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Buena suerte y más que suerte

Publicado el 03 marzo 2012 por Marianofusco

Buena suerte y más que suerte

Hace ya tiempo que el buen juego o la búsqueda del mismo no es lo único que caracteriza al Arsenal. Además del constante intento de tratar bien la pelota, la mala suerte se ha convertido en una triste constante para el equipo más grande de Londres. Resultados injustos, lesiones graves e insólitas, errores inentendibles y varios goles en contra han transformado a los de Arsene Wenger en un equipo sufrido, que hasta por momentos parece no poder disfrutar de lo que propone. Pero al menos por unos días, todo ésto cambio.

Luego de una trágica semana donde casi sentenció su eliminación en Champions y días después terminó su participación en la FA Cup al caer en manos del Sunderland, el Arsenal resurgió de las cenizas y redondeó 6 días que seguramente quedarán guardados en la memoria de todo fanático Gunner. Luego de propinarle una tremenda goleada a su histórico rival el pasado domingo, hoy superó 2-1 al Liverpool y quedó afianzado en el último puesto de clasificación a Champions League, objetivo primordial tras quedar eliminada toda chance de campeonar esta temporada.

Pero más allá de los resultados, lo curioso aparece en cuán diferentes fueron estas dos últimas victorias. Así como ante Tottenham pasó por encima a su rival, siendo un verdadero vendaval de buen fútbol incluso yendo abajo en el marcador, hoy ante el Liverpool no fue ni la sombra del gran equipo que supo ser en la jornada anterior.

El Arsenal realizó uno de esos partidos que suelen condenarlo a sufrir una goleada, pero entre Szczesny, los palos y el magnífico Robin Van Persie, se terminó llevando un premio muy grande de Anfield. Quizás la principal razón del mal rendimiento fue la anarquía total que sufrió la defensa por el bajísimo nivel de la dupla central y el poco compromiso en la marca de Kieran Gibbs. A pesar del mal rendimiento de sus compañeros más cercanos, el único que pudo ordenar desde su carril derecho fue Bakary Sagna, uno de los puntos más altos del equipo londinense en la tarde de Liverpool.


Los dirigidos por Kenny Dalglish no hicieron otra cosa que aprovecharse constantemente de las facilidades aportadas por su contrincante. Mediante un juego simple, directo, con poca participación de sus creadores de juego y con Luis Suárez como principal objetivo dentro y fuera del área, fue un claro dominador del juego y contó con al menos una decena de chances para desequilibrar el marcador. Pero esta vez la suerte estuvo del lado de los  que suelen ser desafortunados.

Lejos de tomar las atajadas de Szczesny y el empate transitorio de Van Persie como un envión anímico para mejorar rendimiento, el Arsenal continuó perdido en la cancha y con el correr de los minutos el empate parecía cada vez un mejor negocio. Cuando ya el Liverpool se resignaba a entrar en la negociación que el equipo visitante deseaba, apareció Alexander Song y, con una asistencia que ya es toda una especialidad de la casa, habilitó al gran goleador holandés, que en estos tiempos no perdona a nadie. Van Persie festejó con el puñado de hinchas visitantes y luego dejó todo claro: se acercó a su asistidor y le besó el botín derecho. Entre su zurda y la derecha del camerunés, el Arsenal se hizo camino a una nueva e inesperada victoria.

Buena suerte y más que suerte

Suarez tuvo una participación destacada

En Europa aún es invierno pero queda claro que esta última semana ha sido bien primaveral para el equipo que milita en la cuarta posición de la Premier League. Ante el Milan necesita un milagro que resulta difícil imaginar, pero si al fin la suerte se mantiene de su lado, nadie le puede impedir soñar al Arsenal.


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