Revista Belleza

C'est fini (XIX)

Por Auxi Rosae @beautybyauxi

¡Buenos días!
Hoy vengo con una entrada con densidad y consistencia, así que os aconsejo que os preparéis una buena taza de café si os animáis a quedaros conmigo un ratito a cotillear qué productos he acabado últimamente. C'est fini (XIX) Se me hace sumamente necesario redactar entradas de este tipo porque desde septiembre del pasado año he terminado muchas cosas y aún tenía otras de las que no había hablado. Si alguien viera la enorme bolsa que tengo guardada en el armario pensaría, sin lugar a dudas, que tengo un serio problema de Diógenes potinguil… Así que toca, inevitablemente, hacer limpieza. He seleccionado y seleccionado pero aún así, son muchos productos y me gustaría citarlos o recordarlos (algunos tienen review previa a la que os remitiré) para que no os perdáis algún posible descubrimiento (: ¿Os animáis?
Cleanse Off Oil de M·A·C: El desmaquillante en mayúsculas. Desde que lo descubrí hará algo más de dos años he repetido y repetido y, excepto una breve mención en mis favoritos de enero de 2013, no os he vuelto a hablar de él. C'est fini (XIX) Desmaquilla ojos, rostro y labios de forma súper rápida y eficaz. No he probado nada tan efectivo ni tan “fulminante” a la hora de desmaquillar. Es comodísimo y perfecto para personas que, como yo, siempre tienen algo que hacer y van con prisas. La textura, como su nombre indica, es aceitosa pero, curiosamente, muy ligera. Se extiende por la piel a las mil maravillas y arrastra cualquier vestigio de maquillaje que tengamos en la cara. Le doy un total y absoluto 10.
C'est fini (XIX)
Pese a ser un aceite, no da nada de grasa; no obstante, yo lo suelo evitar en “esos días” porque siempre me salen algunos granitos producto del sistema hormonal y prefiero mantener la piel libre de cualquier sustancia aceitosa. Es algo caro (22 €), pero tan efectivo que el precio queda eclipsado cuando vemos lo bien que funciona. Además cunde mucho, una botella puede durarme perfectamente 5 meses desmaquillándome unas 5-6 veces a la semana. ¿Repetiría? Sí y mil veces sí. Lip Balm #1 de Kiehl’s: Confieso que los bálsamos labiales son un producto un tanto “fetiche” para mí. Me encantan. Mi favorito hasta el momento es el de Bobbi Brown, pero su precio hace que lo vaya intercalando con otros y, por supuesto, buscarle alternativas económicas. No os pongo foto individual del bálsamo de Kiehl’s porque del uso, de llevarlo en el bolso, del calor, y de todo el ajetreo que le he dado, el pobre está en un estado bastante deplorable (creo que se aprecia en la foto de grupo…). Se trata de un bálsamo labial que, además de proteger, actúa como reparador para los labios secos y agrietados. Uno de sus componentes es el escualeno, un aceite hidratante muy sedoso y de fácil absorción. Creo que la única diferencia entre este formato y el de tubo es, justamente, el formato. El producto en sí es el mismo, ya que también tengo el de tubito y tanto el contenido como los efectos son exactamente idénticos. En sí el bálsamo es efectivo, protege los labios y ayuda a repararlos. No obstante, he notado que, si lo utilizo en periodos prolongados de tiempo, mis labios se acostumbran y deja de hacer el efecto que busco, por lo que tengo que ir descansando de él. Actualmente, si no me equivoco, al menos on-line sólo está el formato tubo. 15 mL por 8€. ¿Repetiría? Sí, a temporadas. Mascarilla 3 Minute Miracle Reconstructor de Aussie: Compré esta mascarilla junto a la que os muestro más adelante en una promoción de la segunda unidad al 70% de Carrefour (nótese el punto marujil del asunto). Tenía muchas ganas de probar la marca y sabía que no sería con los champús, ya que siempre escojo mis champús sin siliconas y, a ser posible, que no contengan sulfatos. Pero con los acondicionadores y mascarillas, al aplicarlos de medios a puntas, no tengo tantos “miramientos” y no me importa que lleven siliconas, es más, mi melena leonil incluso las agradece.
C'est fini (XIX)
Se trata de una mascarilla densa, de color rosado y aroma ligeramente mentolado, pues incluye extracto de menta balsámica australiana entre sus ingredientes. Para mi pelo largo hasta la cintura necesitaba aplicar como una nuez de producto. Se extiende muy bien por las zonas que elijamos y tras esperar los 3 minutos que nos indica en el envase, ya podemos aclarar. Un detalle que me hace mucha gracia es esa frase que pone en el envase de “para pelo seco/dañado/algo triste”. Nunca había leído eso de “algo triste” y me reí bastante cuando la eché al carrito de la compra. El pelo queda bastante suave y se desenreda con facilidad. Sin embargo, este efecto de suavidad no me dura tantos días como me ocurre con otras mascarillas que ya he utilizado. Puede que fuese porque no la utilicé con el champú adecuado (os lo nombraré en la siguiente entrada de productos terminados), pero en definitiva, no me enamora. ¿Repetiría? No, por lo que os acabo de comentar, otras del mismo precio o más económicas me funcionan mejor. Mascarilla 3 Minute Miracle Frizz Remedy: Esta mascarilla, a diferencia de la anterior, sí que ha conseguido llegar a mi exigente corazón de blogger de belleza. No lo suficiente como para quedarse entre mis básicos de forma definitiva, pero sí como para que no me importe traérmela otra vez a casa si vuelvo a encontrarla en promoción.
C'est fini (XIX)
A diferencia de la Reconstructor, la Frizz Remedy tiene un aroma a golosinas absolutamente delicioso. Es más densa y untuosa, pero se extiende con la misma facilidad. Tras el aclarado, el pelo queda suave, tarda más en encresparse (inevitablemente se me encrespa siempre cuando ya se acerca la hora de repetir lavado) y, además, aporta brillo. Puede que sea por su contenido en Aloe Vera y Aceite de Semilla de Jojoba, pero tengo claro que me ha gustado y mucho. ¿Repetiría? Por supuesto. Crème de Corps, Light – Weight Body Lotion de Kiehl’s: No llevo la cuenta de la cantidad de cremas hidratantes y lociones corporales que habré probado a lo largo de mi vida. Cuando probé la Crème de Corps original en una minitalla y luego ésta, su versión más ligera, supe que había encontrado la hidratante corporal perfecta para mí y la que tendría, si pudiera, siempre, siempre, siempre en mi mueblecito del cuarto de baño.
C'est fini (XIX)
Me ha dado tanta pena que se termine que espero con ansias la llegada de un “Friend’s and Family” o similar para hacerme con un repuesto; tal es el enamoramiento que tengo con ella. No obstante, me decantaré por la versión clásica porque considero que es aún más hidratante. Contiene manteca de jojoba y aceite de oliva entre sus principales ingredientes. No todos son naturales, también contiene parafina, glicerina y algún parabeno. Deja la piel intensamente hidratada; utilizándola no he notado sequedad en la piel a las horas de haberla aplicado, sino que se ha mantenido en perfectas condiciones hasta la siguiente ducha y la consiguiente aplicación de crema. La versión ligera se absorbe rápidamente, y de forma algo más lenta la versión original. Como os digo, prefiero ésta última, pero cualquiera de las dos me fascina. ¿Lo mejor? No deja ningún tipo de aroma en la piel, cosa que valoro muchísimo en las hidratantes corporales. No me gusta aplicarme cremas con olores intensos pues “disfrazan” el perfume que pueda aplicarme después. ¿Repetiría? ¿No ha quedado claro? :P Clearly Corrective Dark Spot Solution de Kiehl’s: De éste sérum tengo una entrada más extensa que podéis consultar aquí. He gastado dos frascos completos del mismo, por lo que os podéis imaginar que me gusta bastante. C'est fini (XIX) Se trata de un producto pensado para prevenir y tratar las manchas de la piel, además de aportar luminosidad al rostro. Si bien el primer efecto tarda más en verse, la luz que da a la cara puede apreciarse en cuestión de días, motivo por el cual me conquistó en las primeras aplicaciones. Contiene vitamina C, extracto de peonía y extracto de abedul blanco, ingredientes pensados para aclarar las manchas, aportar luminosidad, proteger y regenerar la piel. Hace bastante que terminé el segundo frasco y aún no lo he repuesto, pues creo que mi piel se terminó acostumbrando. Así que decidí darle un periodo prolongado de descanso. Su precio es elevado (46 € los 30 mL), y, pese a que cunde mucho, no le veo el sentido a estar gastando un producto que funciona peor que al principio. ¿Repetiría? Por supuesto, pero cuando mi piel lo vuelva a necesitar. Aguas micelares Sébium y Sensibio de Bioderma: Bien es sabido que mi marca de referencia para agua micelar es sin duda Bioderma. No he probado, por el momento, ninguna que le supere en relación calidad/precio (tengo pendiente probar la famosísima que ha sacado Garnier), por lo que repito con ella una y otra vez.
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La Sébium me ha durado una eternidad, pues no es apta para utilizarla a diario en mi caso. Si la aplicaba varios días seguidos, mi piel protestaba resecándose por algunas zonas. Para momentos puntuales en los que notaba el rostro más “guerrero”, es fantástica. Aquí tenéis una review más extensa. Sensibio es, con diferencia, mi preferida de toda la gama. Deja la piel limpia, sin sensación pegajosa, no irrita, calma el rostro y además desmaquilla muy bien incluso los ojos. Review aquí. ¿Repetiría? Sí con Sensibio, no con Sébium. Baume Beauté Éclair de Clarins: Este bálsamo de belleza me enamoró desde la primera aplicación. Está pensado para esos días en los que notamos la piel más apagada, como “triste”, sin vida, para darle un “chute” de energía. Revitaliza los rasgos y despierta el rostro, realmente los efectos son bastante sorprendentes. Además, es apto para todos los tipos de piel.
C'est fini (XIX)
He leído reviews dechicas a las queno les ha hecho ni fu ni fa. En mi caso sí me ha funcionado y yo, personalmente, lo recomiendo pero sólo en el caso de que lo vayáis a utilizar a menudo y os explico el por qué: para usarlo puntualmente, es necesaria muy poca cantidad de producto. Lo que conlleva que gastemos una cantidad ínfima cada X días. El producto, una vez abierto, tiene una caducidad de 12 meses y yo, lamentablemente, he tenido que desechar más de un tercio del bote sin acabar porque ya la textura se estaba estropeando y el aroma no era el mismo. Una auténtica lástima, teniendo en cuenta que cuesta casi 40 € (aunque es fácil pillarlo en promoción, como fue mi caso en su día). Aquí os dejo la review completa que hice en su momento. ¿Repetiría? No, pues no es un producto que mi piel necesite con frecuencia y no voy a invertir dinero en algo que sé que no voy a terminar de gastar. Velastisa crema antiestrías de laboratorios Isdin: Le dediqué una entrada hace un par de semanas junto con todos los productos que utilicé para prevenir las estrías en el embarazo.
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Se trata de una crema de suave aroma, fácil absorción y que realmente mejora la elasticidad y firmeza de la piel. A mí me funcionó a las mil maravillas aplicándola mañana y noche desde la semana 22 de embarazo. Gasté cuatro botes en total y considero que tiene un precio más que razonable (unos 20 € los 250 mL, aunque es fácil encontrarla en packs promocionales). ¿Repetiría? En caso necesario, es decir, que volviese a estar embarazada, sin dudarlo. Crema deliciosa manos y uñas de Caudalíe: Hace muchísimo que terminé esta crema de manos. La compré porque suelo pasar por etapas en las que la piel de mis manos se torna salvaje e indomable, lo que me lleva, literalmente, por la calle de la amargura.
C'est fini (XIX)
Como ingredientes principales se encuentran los polifenoles patentados de uva, manteca de karité biológica, aceite de pepitas de uva, aguacate, glicerina vegetal y naranja dulce. Todo un cóctel de nutrientes para la piel de las manos. Aunque pone que no deja película grasa, no es de absorción rápida. Hay que dar un buen masaje hasta que la piel la asimila, y aún así queda un pequeño resto que no terminar de penetrar. Éste es el único detalle que no me gusta de ella, pero como la utilizaba por las noches, justo antes de irme a la cama, tampoco es que me importe demasiado. El aroma hace honor a su nombre: es absolutamente delicioso: cítrico y dulce, pero sin llegar a empalagar ni embotar los sentidos. Su precio es de 13.40 € y contiene 75 mL. ¿Repetiría? Sí, pese a su precio, aunque de momento estoy gastando otras que tengo abiertas. Hydrating Gel Cream de Bobbi Brown: Esta crema hidratante me la traje en un arrebato en plena primavera del 2013. Buscaba una hidratante facial que se absorbiera rápido, ya que cuando empiezan a subir las temperaturas mi hidratante de cabecera, la Ultra Facial de Kiehl’s, tarda la vida en absorberse y se me hace muy incómodo ir con la cara “embadurnada” de crema.
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Como hidratante es perfecta: la piel se la bebe en cuestión de segundos y la deja hidratada durante todo el día. Es perfecta para antes del maquillaje, no engrasa ni da brillos. Pero… no soporto el aroma que tiene. Al principio no me molestaba, pero justamente en verano de 2013 me quedé embarazada y yo viví el embarazo con una sensibilidad extrema a los olores. El de esta crema lo aborrecí en lo más profundo de mi ser, y sólo pude terminarla, a duras penas, después de dar a luz. No es un perfume profundo ni penetrante, tiene un aroma delicado a pepino que tampoco es que moleste pero yo… no lo aguanto. ¿Repetiría? No, pero simplemente porque no tolero su olor. Base protectora 002 de Mavala: Allá por el 2012 rara era la semana que yo no lucía mis uñas pintadas. Cuando el esmalte se “descascarillaba” por algún sitio, quitaba todo, dejaba las uñas respirar un día o dos, y vuelta a empezar.
C'est fini (XIX)
Gracias a esta base mis uñas no sufrieron los estragos de mi pasión por el colorido uñil. Aplicada antes del esmalte crea una capa protectora invisible que, además permite que el esmalte que pongamos después, dure más tiempo. Su precio es de unos 10 € y cunde una barbaridad. ¿Repetiría? Si pudiera sí, pero ahora mismo en mi trabajo tengo prohibido llevar las uñas pintadas, con lo cual es absurdo utilizar este producto. Base Face and Body de Make up Forever: L@s que me seguís por redes sociales como Instagram, Twitter, Facebook… sabréis de sobra que adoro esta base. Es mi base favorita del universo de las bases de maquillaje, y os aseguro que tengo el repuesto nuevecito desde que gasté este bote.
C'est fini (XIX)
Se trata de una base de cobertura baja (puede llegar a media – baja poniendo una segunda capa sobre la primera) que deja la piel con un aspecto sano y natural que no he conseguido con ninguna otra. Tenéis aquí una review más extensa con más detalles. Este frasco me ha durado más de un año abierto, y es una base que he utilizado bastante. Repito, mi base preferida con diferencia. ¿Repetiría? Sin duda alguna, siempre. Crème Gommante Douce de Caudalíe: Termino esta kilométrica entrada con este exfoliante de Caudalíe pensado para pieles sensibles y reactivas.
C'est fini (XIX)
Lo compré porque mi piel es justamente así: muy sensible y que se enrojece a la mínima que abuse un poquito de ella. Sin embargo, tras gastar el bote entero debo decir que este exfoliante está pensado más bien para pieles que sean extremadamente sensibles. No es un mal producto, pero a mí se me queda corto. Tiene un grano muy fino, pero la exfoliación que realiza no es profunda, no noto la piel con esa sensación de suavidad que sí percibo con otros exfoliantes. Su composición, eso sí, es muy buena: sin parabenos, ni fenoxietanol, ni colorantes ni aceites minerales. Contiene aceite de jojoba, aceite de pepitas de uva y miel. ¿Repetiría? No, mi piel, pese a ser sensible, me pide exfoliantes algo más contundentes. Y bueno, espero que os haya gustado y os haya descubierto algún producto desconocido, o, quizás, os haya animado a que probéis algo en lo que aún no habíais pensado (: ¿En qué productos coincidimos? ¡Hasta la semana que viene! Auxi


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