperanza en un auditorio compuesto, en su mayoría, por empresarios y roofesionales, que, como la sociedad española, estaba desmoralizado y desesperanzado.

Los errores del PSOE, las triquiñuelas y mentiras de Zapatero y las carencias del actual gobierno quedaron al descubierto, con toda su carga de miseria, tras su disertación, especialmente cuando expuso una batería de pruebas para demostrar que difícilmente puede existir en el mundo un gobierno más irresponsable y errático. Recordó que mientras que Felipe Gonzñalez utilizó el "veto" en el Parlamento 4 veces durante todo su largo mandato, y Aznar no lo utilizó nunca, Zapatero ya ha recurrido a veto en 80 ocasiones.

Tras exponer con precisión de bisturí, humildad y credibilidad los dramas que España padece por culpa del gobierno de Zapatero, respondió a una cascada de preguntas formuladas por la audiencia, muchas de ellas tendenciosas y cargadas de dificultad, demostró hasta la saciedad que la España de Zapatero es inviable e insostenible.

Es probable que su intervención alcanzara el cenit cuando, tras exponer numerosos ejemplos que demostraban la locura irracional del actual diseño de España, donde existen nada menos que 3.900 empresas públicas, en su mayoría prescindibles, y argumentar que el gobierno se ha convertido en una "oficina de colocaciones" del PSOE, hizo una afirmación contundente que atravesó la sala como un misil: "La calidad de la democracia también cotiza en bolsa".