Revista América Latina

Buscando a Ramiro Llona

Publicado el 04 julio 2017 por Apgrafic
Buscando a Ramiro LlonaRamiro Llona en una fotografía familiar | © Cortesía de Ramiro Llona

Artículo escrito por Federico Tosunian

Llegó a USA por una beca y se quedó. Cinco años vivió ilegalmente. Veintidós años después devolvió la Green Card que tanto le había costado conseguir y regresó a Lima. Se peleó con todos. Conoce su búsqueda. Y en una cronología del artista se encuentra al hombre.

Pone atención. Se contradice. Juega. Se lo toma en serio. Se toma en serio: “El pintor busca luz”. Comienza la conversación con Ramiro Llona, pintor. Sobre New York, su ciudad adoptiva. De las fotos de esa ciudad que imprimió en gran formato para su muestra del año pasado. De ser urbano. Y de aquello que lo trajo de regreso a Lima. Hoy.

Habla despreocupado. Sabe su tamaño y conoce sus preguntas. Y por momentos se sale y aparecen otros ojos y una sonrisa. Un regocijo. Es la sorpresa, lo no anunciado, lo que le sorprende y le lleva a otro lugar de la emoción. Elabora. Necesita interesarse. Estar interesado en cosas y de ahí la pintura. El psicoanálisis. La escritura. La lectura. Están sobre esa mesa. Y en una pila junto al sofá.

Pinceladas. Contrario al tiempo. Llona va de menos a más. Y más lúcido por la noche. Pero al final: “Hacer valer el día es importante”.

Buscando a Ramiro Llona

Ser urbano
“Somos barranquinos. Vamos a comprar el pan”. Resume la esencia de ser urbano. Una característica de las ciudades, pero más de las personas. Caminar New York. Caminar un mural de Piero della Francesca. Caminar Lima. Caminar lo revela.

“En New York las cosas te impactan y se compactan. Hay una luz muy limpia. Una luz pristina”. En sus fotos de esta ciudad se evidencia esa predilección por los cielos y también por la arquitectura, las formas, los volúmenes y los espacios.

Él construye su casa, en la que vive, al regresar a Lima. Techos altísimos como alguien que vivió esos espacios industriales americanos convertidos en estudio-casa y además alguien que comienza a sospechar “el tamaño del impulso” en metros cuadrados: 3 x 3,75 m. / 2,80 x 5 m. de lienzos necesitan lugar.

Buscando a Ramiro Llona

Brooklyn, 1977
Por donde pasa la línea F del metro en  New York. “Es importante qué línea de subte pasa por tu casa”. Cruzar a Manhattan, a la calle 57, la calle de las galerías, con amigos, los fines de semana, y por alguna inauguración.

Europa, 1979
Año de mochilero: “A ver la historia. Sabía que quería estar en un lugar donde pudiera ver arte y pintar”. De esa vuelta, cuando llegó a España se dio cuenta que ese lugar era New York. El MOMA anunciaba una retrospectiva grandísima de Picasso y fue todo, lo decidió. Volvió a New York.

Lima, 2002
Fueron 22 años en total viviendo fuera. Y un sentir muy peruano: “Siempre supe que volvería¨. Aunque la pintura no tiene nacionalidad, “tiene pintores peruanos”.

Estando aquí habló, y dijo palabras duras sobre el medio de arte local. “Adecuado, en el momento adecuado”, sintetiza hoy sobre este tiempo en el que recibió el apoyo de los medios y el público. “Sacas del arte lo que pones” como una filosofía de vida que se aúna con las otras vidas en el deseo de que “al público le pase lo mismo que le pasa a él” cuando ve su pintura.

“Llegar a un buen lugar al final”, que encierra esa necesidad de búsqueda. Y el motor particular del artista. “Necesidad de buscar la imagen”.


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