Revista Cine

“Buried (Enterrado)”: En el cine como en la guerra

Publicado el 04 octubre 2010 por La Mirada De Ulises

Ya todos conoceréis los pormenores de “Buried (Enterrado)”, la película de Rodrigo Cortés. Un transportista americano es secuestrado en Irak y enterrado vivo en un ataúd, dejándole dentro un móvil y un mechero para que gestione su liberación a cambio de dinero. Un solo protagonista y unas voces, una caja de madera por escenario y decorado, la luz de un zippo y de una barra fluorescente, y una visitante inesperada que se cuela entre las rendijas. La situación de angustia y claustrofobia viene en bandeja desde el momento del enterramiento, pero se agiganta ante los chantajes e indefensión que sufre el pobre Paul, a manos de unos desesperados árabes o de otros terroristas civilizados que pueblan el mundo capitalista. Paul está solo, aunque siempre le quedará la voz de su hija –que le salva del suicidio– o de su mujer, en una emotiva conversación para la eternidad.

“Buried (Enterrado)”: En el cine como en la guerra

Está clara la meritoria labor de rodaje que logra crear espacios en tan estrecho ataúd, lo mismo que la intensa y física interpretación de Ryan Reynolds. Pero aquí quiero destacar otros aspectos artísticos que hacen que estemos ante una película muy cinematográfica. La tensión y suspense se inicia con los rótulos –muy al estilo Hitchcock– y sigue con un plano en negro que empuja al espectador a agudizar el oído para captar cada ruido y hacerse cuanto antes cargo de la situación. El trabajo de sonido es extraordinario, y también el juego con el fuera de campo. Ambos recursos obligan a que el espectador permanezca activo durante la hora y media de la proyección, que utilice su imaginación para construir los escenarios que no aparecen en la pantalla pero que están ahí y determinan las reacciones de Paul. Sin verles, acabamos haciéndonos una idea de ese secuestrador anónimo y desesperado, de ese jefe de personal sin escrúpulos ni humanidad o de ese encargado de rehenes…, y también de esa madre con Alzheimer, de esa amiga maltratada telefónicamente por Paul o de una Pamela ajusticiada sin piedad, y también de esa Linda que por fin responde a su marido.

“Buried (Enterrado)”: En el cine como en la guerra

Sólo con las llamadas de móvil y nuestra imaginación, Cortés consigue armar una historia donde cabe una historia personal y también la denuncia a la política de guerra americana, a la economía que se ha olvidado de la ética y a la burocracia que se pierde en la normativa. Ansiedad en la oscuridad que ciega la esperanza o suspense entre la arena que va matando el tiempo y el oxígeno de Paul. Emociones intensas y rabia porque no se puede hacer nada para dejar vivir a un inocente. Todo recogido por una cámara intrusa y con un poco de luz –excelente también la fotografía–, por unos sonidos y una mirada perdida… muy de cine. Porque el espectador, en el fondo, está también en una sala oscura siendo bombardeado por imágenes hipnóticas, y se siente un poco enterrado con Paul y sufriendo con él… hasta que se encienden las luces y todo se desvanece, como si fuesen sombras de ficción… porque no era más que una pesadilla de guerra y de cine.

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En las imágenes: Fotogramas de “Buried (Enterrado)” – Copyright © 2010 Versus Entertainment, The Safran Company y Dark Trick Films. Distribuida en España por Warner Bros. Pictures International España. Todos los derechos reservados.


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