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“Brothers (Hermanos)” – Heridas invisibles

Publicado el 31 marzo 2010 por Cinefagos

“Brothers (Hermanos)” – Heridas invisibles

“Mi pie izquierdo” (1989), “El prado” (1990), “En el nombre del padre” (1993), “The Boxer” (1997) o “En América” (2002) son algunos de los títulos que conforman la siempre interesante filmografía de Jim Sheridan, una filmografía cuya columna vertebral posee profundas raíces irlandesas y en la que este director nunca escatimado esfuerzos a la hora de tratar temas políticos.

Protagonistas irlandeses han transitado por sus cintas, así como su Irlanda natal y ha quedado demostrado que en esta tesitura es donde Sheridan se mueve como pez en el agua. Por esta razón, “Brothers (Hermanos)” (2009) se me antoja una especie de rara avis donde la esencia del director irlandés ha desaparecido completamente lejos de su “hábitat” natural.

El capitán Sam Cahill, felizmente casado con Grace y padre de dos niñas, es destinado a Afganistán poco después de que su hermano pequeño Tommy salga de la cárcel donde ha cumplido condena por atracar un banco. En una de las incursiones en tierras afganas, el helicóptero en el que se trasladaba Sam sufre un ataque y es derribado dando por muerto al marine. El díscolo Tommy se ocupará de su cuñada y de sus sobrinas consiguiendo que le vean casi como un padre y un esposo. Sin embargo, Sam no ha fallecido y su regreso resquebrajará la vida de toda su familia.

Que nadie se lleve a engaño porque “Brothers” no es un cinta bélica (a pesar de que algunas escenas se sitúen en Afganistán), sino más bien un estudio de las terribles consecuencias que la guerra tiene sobre esos marines que deben vivir situaciones traumáticas que, más tarde, inciden en su vida cotidiana. En este sentido Sam es una víctima más de la contienda que, aunque vivo, regresa a su hogar con una profunda y espeluznante herida invisible que desestabilizará su existencia.

“Brothers (Hermanos)” – Heridas invisibles

Frente a él encontramos el cautivador personaje de Tommy: un gamberro irresponsable y rebelde rechazado por un padre, veterano de la guerra de Vietnam, que sólo tiene ojos para su hijo mayor, un hijo que defiende y protege a su hermano pequeño.

La evolución de ambos personajes es diametralmente opuesta, ya que mientras Sam inicia su particular descenso a los infiernos abrumado por el sentimiento de culpa y arrastrando con él a sus seres queridos, Tommy firma la paz con el mundo (y con él mismo) convirtiéndose en un hombre mucho más sensato y maduro.

Y entre ambos está Grace que, en muy poco tiempo, debe sobreponerse a la muerte de su esposo y al inesperado regreso de éste y a los sentimientos encontrados que le despierta su cuñado. También este personaje padece una profunda evolución que pasa por vivir su duelo mientras aprende a estimar a ese Tommy al que casi no soportaba antes de la partida de Sam.

Sin embargo, a pesar de lo atrayente de la propuesta, el remake “Brothers” no acaba de cuajar y, exceptuando algunas escenas, resulta algo superficial y con poca capacidad para conmover quedando a años luz del original “Hermanos (Brødre)” (2004) de la danesa Susanne Bier, premiada en el Festival de San Sebastián con sendas Conchas de Plata para dos de sus protagonistas.

“Brothers (Hermanos)” – Heridas invisibles

En la película que nos ocupa, el peso de la trama recae básicamente sobre Natalie Portman, en el papel de Grace, Tobey Maguire, como Sam, y Jake Gyllenhaal, encarnando a Tommy. La primera realiza una más que destacable interpretación y el segundo sigue intentando desprenderse del traje de araña con éxito desigual, sin embargo es Gyllenhaal el que sobresale por encima de todos los demás dando vida de forma muy creíble a su personaje.

De entre los secundarios, señalar, entre otros, a Sam Shepard como el padre de Sam y Tommy y la breve aparición de la nominada Carey Mulligan que no convence demasiado en su papel de viuda. No quiero pasar por alto a la pequeña Bailee Madison que nos regala un estupendo trabajo interpretando a Isabelle, la hija mayor del marine, personaje que protagoniza una de las mejores escenas (tal vez la mejor) de toda la película.

Una cinta muy alejada del mejor cine de Sheridan (a pesar de utilizar en la BSO el mítico Bad y Winter de los irlandeses U2), un experimento de resultados más bien discretos, un remake ante el que es ineludible visionar el original.

“Brothers (Hermanos)” – Heridas invisibles

Para ver la ficha de la película, pincha aquí.

Briony 

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