Cada treinta horas, una menos

Está anunciado para el último jueves de noviembre el desembarco de Cada 30 horas en el Gaumont.

La violencia machista mata a una mujer cada treinta horas en la Argentina. La cifra resultante del informe que La Casa del Encuentro presentó en 2013 en la sede porteña de Naciones Unidas inspiró el documental que Alejandra Perdomo estrenará el próximo jueves en el cine Gaumont, a poco más de un mes del paro y movilización que las argentinas realizaron el 19 de octubre al grito de “Ni una menos” y “Vivas nos queremos”.

El título elegido –Cada 30 horas– anuncia la intención de retomar los datos espeluznantes de aquel documento para darles perspectiva, contexto, voz, carnatura. La realizadora lo consigue a partir de un trabajo riguroso, respetuoso, libre de golpes bajos.

El primer acierto radica en la elección de los entrevistados: los padres de Wanda Taddei, la madre de Julieta Mena, la madre de Ángeles Rawson, la sobreviviente de un intento de femicidio Karina Abregú, la joven denunciante Alicia Chamorro, la coordinadora del programa ‘Las víctimas contra la violencia’, Eva Giberti, el abogado penalista y presidente del Instituto Wanda Taddei, Julio César Torrada, la periodista Mariana Carbajal, las integrantes del colectivo artístico Entresuturas, entre otros.

El segundo acierto consiste en la elaboración de un guión que evita los detalles escabrosos y que se concentra en miradas, gestos, palabras. Los espectadores encontramos las marcas de un dolor irreparable y de una fortaleza inconmensurable en los ojos, en las manos, en el timbre de voz de las mujeres sobrevivientes y de los familiares de víctimas fatales.

El tercer acierto emana de la ocurrencia de convertir el recorrido urbano de una anónima muchacha veinteañera en sutil hilo conductor narrativo. Perdomo parecer haberlo concebido, no sólo para enhebrar los testimonios recogidos, sino para subrayar la importancia del rol de las nuevas generaciones de argentinos en la lucha colectiva contra el flagelo misógino.

“La mayoría de los jueces no están formados” explica Eva Giberti luego de advertir ante cámara que la Justicia constituye uno de los obstáculos más grandes que nuestra sociedad enfrenta a la hora de combatir la violencia machista. Aún en este marco, la psicoanalista y trabajadora social señala a “las mujeres que corren mayor peligro”: el 38 por ciento de las víctimas que no quieren denunciar a sus parejas o maridos golpeadores.

Sin dudas, éstas y otras estadísticas enriquecen y/o actualizan aquéllas que el equipo de La Casa del Encuentro presentó tres años atrás. He aquí una cuarta virtud del largometraje de Perdomo.